La oferta turística peruana tiene entre sus mayores exponentes al mítico Lago Titicaca, principal atractivo de Puno, reconocido con la Jerarquía 4, la máxima distinción que ostenta un recurso turístico en el mundo. ¿Cuáles son las claves que convierten al Lago Titicaca en un destino que ofrece una experiencia cultural única?, ¿Cuál es la mejor época de visita y cómo llegar al lago más alto del mundo?
El Lago Titicaca forma parte de la Reserva Nacional del Titicaca, creada como área natural protegida por el Estado el 31 de octubre de 1978 con el objetivo de proteger la integridad del lago más alto del mundo y su dinámica ecológica, junto con las costumbres ancestrales de las poblaciones aledañas.
Se ubica a una altitud promedio de 3,810 metros sobre el nivel del mar y abarca una superficie total de 36,180 hectáreas, ocupando parte de las provincias de Puno y Huancané. Su presencia busca conservar la flora y fauna silvestre del Lago Titicaca, apoyar al desarrollo socioeconómico de la región y mantener las tradiciones culturales de las poblaciones humanas que habitan las inmediaciones del lago.
La Reserva Nacional del Titicaca comprende dos sectores que no tienen continuidad física: el sector Ramis, con 7,030 hectáreas y que está ubicado en la provincia de Huancané, la cual incluye una zona de totoral y una parte pelágica en la margen derecha de los ríos Ramis y Huancané; y las lagunas de Yaricoa y Sunuco, en la margen izquierda del río Huancané.
El otro sector es Puno, con 29,150 hectáreas, ubicado en la provincia del mismo nombre y que abarca diversos totorales comprendidos entre la isla Estévez y la península de Capachica.
Claves de un destino único
A continuación, las claves que hacen del Lago Titicaca un destino único en el mundo.
Lago sagrado y origen de las civilizaciones inca y aimara
El Lago Titicaca es considerado un lugar sagrado y mítico según la tradición sobre el origen de las civilizaciones inca y aimara. Según la mitología inca, los fundadores de la civilización inca y primeros gobernantes: Manco Cápac y Mama Ocllo, emergieron de las aguas del lago y fueron enviados por el dios Viracocha a fundar el reino en un lugar donde se hundiera la barreta de oro que portaba Manco Cápac, el cual se convirtió en la ciudad de Cusco.
La cultura Tiahuanaco, predecesora de la civilización aimara, surgió cerca del Lago Titicaca, en el año 1580 antes de Cristo y su influencia fue notable en el altiplano del sur peruano y del actual Bolivia. Tras la decadencia de Tiahuanaco, surgió el señorío aimara, alrededor del año 1200 después de Cristo. Tras ser conquistados por los incas, formaron parte del Collasuyo, territorio sur del imperio inca o Tahuantinsuyo.
Hogar de comunidades y culturas ancestrales
En las inmediaciones y las islas flotantes al interior del Lago Titicaca viven comunidades que se comunican en las lenguas quechua y aimara, herederas de tradiciones y costumbres ancestrales que se expresan en su arte textil, música, danzas, actividades de pesca y agricultura, festividades, rituales religiosos, entre otras manifestaciones culturales que comparten con los turistas y visitantes en general.
La experiencia de compartir con personas foráneas su forma de convivir armoniosamente con su entorno natural y exhibir su rica cultura ancestral convierte a estas poblaciones en un cautivante atractivo para el turismo vivencial y rural comunitario.
Comunidades isleñas, como
Taquile y
Amantani son muy atractivas para el turismo que valora su formidable legado cultural. El conocimiento del
arte textil de Taquile, por ejemplo, cuenta con la distinción de
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad otorgada por la Unesco.
Por su parte, el pueblo de los Uros vive en islas flotantes y viviendas construidas con totora o junco, una gramínea que crece en las orillas del Lago Titicaca y que dicha comunidad aprendió de sus antepasados a utilizarla de manera eficiente y sostenible, incluso para producir artesanías, como una herramienta para su desarrollo.
Las comunidades campesinas se han organizado para formar diversos Comités de Conservación, los cuales tienen guardaparques voluntarios que ordenan el uso de los recursos y apoyan en el control y vigilancia de la Reserva Nacional del Titicaca. Asimismo, dan cuenta a la asamblea comunal y al personal del área sobre actividades que ponen en riesgo la integridad de la zona protegida.
Riqueza natural y humedad de importancia mundial
La totalidad del lado peruano del lago Titicaca ha sido reconocida por la Convención Ramsar, el 20 de enero de 1997, considerándose como un Humedal de Importancia Internacional, especialmente como hábitat de aves acuáticas.
En el interior del lago se han establecido tres zonas: el lago Mayor o de Chucuito (con la máxima profundidad de 283 metros); el lago Menor o Wiñaymarca; y la bahía de Puno. El lago tiene cinco ríos tributarios principales: Ramis, Huancané, Coata, Ilave y Suches. La única descarga de sus aguas se efectúa a través del río Desaguadero (lo que representa solo el 9% del total), mientras el resto se pierde por evaporación. La temperatura de sus aguas varía entre 11° y 14° C.
La rica biodiversidad del Lago Titicaca se expresa las 159 especies registradas de fauna, de las cuales 15 son mamíferos, 105 son aves, 9 son anfibios, 4 son reptiles y más de 26 son peces. La fauna más representativa de la Reserva Nacional del Titicaca está constituida por aves como el zambullidor endémico o keñola, la choka, el tikicho, las parihuanas o flamencos y los patos silvestres.
Entre los anfibios destaca la famosa rana gigante del Titicaca, conocida como kelli o huankele, especie endémica cuyo hábitat son mayormente las profundidades del lago. La ictiofauna nativa del Lago Titicaca está constituida por algunas especies amenazadas como boga, suche y mauri.
Dentro de la Reserva Nacional del Titicaca y en sus alrededores se ha encontrado un total de 171 especies vegetales. La más resaltante es sin duda la totora o junco. En sus dos sectores, esta área natural protegida abarca aproximadamente 27,600 hectáreas de totorales.
Rutas turísticas en el Lago Titicaca
En las islas de Taquile, Chimu y Amantaní se puede realizar turismo rural y vivencial compartiendo las tradiciones milenarias de las comunidades. Destacan las iniciativas comunitarias de la península de Capachica (Llachón, Yapura, Paramis y Ccotos), de Chucuito (Karina y Luquina Chico).
En la isla de Suasi se puede contar con servicios turísticos privados. Para los observadores de aves se recomienda el circuito turístico de Carata Mocco, donde es posible observar al zambullidor del Titicaca, ave emblemática de la zona.
El circuito turístico de Yapura es el más recomendable para la aventura acuática a bordo de pequeñas embarcaciones, orientados por guía locales, que transitan por senderos lacustres en medio de los totorales.
En la isla Foroba existe un Centro de Interpretación y un pequeño centro en la comunidad Huerta Huaraya. Ambos están ubicados a diez minutos de la ciudad de Puno.
La playa más alta del mundo
La playa más alta del mundo se encuentra la isla de Taquile, en el Lago Titicaca, a 3,960 metros sobre el nivel del mar y en su punto más alto llega a los 4,050 metros. Allí, la temperatura oscila entre los 11 grados centígrados en invierno y los 15 centígrados en verano.
Esta isla es famosa por su belleza natural, dado que se encuentra rodeada de paisajes espectaculares, la cual representa un destino popular para los turistas que visitan Puno. Tiene una pequeña bahía de arena, donde se puede disfrutar de la tranquilidad del Lago Titicaca. Desde aquí es posible apreciar hermosas vistas panorámicas del lago y las montañas que la rodean; en definitiva, es un ambiente relajante y atractivo.
Este lugar es parte del territorio de la cultura aimara, la cual se caracteriza por su rica historia y tradiciones. Una vez ahí los visitantes podrán explorar sobre la región y aprender sobre la vida cotidiana y las creencias de los habitantes, que son conocidos por su sistema de organización social, en donde todos los miembros de la comunidad participan en la toma de decisiones y en la solución de problemas.
Joya histórica navegante
El buque Yavarí, una de las primeras máquinas de vapor del siglo XIX, es el testimonio viviente de la historia de la navegación en el Lago Titicaca, el atractivo emblemático de Puno. Desde su botadura en 1862, este barco ha surcado las aguas del lago y hoy en día permanece intacto, anclado frente al hotel turístico Posada del Inca en el barrio San José de la Ciudad de Lago.
En 1998, el Yavarí se abrió al público como museo, lo que marcó el inicio de un nuevo capítulo en su larga y rica historia. La responsable del buque marino mercante, Antonia Quispe, relata que en 1999 un ingeniero sueco restauró su motor, permitiendo que el antiguo barco de vapor volviera a la vida.
La primera travesía, tras la restauración del motor, llevó al Yavarí desde el puerto muelle hasta la península de Capachica. Desde la restauración del Yavarí, entre 1998 y 1999, y su regreso a la navegación en 2021 tras rigurosas pruebas con el apoyo de la Marina de Guerra, el buque ha navegado hasta Suasi, cerca de la frontera con Bolivia.
¿Cuál es la mejor época de visita?
La mejor época de visita a la Reserva Nacional del Titicaca y al mítico lago es entre los meses de mayo a setiembre, durante la época seca o sin lluvias. Durante esta temporada, las temperaturas oscilan entre los 15 °C y los 20 °C durante el día y pueden descender hasta los 5 °C y los 0 °C por la noche.
En esta época, el tiempo suele ser soleado y templado, con cielos despejados y pocas probabilidades de lluvia. Sin embargo, por la noche la temperatura desciende notablemente, por lo que es clave llevar ropa de abrigo.
¿Cómo llegar al Lago Titicaca?
Desde Lima se puede llegar vía aérea partiendo del aeropuerto internacional Jorge Chávez y llegando al aeropuerto internacional Inca Manco Cápac, ubicado en la ciudad de Juliaca, en un vuelo que dura aproximadamente una hora y 45 minutos.
Desde Juliaca se puede llegar rápidamente a Puno en taxi o autobús, en un viaje que demanda alrededor de una hora recorriendo una distancia de 43 kilómetros por una carretera asfaltada en buen estado.
También se puede tomar un autobús de Lima a Puno, en un viaje que demanda alrededor de 20 horas y ofrece distintos horarios y tarifas.
(FIN) LZD/MAO