Los cálculos renales pueden aparecer en nuestro organismo en cualquier etapa de la vida y son más frecuentes a partir de los 35 años, tanto en hombres como mujeres, por lo que se deben adoptar hábitos saludables que prevengan este molesto y doloroso problema.
Los cálculos renales son compuestos sólidos similares a una piedra que se forman por la unión de cristales, los cuales a su vez se originan si hay una gran cantidad de ciertas sustancias en la orina, como el calcio y el oxalato, sobre todo cuando está muy concentrada. Pueden crecer considerablamente y obstruir el riñón, los uréteres y la vejiga.
Síntomas y factores de riesgo
El principal síntoma de esta enfermedad es el dolor intenso y súbito a nivel de la cintura, el cual se produce solo cuando los cálculos descienden por los uréteres y antes no hay ninguna molestia. Este dolor puede irradiarse hacia el costado de la espalda, el abdomen, la ingle, y en el caso de los varones puede causar dolor testicular.
Otros síntomas que pueden presentarse son el color anormal de la micción, la presencia de sangre en la orina, escalofríos, fiebre, náuseas y vómitos.
La litiasis renal –conocida comúnmente como cálculos renales– afecta al 5% de los peruanos y hay un 8% a 10% de la población que tiene el riesgo de padecer esta dolencia en algún momento de su vida.
El especialista en nefrología agregó que la mayor incidencia de litiasis en hombres está alrededor de los 30 años, pero en el caso de las mujeres se origina en dos momentos, hacia los 35 y hacia los 55 años de edad.
Zambrano también informó que las personas que han tenido cálculo renal tienen 50% más posibilidades de volver a tenerlo después de cinco o siete años.
“No consumir suficiente líquido es el principal factor de riesgo para la aparición de los cálculos renales, porque ello conlleva a que se produzca menos de un litro de orina diario, lo cual aumenta las posibilidades de su formación”, explica Aníbal Zambrano, representante de la Sociedad Peruana de Nefrología.
Otros de factores de riesgo que pueden llevar a la formación de cálculos renales son ciertos medicamentos, enfermedades del intestino delgado, así como las infecciones urinarias repetitivas y la cistinuria o formación recurrente de cálculos, que es una enfermedad hereditaria.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo de cálculo y de la gravedad de los síntomas. Los cálculos pequeños regularmente salen a través del aparato urinario por sí solos. La regla general consiste en tomar de 6 a 8 vasos de agua por día para producir una gran cantidad de orina ayudará a eliminar el cálculo.
El dolor puede ser muy fuerte. Los analgésicos de venta libre (como ibuprofeno, naproxeno), ya sea solos o junto con narcóticos, pueden ser muy eficaces.
Algunas personas con dolor fuerte por cálculos renales necesitan hospitalización. Es posible que se necesite líquidos vía endovenosa.
Para algunos tipos de cálculos, el médico puede recetar medicamentos para impedir su formación o ayudar a descomponerlo y eliminar el material que lo está causando. Si el cálculo es demasiado grande como para salir por sí solo se requerirá de una cirugía o intervenciones no invasivas como la litotricia.
La litotricia se utiliza para eliminar cálculos ligeramente menores a media pulgada (unos 13 milímetros) que se encuentran localizados cerca del riñón o del uréter.
Este método utiliza ondas sonoras u ondas de choque para romper los cálculos. Luego, los cálculos salen del cuerpo en la orina.
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