Con fervor y devoción, fieles participaron el Viernes Santo en la tradicional peregrinación al Campo Guerra, en el barrio Wayku, uno de los principales atractivos turísticos de Lamas, el Pueblo con Encanto, para presenciar la escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo.
En Lamas, una multitud participó en la peregrinación del Vía crucis durante la Semana Santa, una celebración que se ha enriquecido con la participación de la comunidad nativa Kichwa El Wayku. Esta procesión, que moviliza a miles de personas, incluye la representación teatral de la pasión y muerte de Jesucristo, añadiendo un componente cultural y étnico único a la festividad.

Desde las primeras horas, niños, niñas, adolescentes y adultos acudieron a la calle Luis A. Bruzonne para recorrer junto a los actores hasta el Campo Guerra, espacio ubicado en el barrio Wayku que se transformó en un escenario vivo de fe y tradición con las conmovedoras escenificaciones de la pasión de Cristo. La vía de acceso asfaltada facilitó una caminata más segura y rápida para los peregrinos.
Esta representación, protagonizada por actores propios de la “Ciudad de los tres pisos”, con vestimentas que evocaban la época bíblica, ofrecieron una actuación llena de realismo y emoción cada momento de la Pasión de Cristo, desde su captura y juicio hasta su crucifixión. Los actores recrearon cada escena con devoción y compromiso. Los espectadores, siguieron el recorrido mientras recordaban este significativo pasaje bíblico del Viernes Santo.
Para recordar el sufrimiento de Jesús, los personajes revivieron las etapas de su muerte, divididas en 14 estaciones. Desde su condena hasta su entierro.

La escenificación del vía crucis en Lamas es conocida por sus escenas de gran impacto emocional y visual, como la flagelación y la crucifixión. La flagelación es una escena muy fuerte, causa mucho dolor, mucho miedo incluso, y la crucifixión al momento de levantar la cruz, de clavar, atravesar las manos, son momentos muy intensos, describe Cindy Flores Pinedo, gerente de Desarrollo Económico de la comuna lamista.
Explicó, que además de la presentación teatral, en la celebración de la Semana Santa se llevan a cabo diferentes rituales y ceremonias en honor a la pasión y muerte de Jesús, y miles de personas se congregan en la Parroquia Santísima Cruz de los Motilones para venerar al Cristo en la cruz.

La funcionaria a modo de reflexión puntualizó que esta celebración no solo revive la historia bíblica, sino que también nos recuerda el mensaje eterno del hijo de Dios, quien vino a darnos vida en abundancia y murió por nuestros pecados. Semana Santa es un tiempo de reflexión y regocijo, una oportunidad para renovar nuestra fe y vivir con esperanza.
En este Pueblo con Encanto y conocido como la “Ciudad de los tres pisos”, lugareños y turistas se congregan en las principales arterias de la metrópoli para participar de las festividades programadas por la municipalidad donde también aprovecharon para explorar los atractivos turísticos y la gastronomía de la zona.

La gastronomía y las tradiciones culturales sacras se fusionan, ya que, en cada Semana Santa, Lamas se viste con sus mejores galas para recibir a los visitantes. Además de disfrutar del clima, paisajes, veladas, procesiones y la escenificación de la vida, pasión y muerte de Cristo, los turistas también podrán conocer lo mejor de la gastronomía lamista.
Durante la fiesta religiosa, restaurantes, puestos de comida y rincones callejeros ofrecen una serie de platos siguiendo las técnicas gastronómicas ancestrales de la cuaresma, basados en pescados y chonta.

Entre las propuestas destacadas, se podrá degustar platos como el puré de chonta con paiche, ninajuane, juane de yuca, patarashca (pescado a la hoja), paiche panku, timbuchi de bocachico, juane de chonta, paiche frito con patacones, arroz baleado con puspo poroto y pescado seco, entre otras creatividades culinarias exclusivas de Lamas.
(FIN) JQC