Por Ernesto Carlín
Lima, dic. 13 (ANDINA).- El filósofo chalaco Miguel Giusti publicó este año Tras el consenso. Entre la utopía y la nostalgia en una editorial española. Con unos meses de retraso, la obra ha llegado a las librerías peruanas. El autor formula comentarios sobre este trabajo y su visión sobre la moral actual.
Lima, dic. 13 (ANDINA).- El filósofo chalaco Miguel Giusti publicó este año Tras el consenso. Entre la utopía y la nostalgia en una editorial española. Con unos meses de retraso, la obra ha llegado a las librerías peruanas. El autor formula comentarios sobre este trabajo y su visión sobre la moral actual.
¿Cuál es el objetivo del libro?
–Tras el consenso... tiene como meta explicar cuáles son los debates de la ética contemporánea. En la actualidad, hay dos grandes grupos de filósofos. Por un lado, los que creen que los valores se deberían buscar en las tradiciones, en el pasado, como los fundamentalismos. Por otro, los que miran al futuro y creen que importa más cómo crear nuevos valores pues el mundo ha cambiado.
¿El Perú dónde se ubica?
–Hay una gran confusión en el país con esas dos distinciones. En los últimos veinte o quince años se ha iniciado una ética de liberalización, lo que está del lado de cambiar pensando en el futuro. Pero eso no se puede hacer olvidando la cultura propia del Perú. Debemos cultivar ambas.
Pero no existe mucha reflexión en el país sobre ética...
–Es verdad, no hay mucha claridad. Pero todo el mundo parece estar de acuerdo en qué es lo que está mal desde el punto de vista ético. Cuando las faltas son tan graves, como la corrupción generalizada del gobierno de Fujimori, es más fácil señalarlas. Lo difícil es encontrar soluciones.
Desde su perspectiva, ¿cómo se define a la corrupción?
–Es un síntoma claro del deterioro de una sociedad. Para que no exista, no basta con buenas leyes. Debe existir la voluntad de las personas de no caer en ella. Cuanto mayor sea la corrupción, mayor es el deterioro. Pero así como el desgaste ético es similar a una bola de nieve que arrasa con todo, la corrección es como un pequeño hilo que va formando un ovillo poco a poco. Hacer respetar reglas imparciales a pequeña escala tiene consecuencias positivas en el tejido de toda la sociedad.
¿Cómo conjugar la reflexión sobre valores morales y la violencia que se vivió en el Perú?
–La ética, si a algo se refiere, reside en sostener cuáles son los límites de la convivencia humana, en ver cómo deberíamos convivir unos con otros. La violencia es un síntoma de que la convivencia ha sido destruida. La guerra interna fue síntoma grave de que la sociedad peruana estaba faltando a la convivencia. La violencia es un mal terrible respecto a la ética. Uno también podría preguntarse por qué surgió, en el sentido que da el Informe Final de la CVR.
(FIN) DOP
Published: 12/13/2006