Los nuevos limeñitos, los recién nacidos en Lima Metropolitana, llegan en su mayoría al mundo en condiciones saludables: vigorosos, rosaditos, con buen llanto y mediante parto natural.
Además, más de la mitad proviene de San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado de la capital, que sin embargo solo cuenta con un hospital para atender partos, pues ningún centro de salud del primer nivel de atención ofrece ese servicio.
El director del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), Enrique Guevara Ríos, explicó que por ese motivo el número de nacimientos en la antes denominada Maternidad de Lima se incrementó en un 40 %, ya que las gestantes optan por ese nosocomio, dada su cercanía.
En diálogo con la Agencia Andina, el médico cirujano manifestó que la buena fama que ha logrado el hospital gracias a su programa Parto Humanizado y el acceso al Seguro Integral de Salud (SIS) han motivado a las gestantes a usar sus servicios.
“Las condiciones de nuestra asistencia son óptimas, las parturientas cuentan con habitación propia, acompañamiento durante el parto, en la posición que desean, y eso es muy bueno para el nacimiento de los bebés”, señaló.
Limeñitos de hoy
Si a eso se suma que el nosocomio promueve el contacto inmediato de la madre con su bebé, que tenga una relación afectiva con su recién nacido, le dé calor, ternura, lactancia materna exclusiva, este pequeño llega al mundo en las mejores condiciones de vida, precisó el funcionario.
“Esto tiene un impacto importante, pues, ya no son abandonados por sus madres y mejoran su 'sobrevida' gracias a la lactancia, que los nutre física y emocionalmente”, precisó.
Guevara Ríos señaló que durante el 2016 el INMP atendió 21,983 nacimientos. El 45 % de ellos fue por cesárea, pues las gestantes, sin importar su edad, no siempre cumplen con sus
controles prenatales y llegan buscando asistencia cuando se encuentran en situación de emergencia.
“Ponen en riesgo sus vidas y las de sus bebés también”, refirió tras indicar que de los partos atendidos el 30 % correspondió a madres primerizas, entre las que se hallan adolescentes y mayores de 35 años, que, por tener esa condición, pueden sufrir preclampsia, por ejemplo.
Otro dato que reportó es que unos 1,000 bebitos vinieron al mundo con bajo peso ya que nacieron antes de las 37 semanas de gestación de la mamá. Son pequeños con menos de 1.5 kilos de peso y cuya esperanza de vida es del 20 %.
Aunque en menor proporción, el 5 % de los nacimientos fue de bebés con discapacidad severa. Sin embargo, aclaró el galeno, gracias a los múltiples exámenes que se les aplica a los recién nacidos se les garantiza calidad de vida.
Madres adolescentes
Una oferta de asistencia que el INMP tiene es el servicio para madres adolescentes, que representan el 15 % de los alumbramientos de los últimos años. Ellas reciben un trato integral: desde servicio social, hasta acompañamiento psicológico y soporte emocional con la familia.
Sin embargo, de nada sirve esa especial atención, ya que si estas adolescentes –más de 3,000– necesitan trabajar, no podrán estar el tiempo necesario con su bebés y descuidarán su nutrición más adelante.
“Nosotros somos como una especie de primera base, que garantizamos un crecimiento saludable en sus primeros años de vida para que tengan un desarrollo normal. Pero lo que viene después son problemas sociales que la adolescente debe enfrentar y que el Estado tiene que resolver”, señaló.
De no ser así, puntualizó Guevara Ríos, este bebé tendrá dificultades en la relación con sus semejantes, de adaptación y de tipo emocional.
(FIN) SMS/ART
GRM
Video: Nuevos “limeñitos” nacen sanos, vigorosos y con buen semblante
Publicado: 17/1/2017