La celebración de la Semana Santa en el distrito piurano de Catacaos evidencia una de las expresiones de fervor religioso sin parangón en el Perú. Se trata de una tradicional celebración por medio de la cual la población
cataquense expresa su devoción cristiana católica, su herencia prehispánica y su afirmación de tallanidad como arraigados símbolos de identidad, fundamentos que le valieron ser declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
En efecto, el Ministerio de Cultura declaró, el 12 de febrero de 2018,
Patrimonio Cultural de la Nación a la
Semana Santa de Catacaos, destacando que es una festividad que condensa el fervor religioso con el relato histórico y la reivindicación étnica como descendientes de la etnia prehispánica tallán.
¿Cómo se celebra la Semana Santa en Catacaos?
La Semana Santa de Catacaos se inicia el Viernes de Dolores, a cargo de la Cofradía de Devoción de la Virgen María Dolorosa de la Soledad. Empieza con la reunión de los miembros de la cofradía en casa de su procurador, desplazándose al Templo San Juan Bautista de Catacaos, considerado como el de mayor fervor católico en todo Piura, para celebrar la misa en honor a la imagen de María Dolorosa de la Soledad, acompañados por una banda de músicos.
La imagen ha sido vestida de luto, adornada con joyas de oro y plata, y colocada sobre su anda. Tras la misa, es sacada en procesión, pasando frente al Palacio Municipal para luego quedarse en el local de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro. Desde aquí será sacada nuevamente en procesión por la tarde para el Vía Crucis a cargo de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, culminando con su retorno al templo.
Al día siguiente por la mañana, un grupo de miembros de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro se reúne en la Plaza de Armas de Catacaos, portando machetes y escaleras, para dirigirse a la parcela de una familia del distrito de Cura Mori, de la cual extraerán las palmeras a usar durante el Domingo de Ramos.
Domingo de Ramos
En el Domingo de Ramos se desarrollan dos liturgias, por la mañana y por la tarde, consistentes en la concentración para la bendición de palmas en distintas locaciones, y el posterior desplazamiento al Templo San Juan Bautista de Catacaos para celebrar la misa. En ambas liturgias se hacen presentes los miembros de las cofradías, incluyendo al Doliente y al Depositario, junto a los feligreses.
La liturgia de la mañana comienza con la concentración de asistentes en la Capilla Virgen de las Mercedes del barrio Pueblo Nuevo. La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén se escenifica de singular manera. A las 06:00 horas abre sus puertas la Capilla Virgen del Carmen para la entrega de numerosas hojas frescas de olivo, previamente bendecidas por el sacerdote, a decenas de fieles que se apostaron desde la madrugada en el frontis de dicha casa de oración.
Los devotos forman dos filas frente a frente, a manera de corredor humano, a lo largo de la calle Trujillo que conduce a la Plaza de Armas de Catacaos y también a la Iglesia San Juan Bautista, destino final de un peregrinaje y escenario de la misa de Domingo de Ramos.
Personas de todas las edades y condición social, entre ellas gestantes y adultos mayores, encabezadas por la Hermandad de Caballeros del Cristo Resucitado, acompañan al sacerdote, sus acólitos y al mayordomo, con cánticos alusivos al ingreso triunfal de Cristo a Jerusalén.
Incienso y melodías interpretadas por una banda de música complementan la atmósfera de este tradicional ritual religioso que se remonta a los albores de la conquista española.
El Templo de San Juan Bautista se convierte en el epicentro de esta celebración y su interior se colma de cientos de fieles que con la hoja del olivo rinden reverencia al ingreso de la comitiva liderada por el párroco. Esta iglesia, construida en 1547, es la primera que se edificó en Catacaos y es la principal casa de oración en este distrito, considerado como el de mayor fervor católico en Piura. En la liturgia se leyeron pasajes bíblicos alusivos al ingreso triunfal de Cristo a Jerusalén, circunstancias previas a su pasión, crucifixión y resurrección.
La liturgia de la tarde se da en la Capilla San Miguel Arcángel del sector Monte Sullón, desde la que parte la procesión del Señor Triunfante o Señor de Ramos, cuya imagen es trasladada sobre el lomo de una burrita blanca.
Estas actividades son coordinadas por la Sociedad del Señor de Ramos, que hacia la década de 1980 todavía se mantenía como cofradía.
Jueves y Viernes Santo
El Jueves Santo y el Viernes Santo son los días principales de la Semana Santa de Catacaos. En el Jueves Santo se recuerda la última cena y la negación de Pedro, estando las celebraciones de ese día dedicadas al Santísimo y a cargo de la Cofradía Jurada del Santísimo Sacramento.
El Viernes Santo se representa la muerte de Jesús en la cruz, siendo conducidas las actividades de ese día por la Cofradía Jurada del Santo Cristo y centradas alrededor del Cristo yacente. Durante estas fechas se vuelven especialmente relevantes las figuras del Depositario y el Doliente, así como la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo.
Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección
El Sábado de Gloria está marcado por un clima de recogimiento, siendo el acto más significativo la Vigilia Pascual. Al día siguiente, la Semana Santa llega a su fin con el Domingo de Resurrección, fecha marcada por la Misa de Resurrección por la madrugada seguida por la salida en procesión de la imagen de Cristo Resucitado.
La imagen es cargada por la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro y es seguida por las imágenes de la Santísima Cruz, la Santísima Virgen del Tránsito, la Virgen de la Luz, San Juan Bautista, y la Virgen de la Verónica.
El recorrido abarca la Plaza de Armas de Catacaos, culminando con el Gran Despedimiento en que Jesús Resucitado y la Virgen María se encuentran antes de que el primero ascienda simbólicamente al cielo.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 23/3/2023