La lactancia materna es considerada como la primera y mejor práctica de alimentación, así como la principal fuente de nutrición de los bebés en los primeros seis meses de vida. Conoce sus principales beneficios para el bebe y la propia madre.
Así lo informó Lidia Osorio Pérez, especialista en cuidado integral infantil de Sisol Salud de la Municipalidad de Lima, en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto.
Osorio resaltó que la lactancia materna no solo ofrece beneficios para el recién nacido sino también para la salud de la madre y su relación afectiva con su bebé, por lo que recomienda extenderla hasta los dos años de edad.
La leche materna aporta los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuado, además tiene la suficiente cantidad de sustancias inmunológicas que fortalecerán las defensas del bebé.
“La lactancia materna es la primera vacuna que recibe el bebé porque va a inmunizar su sistema. Esto es muy importante en los primeros días de nacido, ya que también le permite incrementar su peso y talla”, comentó en Andina al Día.
Asimismo, señaló que lo más importante es la técnica de amamantamiento que tenga la mamá. Por eso, es necesario que la madre realice los cuatro controles durante el primer mes de vida (a las 48 horas luego del alta, a los 7, 14 y 21 días de nacido).
Estos controles permiten detectar signos de alarma sobre anomalías o enfermedades que podrían tener consecuencias fatales, además se refuerza la consejería en lactancia materna y se brinda información acerca de los cuidados que requieren los neonatos.
Sobre la técnica correcta para dar de lactar, la especialista indicó que la madre debe sujetar el seno con la mano en C, luego estimular con el pezón los labios del bebé para que abra la boca. Por último, acercar al bebé hacia el pecho de tal forma que el pezón quede dentro de su boca.
“Si no duele cuando el bebé succiona y el bebé infla los cachetes, abre su boca como la boca de un pez, es decir, con los labios separados, entonces el niño está lactando correctamente”, explicó.
Es normal que al inicio de la lactancia haya lesiones en el pecho, ya que tanto el bebé como la madre recién están aprendiendo; sin embargo, resaltó que la leche materna tiene propiedades que van a curar esas heridas con el tiempo. Por ello, lo mejor es permitir que el bebé siga succionando.
Otro gran beneficio para las madres es la conexión que establece con su bebé a través de la lactancia. No solo le da nutrientes, sino que crea un vínculo afectivo que no se compara con otros métodos de alimentación.
“En las primeras horas de vida, el bebé debe ser colocado en el pecho de la mamá y hacer el reflejo de búsqueda de su pezón. Ya que en el vientre materno el bebé ha estado relacionado con el líquido amniótico, puede reconocer fácilmente el olor de su mamá”, añadió.
Además de ahorrar tiempo y dinero en esterilizar los biberones o comprar fórmula, la lactancia materna exclusiva permite que la mamá regrese a su peso original que tenía antes de salir embarazada.
A partir de los seis meses
La alimentación con lactancia materna se recomienda hasta los dos años de vida. Sin embargo, en los primeros seis meses es exclusiva, no se puede dar otro tipo de alimentos, incluso si son líquidos.
A partir de los seis meses, se puede adicionar alimentos a la lactancia materna, ya que el bebé ganó peso y talla, y necesita otros nutrientes para crecer saludablemente y evitar la anemia.
Se puede introducir alimentos ricos en hierro, imprescindibles para el desarrollo del bebé, como la sangrecita, el hígado, el bazo y los pescados oscuros como el “bonito”, comentó.
También recalcó que, luego de los primeros seis meses, no se debe suspender la lactancia materna porque nutrirá al bebé con la vitamina C para defenderse de cualquier infección ambiental, especialmente de infecciones respiratorias agudas y enfermedades diarreicas agudas.
Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes), el 68 % de niños menores de seis meses recibió lactancia materna exclusiva durante el 2020. La especialista subrayó que este porcentaje es mayor en la zona rural que en la zona urbana.
Asimismo, destacó que los bebés que recibieron lactancia materna hasta los dos años son niños muy inteligentes, sanos, seguros y con bastante apego a la mamá, comparado con niños que no han recibido una lactancia materna exclusiva o que han recibido una lactancia con fórmula.
Mitos y verdades
“No tengo leche porque mis pechos son pequeños o he dado a luz por cesárea” son mitos populares que existen sobre la lactancia materna.
Al respecto, Osorio señala que todas las mamá tienen la misma producción de leche. La cantidad depende de la succión del bebé, lo cual estimula al cerebro para la producción de leche.
“Mientras el bebé succione voy a generar leche. Pero si el bebé no succiona, toma fórmula o se acostumbra a tomar por biberón, entonces mi producción disminuye”, agregó.
Una de las opciones para no disminuir la producción, es extraer la leche y almacenarla en el refrigerador o en el congelador. Recalcó que en este procedimiento se conservan los mismos nutrientes y beneficios para los bebés.
Otro mito es: “si estoy con covid-19 o he tenido otras enfermedades respiratorias no puedo dar de lactar”.
La especialista asegura que la madre que contrae estas enfermedades puede dar de lactar a su bebé con normalidad, ya que las enfermedades respiratorias no se transmiten a través de la leche.
Lo que se recomienda es que se proteja adecuadamente, utilizando la mascarilla adecuada y mantener la constante higiene de manos.