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Virgen de la Candelaria: ¿Por qué es la festividad más importante del sur peruano?

Se celebra en febrero y es la más grande y fastuosa del folclor nacional

La Festividad de la Virgen de la Candelaria, que se celebra cada febrero en la región Puno, constituye una extraordinaria manifestación de sincretismo religioso que asocia la fe católica y elementos simbólicos de la cosmovisión andina. Foto: ANDINA/Difusión.

11:17 | Puno, feb. 2.

Considerada una de las expresiones religiosas y culturales más importantes y concurridas del Perú, la Festividad de la Virgen de la Candelaria, que se celebra cada febrero en la región Puno, y cuya semana central empieza hoy 2 de febrero, constituye una extraordinaria manifestación de sincretismo religioso que asocia la fe católica y elementos simbólicos de la cosmovisión andina.

Antes del inicio del estado de emergencia nacional debido a la pandemia de covid-19, esta celebración regional solía reunir durante febrero a decenas de miles de participantes, entre lugareños y visitantes procedentes de diversas regiones del Perú y de otros países atraídos por la singular belleza de esta expresión cultural y religiosa.


A continuación, repasemos cuáles son los atributos que convirtieron a esta emblemática festividad regional que identifica no solo al departamento de Puno sino que constituye una embajadora cultural del Perú ante el mundo.


Origen de la festividad


El origen de la festividad en honor de la Mamacha Candelaria, como se le conoce en Puno, se remonta al siglo XVI con la conquista española del imperio de los incas, que estuvo acompañada de la presencia evangelizadora y pastoral de la iglesia católica que predicó la devoción a Jesucristo y la veneración a su madre, la virgen María.


Asimismo, evidencia un culto que, para muchos investigadores, está relacionado a las prácticas celebratorias de un calendario ritual agrícola prehispánico, cuya expresión estaba fuertemente impregnada de danza y música.


La advocación a la Virgen de la Candelaria, así como a los santos patrones, cruces e iglesias, fue una de las principales herramientas utilizadas por los evangelizadores españoles para promover la cristianización en los Andes y que se centró, en este caso, en el altiplano peruano.


La celebración en honor a la Virgen de la Candelaria tiene como epicentro el templo de San Juan Bautista, hoy santuario de la imagen. En un principio, esta casa de oración fue una capilla que acogía solo a la población indígena, pero luego se convirtió en el espacio conmemorativo más importante de la región Puno.


En el siglo XX, el homenaje en honor a la Virgen de la Candelaria adquirió una creciente vitalidad, transformándose en una gran festividad religiosa y folclórica que trascendió las fronteras de la región Puno irradiándose a todo el Perú y a otros países del continente.


Patrimonio de la Humanidad


El 27 de noviembre de 2014, la Festividad de la Virgen de la Candelaria fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).


Su inscripción en la Lista Representativa de la Unesco contribuye a la toma de conciencia respecto a la habilidad que tiene el patrimonio cultural inmaterial de crear espacios de intercambio y cohesión social, así como de celebración de la diversidad de creencias religiosas y expresiones culturales, como testimonio de respeto y diálogo entre comunidades.


Además, este proceso representa un ejemplo positivo de salvaguardia de una expresión de patrimonio inmaterial gracias a la participación y al consenso de la población por mantener viva esta celebración multitudinaria que enorgullece al pueblo puneño y al Perú en su conjunto.

Orden El Sol

La Festividad de la Virgen de la Candelaria fue condecorada, el 2 de febrero de 2017, con la Orden El Sol del Perú que otorga el poder Ejecutivo, en mérito a su notable aporte a la identidad nacional.

Actividades religiosas


La Festividad de la Virgen de la Candelaria tiene en su manifestación religiosa dos momentos bien definidos. El primero corresponde a su día oficial que, según el santoral católico, es el 2 de febrero. Sin embargo, el calendario de celebraciones empezaba a fines de enero con las misas de novenas y el rezo del santo rosario.


El 2 de febrero se celebra una misa muy especial que congrega a las autoridades y a numerosos fieles que, hasta antes de la pandemia, no solo abarrotaban el templo, sino que incluso seguían la liturgia desde el atrio y la vía pública. El protocolo sanitario vigente prohíbe la aglomeración de público. Luego de la liturgia tenía lugar una procesión que llevaba las andas de la venerada imagen por las principales vías de la ciudad de Puno. 


Este año, debido a las medidas de restricción sanitaria para contener la tercera ola del covid-19, que implican la reducción del aforo en las iglesias y la prohibición de las aglomeraciones, se controlará el acceso de los fieles al atrio del santuario de la Virgen de la Candelaria para que puedan elevar sus oraciones a la venerada imagen y pedir que los proteja del mortal virus.


Sin embargo, desde el 24 de enero, la festividad comenzó con las tradicionales misas de novenas, los que fueron desarrolladas de manera virtual, sin la presencia de fieles, a fin de evitar la aglomeración de personas y el aumento de riesgo de contagio.


Luego de la fecha central se desarrolla la “octava”, que se realiza comúnmente una semana después del día central, aunque muchas veces esta fecha se cambia al domingo siguiente al 2 de febrero.


En la fiesta de la octava solía existir una predominante participación de la población proveniente de las comunidades del interior de la región Puno, que arriba a la ciudad especialmente para las solemnidades a la virgen.


Concurso de danzas y pasacalle


Por su imponente colorido, la celebración folclórica, expresada en los concursos de danzas y el desfile de comparsas, es el aspecto de la Festividad en honor de la Virgen de la Candelaria que más atracción turística ha generado desde finales del siglo XX.


El estadio Enrique Torres Belón se convierte en el epicentro de los concursos de danzas autóctonas y de trajes de luces, que se ejecutan en dos domingos consecutivos y que convirtieron a Puno en la “Capital del folclor peruano”.


En el concurso de danzas autóctonas destaca la emblemática Diablada, que caracteriza a esta celebración altiplánica, así como otras de larga tradición como Sicuris, Chacareros, Llameritos, Yapuchiris, Tinti Wacas, Casarasiris, Pinkillada, Tucumanos, entre otras.


Las comunidades de danzantes aimaras y quechuas que participan en este concurso muestran impresionantes coreografías ensayadas durante varios meses. Las vestimentas de las danzas están confeccionadas con diversos materiales y evidencian la riqueza cultural ancestral que ostentan los pueblos originarios del Perú.


Por su parte, la música que acompaña a las danzas se interpreta con emblemáticos instrumentos andinos como zampoña, quena, quenacho, pinkillo, lawakumo y el charango, entre otros que, tanto de manera individual como en conjunto, transmiten la belleza singular que caracteriza a las melodías andinas. 


El domingo siguiente a este certamen se desarrolla el concurso de trajes de luces con la presentación de danzas como la morenada, los caporales, la tuntuna, entre otros, interpretadas por decenas de comparsas y asociaciones de danzantes.


La festividad costumbrista en honor a la Virgen de la Candelaria concluye con un pasacalle en el que las comparsas de danzantes participantes en ambos concursos recorren las principales vías de la ciudad, vitoreadas por el numeroso público que se congrega a los costados de la ruta de esta popular celebración que cada año congrega a miles de fieles y visitantes.

Atracción turística


Visitar Puno para esta emblemática festividad era también una ocasión para conocer sus diversos atractivos turísticos, como el mítico lago Titicaca y las comunidades aimaras que viven en sus islas flotantes, el sitio arqueológico de Sillustani, recorrer la ciudad de Puno, sus plazas, museos y talleres de artesanos, así como otras hermosas localidades como Juliaca, Lampa, Pucará, Juli, entre otros.


Recomiendan suspensión por tercera ola


Este año y al igual que el anterior, el Consejo Regional de Salud Puno y el Comando Regional covid-19 recomendaron a la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno, organizadora de la festividad, así como a las autoridades regionales y locales competentes, la suspensión de las actividades celebratorias de manera presencial. Ello para contener la tercera ola de contagios de covid-19 tanto en Puno como en todo el Perú.


En caso se resuelva la celebración de la Festividad de la Virgen de la Candelaria este año, lo cierto es que ello no disminuirá en lo más mínimo el sentir, la fe y devoción hacia una extraordinaria manifestación cultural y religiosa que identifica a la región Puno y al Perú.

(FIN) LZD/MAO
JRA
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Publicado: 2/2/2022