El desierto de Sacaco, en el norte de la región Arequipa, sigue desvelando misterios. No solo ha preservado fósiles de fauna marina —ballenas, cachalotes enanos, tiburones y más—, sino que diminutos fósiles ocultos en sedimentos de hace millones de años atesoran información científica excepcional que ha permitido reconstruir el ecosistema terrestre, hasta hoy desconocido, y que ha sido presentada al mundo.