La población de Lomo de Corvina, asentamiento humano de Villa El Salvador ubicado al borde del mar, enfrenta una serie de riesgos ante un fuerte sismo en Lima, no solo por la fragilidad de sus viviendas, sino por la zona sobre la cual se ha levantado.
De acuerdo con el ingeniero Miguel Estrada, jefe del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid) de la Universidad de Ingeniería (UNI), Lomo de Corvina es una de las zonas más peligrosas de la capital en el caso de la ocurrencia de un terremoto.
Su vulnerabilidad se debe básicamente a tres razones, la primera de ellas es que sus viviendas han sido autoconstruidas, es decir, no tuvieron la supervisión de un ingeniero, arquitecto o un experto en el tema.
Una segunda razón es que el suelo es arenoso, prácticamente una duna, lo que amplifica las ondas sísmicas. Esto se traduce en que el sismo se siente más y que las viviendas corren un mayor riesgo de desplomarse.
Estrada dijo que una tercera razón es que, ante un evento sísmico, las tuberías de agua y desagüe podrían colapsar "y si eso ocurre el suelo se vuelve inestable, por lo que las viviendas podrían hundirse.
Ante esta situación, dijo el experto, la población no debería levantar viviendas con varias plantas, sino de un piso. En un recorrido realizado por la Agencia Andina se comprobó que hay casas de hasta cuatro pisos.
Otro riesgo que enfrenta este asentamiento, habitado por unas 10,000 personas, es la amenaza de un tsunami en caso de que el epicentro del terremoto se localizara en el mar. "Los habitantes de este lugar deben tener una buena señalización para evacuar, ellos no necesitan una alerta temprana, simplemente deben salir tras un sismo".
De acuerdo con el director del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera,
Lima arrastra un silencio sísmico desde 1746, lo que significa que tiene mucha energía acumulada y que en algún momento podría generarse un movimiento telúrico de más de 8 grados de magnitud.
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(FIN) RRC/RRC