Zaña abrió con gozo jubileo por 300 años de canonización de Santo Toribio de Mogrovejo

En un clima de profunda alegría y gratitud, la Diócesis de Chiclayo y todo el Perú dio apertura solemne al Jubileo

Se recordó que Santo Toribio de Mogrovejo dejó como legado el primer catecismo trilingüe en quechua, aimara y español.

Se recordó que Santo Toribio de Mogrovejo dejó como legado el primer catecismo trilingüe en quechua, aimara y español.

18:09 | Lambayeque, dic. 14.

En un clima de profunda alegría y gratitud, la Diócesis de Chiclayo y todo el Perú dio apertura solemne al Jubileo por los 300 años de la canonización de Santo Toribio de Mogrovejo, pastor incansable, misionero en permanente peregrinación y defensor de la dignidad humana.

La celebración tuvo lugar en la histórica tierra de Zaña, en la región Lambayeque- donde el gran arzobispo misionero vivió sus últimos días y donde hoy su legado vuelve a resplandecer con fuerza renovadora.


La Eucaristía jubilar congregó el sábado 13 a una multitud de fieles, peregrinos y autoridades eclesiásticas y civiles, expresando la comunión viva de la Iglesia peruana.

El corazón de la celebración estuvo marcado por la presencia del Nuncio Apostólico del Papa León XIV en el Perú, monseñor Paolo Rocco Gualtieri, cuya participación fue recibida con un cálido aplauso y profundo agradecimiento, como signo de la cercanía del Sucesor de Pedro con esta Iglesia particular.


Junto a él, participaron numerosos obispos del país, entre ellos monseñor Edinson Edgardo Farfán Córdoba, obispo de la Diócesis de Chiclayo, anfitrión del Jubileo; monseñor Alfredo Vizcarra Mori, arzobispo metropolitano de Trujillo; monseñor Antonio Santarsiero Rosa, obispo de Huacho y secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana.

Además de pastores provenientes de Cajamarca, Chachapoyas, Chimbote, Chota, Huamachuco, Trujillo y Chiclayo, entre otros. También se hicieron presentes sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y autoridades civiles, cuyo apoyo fue clave para la organización de este acontecimiento histórico.

Uno de los momentos más significativos fue la lectura del Decreto de la Penitenciaría Apostólica, mediante el cual el Santo Padre concede la indulgencia plenaria a los fieles que, desde el 13 de diciembre de 2025 hasta el 13 de diciembre de 2026, participen con espíritu de penitencia y caridad en las celebraciones jubilares, visiten la capilla de Santo Toribio en espíritu de peregrinación y cumplan las condiciones habituales establecidas por la Iglesia. 

Este don espiritual podrá ser ofrecido también en sufragio por las almas del purgatorio, reforzando el carácter misericordioso del Jubileo.


Asimismo, se dio lectura al mensaje de la Conferencia Episcopal Peruana, en el que se destacó la figura de Santo Toribio como pilar de la evangelización en América Latina, ejemplo de una Iglesia cercana al pueblo, defensora de los más vulnerables y comprometida con una evangelización inculturada.

Se recordó su infatigable labor pastoral, recorriendo más de 40 mil kilómetros a pie, promoviendo sínodos y concilios, y dejando como legado el primer catecismo trilingüe en quechua, aimara y español.


Durante la homilía, se subrayó que Santo Toribio sigue siendo hoy un faro para una Iglesia en salida, misionera, sinodal y profundamente humana. Su vida interpela a renovar el compromiso evangelizador, a escuchar al pueblo, a dialogar y a anunciar el Evangelio con valentía y ternura, especialmente entre los pobres y olvidados.

Este Jubileo convierte a Zaña en un lugar privilegiado de renovación espiritual, llamado a acoger durante todo el año a miles de peregrinos que buscarán reconciliación, esperanza y encuentro con Dios. Animados por el ejemplo de Santo Toribio de Mogrovejo, la Iglesia en el Perú inicia así un año de gracia, confiando en que este tiempo fortalezca la fe, la misericordia y el amor al Señor, y renueve la misión evangelizadora en todos los rincones del país.

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(FIN) SDC/TMC

Publicado: 14/12/2025