En medio de la polémica de que si deben o no eliminarse, entre la noche de ayer y la madrugada de hoy se borraron del Centro de Lima varios murales con representación de arte popular pintados durante la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán.
La medida se realiza en cumplimiento de la disposición anunciada el jueves por el alcalde Luis Castañeda Lossio, quien argumentó que se busca hacer cumplir una ordenanza de 1994 y las disposiciones de la Unesco para que Lima siga manteniendo la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Desde las 22:00 horas de ayer, empleados de la comuna capitalina iniciaron el pintado, con un color melón, de un mural que tenía la imagen alusiva a Santa Rosa de Lima en la cuadra 5 del jirón Cailloma. Otro mural que también fue borrado se ubica en la cuadra 7 del jirón Lampa, donde había una mujer campesina cargando a su bebé.
Anoche, el vocero de la Gerencia del Ambiente de la comuna capitalina, Jorge Paurinotto, aseguró que esas fachadas no serán pintadas de color amarillo, el color de la agrupación política Solidaridad Nacional, al que pertenece Castañeda. La denuncia de que las paredes estaban pintándose de color amarillo fue expuesta por varios internautas en las redes sociales.
Entre hoy y mañana, añadió Paurinotto, se tiene previsto borrar unos 30 murales, labores que cuentan con la autorización de los propietarios de las viviendas, según dijo. "Estas fachadas serán pintadas con el color que amerite cada lugar", anotó.
Los trabajadores que estaban a cargo de esta tarea llegaron en camiones con en el mensaje “Recuperación de espacios públicos”.
La decisión de la actual gestión municipal ha desatado polémica y opiniones a favor y en contra de los vecinos. Uno de ellos dijo que "está muy bien” porque algunos de los murales son “grafitis”, es decir, comentó, obra de “pirañitas”. Otros, en cambio, han calificado la medida como un atentado contra el arte popular y dijeron que la actual administración más bien debería invertir el dinero en combatir la delincuencia.
En una nota de prensa enviada hoy por la comuna metropolitana, se recordó que entre los murales borrados está el ubicado en la cuadra uno de la avenida Grau, el cual fue pintado por el activista del Movadef -organización vinculada ideológicamente a Sendero Luminoso-, Olfer Vladimir Leonardo Fernández, quien recibió 6,600 nuevos soles de la administración Villarán para realizar este trabajo.
Para Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima (MALI), dijo que preferiría que esos murales no se borren, tal como pensamos muchas personas que estamos en el campo cultural.
"Además tengo entendido que los murales se realizaron por concurso público; y me parece que son cosas que se tienen que respetar", dijo en RPP.
Agregó que los murales no afectan necesariamente la prestancia del Centro histórico ya que hay otros temas que afectan más el centro histórico.
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