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Zulema Tomas: "vacunarse es el mejor regalo de Navidad para tu familia" [video]

Peruanos que sobrevivieron a la pandemia

Tomas dirige el INSN-San Borja, centro especializado de referencia en atención pediátrica. Foto: ANDINA/Difusión.

Tomas dirige el INSN-San Borja, centro especializado de referencia en atención pediátrica. Foto: ANDINA/Difusión.

09:37 | Lima, dic. 24.

El mejor regalo de fiestas de fin de año es que te vacunes contra la covid-19 y evites que un familiar tuyo muera porque tú lo contagiaste, aconseja la jefa del Instituto Nacional del Niño (INSN) de San Borja, Zulema Tomas.

La exministra de Salud, quien recuerda claramente el día que se contagió -un 16 de marzo del 2020-, cuando empezaba la pandemia, señala que quienes aún no se han vacunado en el Perú no saben realmente la solución que tienen en sus manos para volver a la tan ansiada normalidad.



"Estas personas que dudan de las vacunas o son antivacunas no han vivido el dolor, no saben realmente la solución que tienen en sus manos. Que se vacunen, pero no por ellos, sino por sus hijos, sus sobrinos, sus abuelos. ¿Por qué arriesgar a nuestro entorno familiar?", dijo a la agencia Andina.

Anestesióloga pediátrica cardiovascular con más de 32 años de carrera, Tomas padeció en carne propia la enfermedad sin haber llegado a hospitalizarse pero además vivió la angustia y el dolor de ver fallecer a cientos de pacientes, algo que le ha dejado huella.


En la reciente celebración de la Navidad en el INSN-San Borja

"Ni bien me recuperé y cumplí mis 21 días de aislamiento viajé a Loreto a prestar servicio a los demás. El hospital regional tenía 200 camas y cuando llegamos habían más de 500 personas con covid. Había un solo médico atendiendo a unas 100 personas. Mucha gente no sabe lo que hemos vivido como médicos", rememora.

Una vez allí, recuerda suspirando, puso en marcha todos sus conocimientos médicos y de gestión pública y entre todos lograron que empresas, gente solidaria y la iglesia en Iquitos se unieran no solo para buscar plantas de oxígeno sino para llevar a las familias de los enfermos a hoteles, albergues y colegios, para evitar que ellos también se contagien. 

Con cierto enfado, rechaza que algunos no reconozcan el esfuerzo que significó remar contra la corriente en la primera ola, sin vacunas y aún con poco conocimiento de la infección. "Cuando preguntan ¿qué han hecho por la salud?, yo les digo que hemos salvado a mucha gente a costa de nuestra propia vida".

"Cuánto nos alegraba ver salir de alta a una señora, a un anciano. Eso ha sido muy motivador después de ver a gente mayor en estado grave, diciendo que no quería morir, que quería seguir en este mundo y que por favor les ayudáramos. Mucha gente no sabe lo que hicimos por la salud y en perfil bajo".

Ad portas de las fiestas de fin de año y teniendo en cuenta los diversos casos de desacato a las medidas de bioseguridad, la directora del INSN-San Borja recuerda que en diciembre del 2020 los jóvenes no entendían que, aún siendo asintomáticos, podían contagiar.

"En la segunda ola ya no solamente eran los adultos mayores o pacientes con comorbilidad sino gente de 24 y 25 años o 18 años. Aquí mismo en nuestra institución hemos tenido 350 niños con covid y mas de 120 han estado en UCI. Ya este virus prácticamente comenzó a atacar a todos sin género ni edades", advierte. 

 
Un vía crucis familiar

Zulema Tomas narra con cierta tranquilidad los momentos que vivió bajo el coronavirus, en aislamiento, con mucho líquido, descanso y con dieta hiper-proteica, pero se le hace un nudo en la garganta cuando recuerda que su esposo, una persona con diabetes, se infectó. Y no por culpa de ella.

Ese, reconoce, fue uno de los momentos más difíciles que vivió en octubre del 2020. "Como pasaron 13 días del proceso viral, pensamos que lo había superado, pero justo en el día 14 comienza a faltarle el oxígeno".

Tomas con su esposo e hijos

Al ser médico ella y su hijo intensivista, decidieron tratarlo en casa. De repente comenzó a saturar 78 y una tomografía reveló que su esposo tenía el 60% de sus pulmones comprometidos. En esos momentos, no había cama UCI en ningún lado.

Cuando ingresó a un hospital estuvo, como muchos, en silla de rueda y luego, por su gravedad, fue ingresado a una UCI, donde permaneció 45 días, cada uno de los cuales fue una angustia total para su familia. "El día 7 u 8 nos decían que está mejorando pero luego no dijeron que se había contaminado con una bacteria y nosotros, como médicos, sabemos que esas bacterias son mortales". 

Siguieron noticias de que estaba con ventilador mecánico, que hizo insuficiencia circulatoria con trombosis, que la bacteria le dejó heridas en los brazos y piernas... "Es un dolor que no se puede explicar", dice mientras se agita al hablar.

Pero las cosas cambiaron cuando su hijo, médico intensivista, le dijo: "por favor, déjame que yo trate mi papá". "A mi esposo lo veía muy mal, pero decidimos sacarlo de hospitalización y fue tratado día y noche por mi hijo en una entidad privada. Al quinto día pudieron extubarlo y fue un milagro".

Pese a ser mujer de ciencia, Zulema Tomas menciona en muchos momentos a Dios y está convencida de que todos quienes trabajan en salud son instrumentos de él para salvar vidas.

"Una cosa es hablar y otra ver. Los médicos sabemos cuando un paciente está muy grave. Mi esposo estaba hematizado, con trombosis en varias zonas, con casi la mitad del pulmón tomado…era imposible (que viviera), pero gracias al equipo medico y Dios, hoy mi esposo esta con nosotros. Yo sé qué es la angustia y el dolor que vive la familia frente al covid". 


Lecciones de vida

La directora del hospital pediátrico más importante del país reconoce que la pandemia le ha enseñado a ser más fuerte y más comprometida con su trabajo, como una manera de agradecer su segunda oportunidad de vida.

Pero también le ha dejado lecciones a nivel personal, como valorar más el núcleo familiar, las amistades y no hacer cuestión de estado por problemas pequeños. "Muchas veces uno se dedica al trabajo, al estudio y a veces la familia queda relegada. No debe existir el egoísmo ni la envidia. Uno tiene que aprender a ser agradecida en esta vida. Entonces tenemos misiones encomendadas para seguir contribuyendo con nuestro país".

Ese agradecimiento por su segunda oportunidad de vida lo ha volcado al hospital público donde ahora labora y donde se retomó la atención covid y no covid a pesar de las limitaciones en el número de personal de salud.

El INSN-San Borja atiende casos complejos, como extirpación de tumor en niños

Tomas cuenta que en todo momento hay niños con patologías graves que necesitan trasplantes hepáticos, renales o de médula ósea, por ejemplo, a los que no se les podía cerrar las puertas de la atención. 

"Hay niñitos que venían con cardiopatías congénitas, que si no lo operas, se mueren. Cómo decir 'no, atiendo solo a pacientes covid…¡no! Se abrieron las puertas y allí mi agradecimiento a todo el personal; la atención de los niños en estado grave ha sido y sigue siendo mi gran misión". 

Aunque reconoce que cuando escucha los argumentos de los antivacunas siente una mezcla de tristeza y cólera, la doctora Tomas respira y pide a la gente que confíe en la ciencia y que no se dejen llevar por quienes no tienen el conocimiento previo.

"Como médico, como madre, como esposa y porque he visto el dolor de familiares míos y de muchas familias en el país, les digo que lo único científicamente demostrado es la vacuna. No permitan que un familiar fallezca porque ustedes no se han vacunado".

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(FIN) RRC 
JRA

Video: Zulema Tomas: vacunarse es el mejor regalo para tu familia
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Publicado: 23/12/2021