El 15 de enero del 2022, hace exactamente un año, la costa del mar peruano experimentó una tragedia de enormes consecuencias ambientales y sociales, debido al derrame de petróleo en el mar de Ventanilla, cuyos efectos negativos aún impactan en la población y la riqueza natural del Perú.
La tragedia ambiental fue reportada tras la fuga de combustible del buque petrolero Mare Doricum mientras descargaba el hidrocarburo desde el terminal 2 de la refinería La Pampilla, operada por la empresa Repsol.
En cuestión de horas la mancha espesa de petróleo fue conquistando el mar del Callao a modo de una herida que anuncia la gravedad del ataque.
Los medios internacionales no tardaron en informar al mundo sobre esta tragedia que la Organización de Naciones Unidas calificó como “el peor desastre ecológico en la historia del país”.
Para los representantes de Repsol el derrame habría sido consecuencia de un fuerte oleaje provocado por la erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha'apai en Tonga, cuyos efectos llegaron hasta donde se encontraba el barco protagonista del desastre.
¿Cuánto petróleo se derramó en el mar de Ventanilla?
Aunque en un primer momento se habló de 6, 000 barriles de crudo inundando las aguas de
Ventanilla, Repsol reconoció finalmente que fueron 10,396 los que terminaron en el océano.
Las imágenes de un mar oscuro, pesado, rebosante de combustible desató una ola de indignación entre la población, que se volcó a la costa para internar rescatar a las aves, que cubiertas de petróleo buscaban llegar a lo orilla o peñascos aledaños para salvar su vida.
No paso mucho tiempo para que equipos de biólogos marinos y veterinarios llegaran hasta las playas ofreciendo su apoyo para contener el avance progresivo de la marea negra.
Las primeras imágenes de numerosos voluntarios intentando sacar el petróleo del mar fueron reemplazadas progresivamente por las del personal de la empresa Repsol y luego del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Con baldes, carretillas y pequeñas bombas extractoras lucharon de forma titánica para extraer el combustible que podía apreciarse a lo largo de decenas de kilómetros.
Con el paso de los días, cientos de barriles apostados en las playas, repleto de crudo, se convirtieron en una imagen recurrente del litoral peruano.
La urgencia por limpiar el mar obligó a muchos a depositar los desechos en enormes bolsas de color rojo que el personal de limpieza anudaba con dificultad, por la vestimenta que llevaba; que incluía mamelucos, guantes largos y mascarillas, en medio del intenso calor del verano.
Se declaró emergencia ambiental
Seis días después del derrame, el 21 de enero, el Ministerio del Ambiente declaró en emergencia ambiental el área geográfica afectada por el petróleo, a la par de aprobar un Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo para su atención.
El hecho ocasionó la afectación de 96 sitios, entre playas, acantilados y puntas, además de dejar contaminadas diversas playas de los distritos de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay.
Muchas actividades económicas ligadas al mar, como la pesca, quedaron suspendidas, dejando sin trabajo a miles de personas.
Sanciones millonarias contra Repsol
Debido a la magnitud del desastre ambiental, el Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) presentó una demanda judicial contra la compañía por US$ 3.000 millones por concepto de daños causados por el derrame y otros US$ 1.500 millones por el daño moral a los consumidores, usuarios y afectados.
Por su parte, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) sancionó a la Refinería la Pampilla con una multa equivalente a 1571,39 UIT, por causar la muerte de 1855 especímenes y por poner en riesgo la salud de 198 individuos de fauna silvestre.
A través de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) Lima, SERFOR abrió un Proceso Administrativo Sancionador (PAS), el 14 de marzo de 2022, por infracciones al Reglamento de Sanciones en Materia Forestal y de Fauna Silvestre, “por actuar con crueldad y causar muerte de los especímenes de fauna silvestre” y “por actuar con crueldad sobre los especímenes vivos de fauna silvestre”.
Es necesario precisar que el PAS, seguido por el SERFOR contra la empresa Repsol, se circunscribe exclusivamente a lo sucedido con la fauna silvestre marino costera. Sin embargo, no por los daños ocasionados al medio ambiente.
En la misma línea, la institución dictó además tres medidas correctivas: acreditar la disposición final de los 1852 especímenes muertos de fauna silvestre; brindar atención y manutención a la fauna silvestre afectada con el derrame de hidrocarburo, la cual no podrá ser liberada; y, realizar el monitoreo biológico del estado poblacional de especies de fauna silvestre marina (aves, mamíferos y reptiles) que habitan en las áreas afectadas con el derrame de hidrocarburo.
Crean Comisión Multisectorial
A fin de garantizar la adecuada reparación e indemnización del Estado y las poblaciones afectadas por el derrame de petróleo en el mar peruano, en setiembre del año pasado, el Ejecutivo creó una
comisión multisectorial, dependiente de la Presidencia del Consejo de ministros (PCM), encargada de hacer seguimiento a las acciones adoptadas o por implementar frente a los daños ambientales generados por este hecho.
Mientras se esperan los resultados de la Comisión Multisectorial, esta semana la empresa Repsol ha informado a la opinión pública que ha cumplido con la limpieza y remediación del impacto ambiental generado por el derrame de petróleo y que incluso cuentan con estudios que avalarían el próximo reinicio de operaciones y uso de las playas afectadas.
Sin embargo, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente, considera que esto no se ha cumplido y ha impuesto tres nuevas multas a la Refinería La Pampilla S.A.A. de Repsol por un valor de 22 millones 277 mil soles. La sanción es en primera instancia.
La institución indica que a la fecha existe una situación de daño ambiental relacionada con la emergencia ambiental ocurrida el 15 de enero de 2022, no se cumplió con asegurar el área, realizar la contención, recuperación y limpieza en la zona de bahía de las Áreas Naturales Protegidas y otras áreas marinas afectadas. Y finalmente no se ha limpiado el hidrocarburo derramado en el agua de mar afectada, ni se han realizado los muestreos de comprobación de limpieza del agua.
La viceministra de Gestión Ambiental, Giuliana Becerra, se reunió este viernes con los alcaldes de Ancón, Santa Rosa y Ventanilla y se comprometió a elevar un informe sobre la situación de los balnearios, luego de verificar que la empresa Repsol, responsable del derrame de petróleo, el 15 de enero del 2022, no concluye los trabajos de recuperación.
"Nosotros vamos a volver con soluciones concretas y un calendario de las próximas acciones que desarrollará el poder Ejecutivo, estamos articulando con los ministerios y organismos técnicos una respuesta como Estado para que Repsol cumpla con limpiar las playas porque no lo están haciendo”, detalló.
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(FIN) KGR
Publicado: 15/1/2023