Una de las grande novedades que presentó el Mundial de Rusia 2018 fue la presencia de Perú, que en esa competición rompió el maleficio de 36 años sin acudir a una fiesta máxima del fútbol. El primer rival fue Dinamarca, al que se le dominó todo el cotejo, pero no se le pudo vencer.
La fiesta de ese primer partido, programado para el 16 de junio del 2018, estaba lista para que los peruanos fueran los grandes agasajados porque tenían las graderías llenas de hinchas nacionales en el estadio el Mordovia Arena. Los aficionados nacionales dejaron los pulmones alentando a sus jugadores.
El equipo de Ricardo Gareca, que era capitaneado por Paolo Guerrero, fue claro dominador en los primeros minutos.
Para muchos analistas, el momento que definió el partido, válido por el Grupo "C", fue cuando, en los minutos finales del primer tiempo, el árbitro Bakary Gassama revisó una acción de Poulsen contra Christian Cueva en el área y pitó penalti. Sin embargo, el propio jugador nacional falló porque su remate salió por encima del travesaño.
Tras esa acción, los peruanos se demoraron para meterse otra vez en el partido durante los primeros minutos del primer tiempo y es así que llegó el tanto del danés Poulsen, en el minuto 58, dejando una selección rojiblanca más desanimada pero que nunca tiró la toalla.
En un segundo tiempo de infarto, Perú llegó a la portería de Schmeichel en multitud de ocasiones tras grandes jugadas de André Carrillo, Cueva o Polo Guerrero. Ese día el balón se había empecinado a ingresar a la valla del gigante arquero danés.
La Cadena BBC informó de que el fútbol no sabe de justicias y eso fue lo que pasó en Mordovia Arena en Saransk, donde el conjunto Rojiblanco fue el protagonista.
Esta misma actitud puso Perú en sus siguiente partidos. Ante el vigente campeón, Francia, lo hizo sufrir y cayó derrotado 1-0. Se despidió del certamen con una victoria de 2-0 ante Australia prometiendo volver para Catar 2022 a tomarse la revancha.
(FIN) JSO
Publicado: 16/6/2020