Por Cecilia Fernández SívoriLa artista reaparece celebrando 55 años de vida artística, lejos de sentir el paso del tiempo asegura que el público la mantiene vital y cada día más joven.
Alejada de la polémica y con una energía que vaticina nuevos tiempos, Lucía de la Cruz anuncia un regreso fastuoso a los escenarios tras una pausa en la que se arropó con el amor de su familia y en conciertos en el exterior.
–Vuelves acompañada de músicos de la Sinfónica, ¿dónde estaba Lucía?
–Estoy muy abocada a mi hija Xiomara, quien cumplió 17 años y está a punto de terminar la secundaria, y concentrada en mis viajes al extranjero; pero también creando algo maravilloso con mi hijo Christian de la Cruz, el heredero, que es un disco que se llamará Con el alma de Lucía.
–Tu próximo show será de dos horas en vivo. ¿Por qué lo titulas Al frente de todas?
–Ese título lo tiene un disco mío de Iempsa Odeón, de hace treinta años atrás; le pregunté lo mismo a Richard Sarria, que era su directivo. ¿Y sabes lo que me dijo? Porque estas al frente de todas, porque eres buena, porque tienes un talento maravilloso. Lucía, eres la mejor voz que tiene el Perú.
Considerada por su público como la mejor del criollismo.
–¿Y tú lo sientes así?
–Sí, lo siento así. Soy vanidosa ahora, antes no lo sentía. Y ahora más que nunca. El público ama la música, ama a Lucía y ama mi voz. Y es lo que cuido y le doy gracias a Dios todos los días de mi vida por tener este talento.
–¿Antes sentías pudor?
–Creo que no lo tenía en cuenta, no lo pensaba. Era una muchachita locuaz. Pero las cosas hay que ponerlas siempre en el piso muy firme para sentirlas bien. Al pan, pan y al vino, vino, las cosas como son. Y si me enfrento a un concierto de dos horas y pico es por algo, ¿no?
–Además que es especial.
–Son 55 años de vida artística, una fecha que no se cumple todos los días. Son 62 años de edad y la química en el escenario sigue construyendo más y más juventud con Lucía. En cada discoteca que voy, no peñas, no por favor, ingreso con orquestas y la juventud canta lo que hago y eso me hace sentir superbien.
–Además, te sigue un público que no es el típico.
–Podría decirse que sí. Dentro de todas mis locuras hay público que ha pensado cosas muy malas de Lucía y en el fondo quiero decirles que no soy así, soy completamente diferente. Por ejemplo, en este concierto del 31 de octubre, tengo la misión de revivir las tertulias criollas y eso me hace sentir bien porque yo quiero que la juventud o peñeros netos ingresen ahí a vivir nuestra música.
Lucía de la Cruz se presentará en el auditorio del Colegio Médico del Perú el 31 de octubre, en un concierto criollo sinfónico que tendrá 25 músicos en escena. Los arreglos y dirección son de Yoshi Hirose.
–Lucía, se te ve totalmente renovada, ¿esta pausa te hace ver la vida de otra manera?
–Debe ser el mismo público que me da ese amor, también es porque soy mediática y polémica. Pero ya basta de esas cosas. Ya no me verán en los programas de televisión.
–¿Has decidido dar un paso al costado y dejar la polémica?
–No quiero que el público piense que la polémica pueda ser una forma de mantenerme como artista. Ya son 55 años de vida artística y de peores lugares y cosas he podido salir sola. Todavía no llego a concluir ni a aprender todo de la vida.
Aquí en sus años donde la polémica y ella iban de la mano.
–Has experimentado muchas cosas, viviste picos altos y bajos en tu vida.
–Sí, es verdad. He pasado muchas cosas y he salido adelante sola. Sin la ayuda de ningún hombre que me pueda dar el hombro o decirme mira, yo te doy la mano. Para mí, mis hijos y mi público son lo más importante, son mi vida entera.
–Hoy se habla mucho del empoderamiento de la mujer.
–Y me parece muy bien, hay muchas mujeres que han salido adelante con sus hijos.
–Cada error es una enseñanza.
–Claro que sí, errar es humano.
Publicado: 18/9/2017