A 20 años de la tragedia de Mesa Redonda, que enlutó a todo el Perú, unos 200 bomberos, con una rosa blanca entre las manos, se apostaron esta noche en los jirones Andahuaylas, Cusco y Puno, en el Cercado de Lima, para rendir homenaje a las más de 400 víctimas del devastador incendio.
El jefe de la IV Comandancia Departamental Lima Centro, brigadier mayor CBP Mario Casaretto, señaló que hombres de rojo que esta noche rindieron homenaje batallaron arduamente la trágica noche del 29 de diciembre del 2001 para salvar vidas y que en su memoria están grabados "muchos impactos que son difíciles de olvidar".
"Aquí donde estamos parados habían unos transformadores y a la hora que se incendiaron cayeron y electrocutaron a la gente que estaba huyendo; los choferes de los autos estacionados estaban calcinados; abrir una galería era encontrar muertos apilados. Cómo borrar de tu memoria una tragedia de esta naturaleza", expresó.
Al lugar llegaron deudos y amigos de las víctimas del siniestro que, además, dejó cientos de heridos y desaparecidos. Algunos lo hicieron provistos de cuadros con la fotografía de su ser querido.
El jefe bomberil sostuvo que el mensaje que desean transmitir con este homenaje a las víctimas y los deudos de Mesa Redonda es para todo el país: "los artefactos pirotécnicos causan daño" y pueden ocasionar consecuencias fatales, como aquella fatídica noche. "Eso [una tragedia como la del 29 de diciembre del 2001] no debe volver a suceder", aseveró.
Informalidad
Casaretto también puso de relieve que la informalidad en este sector afecta a muchas personas.
“La informalidad de la producción de estos [productos] pirotécnicos le hacen daño a los demás, en especial a los niños que terminan mutilados. Hacemos un llamado para que los productores paren sus actividades. Los bomberos no vamos a permitir que haya otra tragedia igual”, aseveró.
El 29 de diciembre del 2001, un artefacto pirotécnico conocido como “chocolate” fue probado dentro de una galería del emporio comercial, que era un almacén de fuegos pirotécnicos, y
generó un incendio de grandes proporciones que recién fue controlados dos días después.
“Mucha gente quedó atrapada y solo se le reconoció por el pelo, nada más”, recordó el excomandante del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) Tulio Nicolini, quien estuvo a cargo de la emergencia, en la que participaron 14 compañías de bomberos y alrededor de 250 hombres de rojo.
A pesar de que ha pasado el tiempo, las heridas van más allá del recuerdo. Algunos familiares exigen justicia por lo sucedido y creen que no hemos aprendido la lección.
“Si el Estado no pone mano fuerte siempre van a haber tragedias. La gente es muy irresponsable y no toma conciencia. Han habido 26 incendios por artefactos pirotécnicos durante las fiestas. No aprendemos la lección porque no hay una sanción drástica”, comentó una madre que participó en el homenaje.
Más en Andina:
(FIN) APD/JOT
Publicado: 29/12/2021