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Venció al covid-19 y ahora saca adelante negocio familiar con su hijo [video]

Experiencia y juventud unidos en la elaboración de pastas artesanales Castelony

Foto : Castelony- Pastas Artesanales

Foto : Castelony- Pastas Artesanales

07:47 | Lima, jun. 23.

Estuvo casi 45 días postrado en cama a causa de la covid-19. Diariamente utilizaba 3 balones de oxígeno y sentía que la vida se le iba poco a poco. Sin embargo, los cuidados de su familia y las ganas de seguir viviendo fueron el soporte para que don Isidro Ayala se ponga de pie y pueda continuar trabajando, ahora al lado de su hijo, en lo que más le apasiona: la elaboración de pastas artesanales con recetas propias.

Este emprendedor de 64 años, padre de 5 hijos, sacó adelante a su familia gracias al trabajo que aprendió cuando era joven en uno de los pocos establecimientos de Lima dedicados a este rubro. Cuenta que gracias a su dedicación y esmero por ser el mejor se dio el lujo de enseñarle a su profesor, de aquellos años, cómo se elaboran los ñoquis de papa.
 
Ayala tiene más de 40 años en este oficio y siempre ha querido dar lo mejor de sí para sus clientes. Por eso, antes de la pandemia, este emprendedor había adquirido, con mucho esfuerzo, maquinarias industriales para mejorar su producción, pero todo se paralizó debido a la cuarentena dispuesta por el Gobierno. 

“Tenía varios sacos de harina y demás insumos que tuvimos que utilizarlos en nuestro propio consumo antes de que se malograsen. Fueron meses muy duros donde solo había gastos y pérdidas”, dijo Ayala para el programa Reinvéntate Perú de la agencia Andina.


Don Isidro se define como un sobreviviente del covid-19 y asegura que esta enfermedad ha unido más a su familia. Pero no todo fue alegría. Tras su recuperación, su esposa e hijos tuvieron que asumir una larga lista de deudas por los gastos médicos realizados. Frente a este panorama, uno de sus hijos, Giancarlo, decidió reflotar prácticamente solo el negocio de su padre Castelony pastas artesanales.



Giancarlo, hijo de Don Isidro, dijo por su parte que empezó a trabajar en la fabricación de las pastas a puerta cerrada porque alguien tenía que hacerlo en la familia mientras su padre convalecía. No solo la situación económica era apremiante sino que los ahorros de su padre ya se habían acabado.

Él se encargaba de preparar y repartir desde muy temprano los pedidos de fetuccini, ravioles u otros productos que le solicitaban. Giancarlo recuerda que fueron meses de trabajo agotadores pero que siempre estuvo bajo la supervisión de su padre, quien lo motivaba a seguir adelante y no desanimarse cuando las cosas no salían como quería.  

Don Isidro dijo que el apoyo de su hijo Giancarlo ha sido fundamental para reactivar el negocio porque, gracias a sus estudios de gastronomía, se ha podido inyectar nuevos enfoques al emprendimiento de pastas ingresando también a las redes sociales y a la venta por delivery.

Ahora, Padre e hijo están más unidos que nunca porque el primero brinda la experiencia de vida y el segundo, la modernidad de ventas online

Don Isidro sostiene que para ser un emprendedor hay que trazarse un camino y ser perseverante. Para Giancarlo, el emprendedor debe tener fe y no rendirse nunca y “si las cosas no van del todo bien, hay que voltear la moneda y ver siempre lo positivo”. 

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(FIN) ICI/RRC

Publicado: 23/6/2021