El Servicio de Acogimiento Familiar que brinda el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), por ahora como piloto en Lima, se extenderá desde este año y de forma progresiva a todo el país para garantizar o restituir el derecho de menores desprotegidos a vivir en ambientes familiares seguros.
Nancy Tolentino, directora ejecutiva del Inabif, señaló que desde el inicio de este servicio, en 2007, se logró que 44 niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo fueran insertados en familias de acogida en forma temporal. Solo este año se atendió a 25 menores desprotegidos en la capital.
La funcionaria destacó que, con la promulgación de la Ley de Acogimiento Familiar, en enero de este año, se reconoció al Inabif como la institución encargada de este tema a nivel nacional, desde su rol protector de la infancia privada de los cuidados parentales.
Indicó que para la ampliación de la cobertura del Servicio de Acogimiento Familiar se tiene previsto que en un plazo de seis años (hasta el 2020) existan equipos multidisciplinarios conformados por psicólogos, abogados y trabajadores sociales, con capacidad para atender cada uno a 15 menores.
Asimismo, se evalúa tercerizar este servicio (encargar la prestación a entidades privadas) bajo el monitoreo del Inabif, a fin de facilitar la ampliación de la cobertura y permitir la participación de entidades especializadas en la atención de los menores en riesgo.
Acogimiento no es adopción
La funcionaria aclaró que el acogimiento familiar no es una adopción, sino una alternativa que busca hogares temporales para que los menores en abandono moral y riesgo social puedan crecer y desarrollarse en el seno de una familia bien constituida,
Esto sin perder contacto con sus familias biológicas que, por el momento, no están en condiciones de asumir su crianza de forma adecuada.
Explicó que el proceso de selección de las familias acogedoras comprende la evaluación de los aspectos social, psicológico y legal de los solicitantes. En principio se busca que la familia acogedora sea la más cercana al menor, como sus abuelos y tíos. De no ser posible, se recurrirá a otras familias que son previamente evaluadas en los ámbitos psicológico, social y legal.
En el ámbito psicológico se busca conocer los datos generales de la familia acogedora, su dinámica familiar y las expectativas de sus miembros frente al Programa de Acogimiento Familiar, lo cual permite hacer el filtro inicial para pasar a la siguiente etapa de evaluación.
Asimismo, se obtiene una apreciación del perfil psicológico y desenvolvimiento integral del padre y madre acogedores, así como de sus hijos y familia extensiva (abuelos, tíos) con los que se relacionará el menor acogido.
En los ámbitos social y legal, los padres acogedores postulantes deben tener un grado de instrucción mínimo de quinto grado de secundaria, solvencia económica y no registrar antecedentes penales ni ser deudores alimentarios, ni tener inconductas que puedan significar una amenaza para la integridad de los menores.
"Este servicio convoca a las familias interesadas en acoger temporalmente a niños, niñas y adolescentes en abandono y riesgo social con el objetivo de ofrecerles la posibilidad de crecer en el seno de una familia que facilite el pleno desarrollo de su personalidad", anotó.
Capacitación
La funcionaria dijo que el servicio comprende una capacitación a las familias acogedoras debidamente evaluadas y calificadas, que deberán atender al menor mientras la familia biológica se recupere de las causales que originaron el acogimiento de su hijo o hija.
Los objetivos son capacitar y preparar a las familias acogedoras para que desarrollen conocimientos teóricos y prácticos sobre la atención integral de los niños, niñas o adolescentes en acogimiento familiar. Asimismo, desarrollar y fortalecer habilidades y capacidades que les permita cumplir las funciones encomendadas.
Con el servicio de acogimiento se busca también evitar la institucionalización del niño, niña y adolescente que se encuentra en los Centros de Atención Residencial (CAR) y que tiene el derecho a desarrollarse en el seno de una familia.
Tolentino precisó que los menores que accedan al programa deben estar comprendidos en procesos de investigación tutelar abiertos o concluidos.
El período de permanencia de los menores en los hogares acogedores no debe superar el plazo de un año, al cabo de los cuales debe retornar con su familia de origen, la cual recibirá en ese periodo la asistencia y el acompañamiento profesional del Inabif, a fin de que pueda reasumir la crianza en condiciones adecuadas de su hijo o hija.
La titular del Inabif ofreció estos alcances tras presentar la Estrategia Nacional de Acogimiento Familiar para restituir a menores desprotegidos su derecho a vivir en familia.
(FIN) LZD/RRC
Publicado: 6/5/2014