Luego de forjarse profesionalmente en el exterior, Sebastián Stimman, convertido hoy en actor y productor, presentará su ópera prima, Yuraq, el 26 de setiembre, en el país que lo vio nacer. Esta no es una cinta cualquiera; por el contrario, explora el terror, juega con el suspenso y es una producción de género gore que se estrena de la mano de la leyenda de los pishtacos. El filme es dirigido por Pierre Taisne y participan el propio Sebastián Stimman, Susana Bamonde y Gabrielle Taisne.
–¿Cómo nace Yuraq? ¿Por qué escogiste esa historia en particular?
La palabra yuraq significa blanco en quechua y la pusimos en alusión a los pishtacos; no en vano, se decía que estas criaturas eran de tez muy clara y además porque en la historia la banda se pone pintura blanca con unas máscaras. Buscábamos, entonces, un paralelo a cuando las cosas no son transparentes.
–¿Cómo se integra a esta cinta el director francés Pierre Taisne?
Esta cinta fue concebida junto con él. Nos conocimos en Nueva York, donde viví diez años. Al inicio, comenzamos a trabajar juntos en diferentes cosas, como sesiones de fotos; y, poco a poco, creció la amistad, que decantó en un corto. Lo escribimos juntos y fue básicamente para probar si podíamos hacer un largometraje, como todos saben es muy difícil y toma mucho tiempo y dedicación.
–¿Por qué partir de un tema como este?
Al principio, solo íbamos a hacer una película en Estados Unidos, pero conversando nos dijimos hagamos algo más nuestro. Chequeando historias entre Francia y el Perú, me topo con una noticia de nuestro país en el 2009. Esta historia se mostró mucho, pero si bien tuvo relevancia, en un determinado momento ya no se habló más del tema. Nunca se aclaró lo que pasó. Nos dijimos es un tema difícil, pero a la vez fue decir: vamos con todo.
–¿Siempre te atrajo el cine de terror y suspenso?
Me fascina y desde pequeño, en vez de ver cosas normales, veía películas como Cementerio de mascotas, Chucky. Recuerdo que todos se iban a dormir y yo me escapaba a verlas en canal 13. Hoy, como actor, ver una cinta de terror en el cine es para mí una manera más fácil de perderme en la historia; sino estoy pendiente en otras cosas como la actuación, la luz...
–Hoy se hace mucho cine peruano, pero dirigido más a la comedia.
En mi caso, regreso a mi país con una propuesta distinta. Quiero mostrarle al público que hay opciones. No tengo nada en contra de la comedia, el romance, los musicales, pero lo mío va más por darle una opción distinta al espectador peruano. De hecho, cada esfuerzo posibilita que crezca la industria, poniendo mi granito de arena.
–¿A dónde quieres llevar al espectador con esta historia?
Quiero conmover, sacudir, molestar. Que algo se mueva desde adentro y por eso las escenas con estilo gore. En sala busco que el público sienta lo que los personajes han sentido: el terror, la angustia, su lucha por la vida. Ahora que la cinta está lista, veo que ha quedado una película sensorial y en esa línea seguiré con los nuevos proyectos.
–No te veremos, entonces, produciendo comedia.
–Creo que no. Aunque no lo parezca, es muy difícil dirigirla y actuarla. Considero que ese género es lo más complicado que hay en la industria.
–Eres un emprendedor del rubro, generas tus propuestas en lugar de esperar los llamados.
Esa es una de las razones por las cuales quise hacer Yuraq. Estaba cansado de esperar. Siento que necesito crear, sino es como que no hago nada.
–A pocos días del estreno, ¿imaginaste que tu retorno sería así?
Jamás imaginé volver al Perú con una película que se estrenará a escala nacional. Esta es una carrera muy difícil. Tengo gran expectativa y ya decidí que mi base será el Perú, desde aquí me moveré a diferentes partes del mundo para trabajar.
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(FIN) CFS/CFS
Publicado: 23/9/2019