El Ministerio de la Mujer cumplió ayer 28 años de vida institucional y con ese motivo conversamos con su titular, Teresa Hernández Cajo, sobre los logros de su sector, y los retos que plantea desterrar de nuestra sociedad la violencia de género.
–Veintiocho años después, ¿cuál ha sido el principal aporte del Ministerio de la Mujer en la lucha contra la violencia de género, y cuál el reto a cumplir en los próximos cinco años?
–En estos 28 años hemos logrado crear la red de servicios especializada más grande en el país para la atención de violencia contra mujeres, como son los 433 Centros de Emergencia Mujer, y la Línea 100, y en el camino hemos aprendido a identificar las situaciones de riesgo y esta información nos ha permitido desarrollar diversas intervenciones para prevenir la violencia.
Estos años hemos atendido a casi dos millones de mujeres desde el 2002, a través de un servicio especializado, interdisciplinario, que se encuentra en todas las regiones. En los últimos dos años, nos hemos acercado a la población a la que nuestros servicios no llegaban, y por eso hemos creado el Servicio de Atención Rural, que ya se encuentra en 62 zonas rurales, y estamos desplegando muchos más profesionales para que se acerquen a las comunidades donde aún no tenemos presencia.
–Pero, cómo ha repercutido toda esta cobertura que nos describe en la conciencia de los peruanos, para desterrar las actitudes machistas y la violencia contra las mujeres.
–Nuestros equipos también tienen una estrategia de sensibilización a la comunidad, y esa sensibilización que se ha venido haciendo casi casa por casa, ha logrado impactos importantes como es la reducción progresiva y paulatina de los índices de violencia en nuestro país. En el 2009, de acuerdo con la ENDES, el 76 % de mujeres sufría violencia, el día de hoy la cifra dan cuenta de 53 %, hay una reducción significativa, una tendencia a la baja en la que el Ministerio de la Mujer y sus servicios han tenido una participación importante.
–Lamentablemente, ministra, los casos de feminicidio no paran, los indicadores fluctúan entre los 120 y 150 víctimas por año, qué hace falta para romper ese ritmo y a la larga empezar a desterrar ese condenable delito.
–Tenemos que reducir la tolerancia a la violencia. No puede ser posible que el 30 % de los peruanos considera que sí se justifica la violencia contra la mujer, cuando esta supuestamente le falta el respeto al marido o al enamorado. Es contra ese tipo de creencias que estamos luchando desde el ministerio.
Por eso, cada una de las usuarias de nuestros servicios recibe un plan de seguridad, para que se aleje totalmente de su agresor, por el riesgo que corre de ser nuevamente agredida, e incluso, ser víctima de feminicidio.
Pero no solo eso, también hemos desarrollado el aplicativo “Yanapp”, para que las víctimas de maltrato lo descarguen en su celular, de manera que, ante una situación de peligro, puedan enviar una alerta a seis personas de su confianza, junto con su geolocalización, de manera que pueda darse parte a la policía o acudir directamente a su auxilio.
–En los últimos tiempos han aparecido voces que quieren eliminar el Ministerio de la Mujer, cuando no cambiarle de nombre, de mujer por familia. ¿Por qué es importante que siga existiendo un Ministerio de la Mujer como tal?
–Creo que en un país en que todavía hay una tolerancia tan alta a la violencia contra las mujeres, en el que aún se educa a los niños y las niñas en ambientes donde las mujeres son golpeadas, insultadas, en el que no se reconoce igualdad, puede aparecer este tipo de propuestas. Nosotras estamos convencidas de que el Mimp no solo es necesario, sino que ha logrado atender a muchísimas personas en situaciones de riesgo, y no solo mujeres, también personas con discapacidad, adultos mayores, y niños, niñas y adolescentes en situación de desprotección o abandono.
–Justamente, este año se ha lanzado la estrategia Prevenir para proteger, que busca una presencia activa en 15 regiones, cuáles son sus objetivos, teniendo en cuenta que uno de los reclamos es prevenir la violencia, antes que una intervención reactiva a un delito.
–Lo que buscamos con esta estrategia es convocar a las autoridades locales, especialmente en las zonas en las que se registra la mayor incidencia de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes, a comprometerse con esta problemática. Que no piensen solo en obras de infraestructura, básicamente, sino que también se preocupen en desarrollar y crear nuevos servicios para este sector, y gracias a Dios, hemos tenido una buena respuesta.
Esta estrategia lo que busca es sensibilizar a la población respecto de que esta problemática existe, de lo grave que es, de los daños que causa en los niños y niñas y, sobre todo, que es posible prevenirla. Hemos identificado cuáles son las situaciones de riesgo en cada región y estamos trabajando con las escuelas, padres, docentes, pero también con las comunidades, con los líderes de las organizaciones, porque creo que este problema debemos afrontarlo de manera conjunta.
Acoso contra la Mandataria
La ministra Hernández también lamentó que exista de parte de algunos sectores críticos al gobierno, un asedio y un acoso político contra la presidenta de la República, Dina Boluarte, por el hecho de ser mujer.
“Hay un asedio y un acoso político contra la Presidenta de la República por ser mujer. Es lamentable que el día que la Presidenta se acerca a unos niños, y le canta una canción, expresando ternura, haya sido motivo de mofa, de crítica, ¿en qué país estamos?”, señaló.
“Hay una presidenta que está trabajando por el país para mejorar la calidad de vida, y en vez de sentarnos y plantear nuestras críticas de manera seria (…) lo único que escuchamos es mofa y burla respecto de cómo se viste”, agregó.
Según la titular del Mimp, hay una falta de tolerancia a que las mujeres participen en política, y eso también a regidoras y consejeras, que se quejan que nos las dejan participar o que las relegan a funciones de protocolares.