Preocupados por descontaminar el mar peruano afectado por derrames de petróleo como el ocurrido en enero de este año en Ventanilla, un equipo integrado por universitarios peruanos creó Kisuy, una solución que pretende utilizar bagazo de caña de azúcar para fabricar filtros que absorban petróleo del mar.
Abraham Zavaleta, estudiante de Ingeniería Biomédica de la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y uno de los integrantes del proyecto
Kisuy, palabra quechua que significa “Limpiar los residuos”, sostuvo en entrevista con la
Agencia de Noticias Andina, que esta iniciativa surgió a partir del
derrame de petróleo ocurrido en Ventanilla y la necesidad de implementar innovadores mecanismos de contención y remediación ambiental.
“Nos preocupó mucho como la
enorme mancha de petróleo generada por el derrame se extendía afectando la vida marina y las costas. Entonces nos pusimos a pensar que materiales podríamos utilizar para contrarrestar esa amenaza ambiental. Indagamos al respecto y observamos la utilidad de los residuos agroindustriales como el
bagazo de la caña de azúcar que demostró tener, según la bibliografía científica consultada, buenas propiedades de absorción de combustibles fósiles como el petróleo”, manifestó.
Agregó que también se exploró otros residuos vegetales como la paja o tallo seco del cultivo de arroz, el cual suele quemarse tras la cosecha y cuya combustión provoca contaminación del aire. “Pensamos que, en lugar de quemarse y afectar el ambiente, este residuo podría utilizarse para absorber los derrames de petróleo”, dijo.
El investigador indicó que, en el caso del bagazo de la caña de azúcar, los estudios experimentales consultados revelan que cada gramo de bagazo de la caña de azúcar tiene capacidad para absorber 10 gramos de petróleo.
Otras propiedades que caracterizan a este insumo vegetal es su flotabilidad y porosidad, lo que permite utilizarlo sin problemas en medios acuáticos, a diferencia de otros productos naturales como el cabello humano o las plumas de ave, utilizados también para absorber petróleo pero que se hunden fácilmente.
Implementación del proyecto
Tras conocer esta propiedad comprobada de absorción de petróleo por parte del bagazo de la caña de azúcar, los integrantes del proyecto Kisuy diseñaron y elaboraron un prototipo de filtro de absorción de petróleo, similar a los que ya existen en el mercado y que están hechos de material sintético.
El prototipo de filtro creado por los miembros del proyecto Kisuy es más pequeño (50 centímetros de largo) que el comercial, que mide 12 metros de largo, y requiere para su elaboración el bagazo de la caña de azúcar y yute como material de cubierta, siendo los insumos principales.
Debido a que no fue posible conseguir petróleo crudo como el derramado en el mar de Ventanilla, se optó por utilizar petróleo refinado comercial que se vertió en un recipiente que contenía agua de mar y se comprobó que el prototipo de filtro creado por el proyecto Kisuy logró absorber la totalidad del combustible.
Ventajas del filtro Kisuy
Zavaleta destacó como principales atributos del filtro Kisuy su mayor capacidad de absorción, estimada en hasta 29 galones de petróleo por cada filtro de 12 metros de largo, frente a los 20 galones que pueden absorber los filtros comerciales. “Ahora queremos hacer las pruebas pertinentes con un filtro de tamaño comercial y con petróleo crudo. De acuerdo a la asesoría técnica recibida tenemos altas expectativas de éxito”, expresó.
Otra ventaja comparativa importante del filtro Kisuy es su menor costo, estimado en 100 soles por unidad, frente a los 800 y hasta 1,000 soles que cuestan los filtros que se ofertan actualmente en el mercado, refirió.
Aseveró que el proyecto también tiene a su favor la mayor disponibilidad del bagazo residual existente en las empresas que cultivan caña de azúcar en las regiones de la Costa, lo que facilita su acopio para producir los filtros.
Ganador de concurso
El proyecto Kisuy ganó el segundo puesto del concurso
Reto de Innovación Ambiental 2022: Homenaje a Miguel Hadzich, organizado por la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), con apoyo del Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor (CIDE) y la Dirección Académica de Planeamiento y Evaluación (DAPE) de dicha casa superior de estudios.
Zavaleta afirmó que, como parte de la participación en este certamen, los integrantes del proyecto Kisuy recibieron asesoramiento del CIDE y de la DAPE no solo en el aspecto tecnológico, sino también en cómo elaborar un plan de negocio y desarrollar un emprendimiento, así como aspectos legales y de mercado, entre otros.
Planes a futuro
Abraham Zavaleta aseveró que, para continuar con el proyecto, que recibirá un acompañamiento y capacitación de CIDE y DAPE de la PUCP durante seis meses, se investigará la capacidad de absorción de otros residuos vegetales desechados como la paja del arroz.
Del mismo modo, se proyecta realizar pruebas de absorción de petróleo en espacios de agua dulce, a fin de poder utilizar los filtros en ríos, lagos, lagunas y otros que también resultan afectados por derrame de combustibles.
Integrantes de Kisuy
El equipo que conforma el proyecto Kisuy está conformado por Abraham Zavaleta y Alexander Paredes, estudiantes de Ingeniería Biomédica de la PUCP y encargados del aspecto tecnológico.
Asimismo, está integrado por Karla Laura, de la carrera de Geografía y Medio Ambiente, quien tiene a su cargo el tópico ambiental; Nicole Aguilar, estudiante de Economía, quien se ocupa del ámbito de negocios del proyecto; y Salma Lara, estudiante de Derecho, quien tiene injerencia en los ámbitos administrativo y legal.
(FIN) LZD/MAO