10:21 | Lima, dic. 16 (ANDINA).
El escritor Mario Vargas Llosa descartó hoy que el Museo de la Memoria se convierta en un instrumento de ataque a las fuerzas del orden que lucharon contra el terrorismo, o un eventual refugio de la ideología subversiva, y destacó que su construcción permitirá reforzar la democracia.
“El Museo de la Memoria no va a ser ni un refugio de extremistas, ni un ariete contra las Fuerzas Armadas, esas son exageraciones, mentiras, calumnias”, manifestó en su calidad de presidente de la comisión de alto nivel encargada de establecer el museo.
Añadió que el interés de la comisión es que sea “un museo de las víctimas”, civiles y militares, pobres y ricos, profesionales y campesinos, donde no se les olvide y sirva de reflexión para que no ocurra nuevamente la insania terrorista.
También afirmó que el establecimiento de este recinto, en el distrito de Miraflores, permitirá reforzar la democracia en el Perú y servirá para garantizar el desarrollo económico que tiene el país en su conjunto.
“En estos momentos que el Perú está bien orientado, que estamos progresando económicamente, es muy importante reforzar la cultura democrática, y mi idea es que el Museo de la Memoria es una institución que puede servir de manera decisiva para esta tarea”, señaló.
Por ello –según dijo- aceptó ser presidente de la comisión de alto nivel, de forma tal que la instalación del museo sirva para prevenir a la nueva generación de peruanos sobre lo que significa el fanatismo, la intolerancia ideológica, la trasgresión de la ley, y los terribles sufrimientos que le causó al Perú la tragedia terrorista.
Será imparcial
En declaraciones a RPP Noticias, aseveró que el Museo de la Memoria no se parcializará de manera alguna con alguna de las partes que sufrió la violencia terrorista desatada en décadas pasadas por grupos como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
“No se trata tanto de acusar a personas concretas, no se trata de resucitar inquinas, debates partidistas, sino de estimular una reflexión seria y profunda sobre una tragedia sin precedentes en nuestra historia.
Si bien reconoció que algunos sectores rechazan el establecimiento del museo, sostuvo que la controversia no es mala si se lleva a cabo con un mínimo de decencia, de dignidad, evitando las calumnias.
Vargas Llosa agregó que pese a esas críticas, tiene la impresión de la existencia de una mayoría de peruanos que respaldan el Museo de la Memoria, tal como lo revelan diversos sondeos de opinión.
De otro lado, refirió que la idea original es que el establecimiento tenga como sede Lima, y luego se expanda a ciudades del interior a través de misiones, exposiciones locales, filiales, incluso con técnicas audivisuales que ofrece Internet.
“Esos son proyectos más a largo plazo, pero desde luego la idea es que el Museo no sea un privilegio limeño, sino que llegue a todos los peruanos”, subrayó.
Finalmente, agradeció de manera pública al alcalde de Miraflores, Manuel Masías, por haber cedido a través de su comuna el terreno que servirá para la edificación del recinto.
El Poder Ejecutivo dispuso en abril pasado la creación de esta comisión para que promoviera el diseño, la organización, implementación y gestión del proyecto Museo de la Memoria, con la cooperación ofrecida por el gobierno federal de Alemania.
De acuerdo con la disposición del Gobierno, la comisión tendrá que velar porque este museo represente, con objetividad y espíritu amplios, la tragedia que vivió Perú a raíz de las acciones subversivas de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.
La comisión de alto nivel del museo se encuentra presidida por Vargas Llosa, y conformada por monseñor Luis Bambarén, el ex presidente de la Comisión de la Verdad Salomón Lerner, el artista plástico Fernando de Szyszlo, el jurista Enrique Bernales, el arquitecto Frederick Cooper, y el antropólogo Juan Ossio.
(FIN) JCP/GCO
Publicado: 16/12/2009