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Rupac: nuevos hallazgos arqueológicos revelan que su origen se remonta a hace 2,000 años

Pieter Van Dalen, director del proyecto, afirma que restos óseos evidencian episodios violentos en su población

ANDINA/Difusión

10:04 | Lima, jun. 19.

Por Luis Zuta Dávila

La ocupación del sitio arqueológico Rupac, situado en la zona altoandina de la provincia de Huaral, al norte de Lima, se remonta a hace 2,000 años y no a 1,000 como se pensaba hasta ahora, reveló el arqueólogo Pieter Van Dalen Luna, quien afirmó que recientes hallazgos cambian el panorama cultural que se tenía sobre este complejo urbano preínca.

“Las excavaciones permitieron recuperar una serie de contextos importantes que cambian el panorama cultural sobre el sitio de Rupac. Antes de pensaba que este sitio fue construido hacia el año 1,000 de nuestra era. Ahora tenemos evidencia que este sitio tiene una ocupación de hace 2,000 años; es decir, desde el año cero de nuestra era en adelante”, reveló Van Dalen, director del proyecto de investigación arqueológica Rupac, en entrevista con la Agencia de Noticias Andina. 


El sitio arqueológico Rupac se sitúa en lo alto de una gran montaña a 3,580 metros sobre el nivel del mar, dentro de la jurisdicción de la comunidad campesina de San Salvador de Pampas, en el distrito de Atavillos Bajo, provincia de Huaral del departamento de Lima.

Van Dalen Luna explicó que la zona donde se desarrolla la investigación arqueológica comprende los sectores Rupac como área nuclear; Corcopa, que se ubica a dos horas de camino más arriba y el cerro Chuquimango, ubicado en la cima del flanco montañoso andino a 4,800 metros de altitud y que fue el apu tutelar o divinidad más importante de las poblaciones que ocuparon Rupac, entre las que destacaron los Atavillos.


Hallazgos notables


El arqueólogo refirió que las excavaciones, iniciadas en junio de 2022, duraron cinco meses y comprendieron intervenciones en el exterior e interior de las construcciones de piedra de siete metros de alto y de forma cuadrangular y que presentan una serie de cámaras internas. Sin embargo, este proyecto pionero en el estudio arqueológico de Rupac tuvo una primera etapa de prospección en 2015, precisó.


Entre los hallazgos destacan osamentas de los pobladores de Rupac que muestran cómo eran enterrados en posición sentada al interior de las cámaras funerarias ubicadas en los recintos y cuyas puertas de ingreso eran cubiertas. “En ciertas épocas del año, los esqueletos eran extraídos de las tumbas para fines de culto a los ancestros que era una actividad muy difundida en esta zona porque significaba estar en contacto con los antepasados y generar bienestar social”, manifestó.

Violencia social


Pieter Van Dalen dio a conocer también que los restos óseos analizados en esta investigación arqueológica evidencian que hubo “violencia social” no solo con otros grupos humanos mediante guerras, sino también dentro de la misma población de Rupac.


“Hay signos de mucha mortandad infantil como contusiones, golpes y otros episodios de violencia. Ello diferencia a Rupac de otras culturas vecinas de la costa como Chancay, que en ese tiempo vivían en paz”, puntualizó.

Agregó que en las excavaciones se encontró evidencias de las relaciones que hubo entre las culturas de Atavillos y Chancay, que fueron sus contemporáneos y vecinos.


Producción metálica


En las excavaciones se hallaron también objetos metálicos elaborados en plata, cobre y aleaciones que estaban enterrados en chullpas y otras estructuras funerarias asociadas, pertenecientes a la cultura de Atavillos, que ocupó Rupac desde el año 1,000 hasta la llegada de los españoles.

“Este territorio de Atavillos fue una zona de alta producción metálica que fue aprovechada al máximo por la sociedad de entonces”, dijo.


Asimismo, se encontró cerámica fragmentada en grandes cantidades, algunas tablillas de cerámica decorada de la época de ocupación inca, así como artefactos líticos para producir objetos metálicos, textiles y cerámica, además de objetos domésticos para preparación de alimentos. 

“Esto nos indica que hubo talleres artesanales en el interior de Rupac, donde se elaboraban vasijas y también elementos metálicos como prendedores, vinchas y otros adornos metálicos personales. También hemos encontrado algunos adornos hechos de cuarzo, láminas de metal correspondiente a pectorales, entre otros objetos”, detalló.

Primeros ocupantes de Rupac


Comentó que los primeros ocupantes de Rupac fueron poblaciones de agricultores y ganaderos que se establecieron en la zona y que interactuaron con pueblos de la costa –principalmente con la cultura Lima, como lo evidencian vestigios de cerámica- y de la Amazonía peruana, como lo muestran objetos elaborados con plumas de aves oriundas de la selva. 


“Sin embargo, hacia el año 800 de nuestra era la sociedad en Rupac se complejiza y surge una entidad sociopolítica conocida como Atavillos cuya ocupación se extendió hasta el año 1450 cuando fueron dominados por los incas. Luego hubo un segundo periodo de dominación incaica hasta 1533. Y finalmente, hubo un último periodo bajo la dominación española, de 1533 a 1550 aproximadamente, cuando todos los sitios son desocupados mediante la ley de reducción de pueblos indígenas impuesta por la autoridad virreinal”, sostuvo.

La población de Rupac se trasladó no muy lejos de allí donde se fundó la localidad de San Salvador de Pampas, que en 1589 recibió la visita del entonces arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, quien bautizó a los habitantes tal como lo consigna el propio prelado en su libro de visitas pastorales.

Puesta en valor y Congreso de Arqueología


Van Dalen Luna refirió que tras culminar la fase de excavaciones en noviembre de 2022 y dar a conocer lo descubierto con motivo de la celebración de los 24 años de reconocimiento a Rupac como Patrimonio Cultural de la Nación, se espera la disposición presupuestal de parte de las entidades correspondientes (municipalidad y la comunidad) para continuar con la investigación en Rupac.

“Somos los primeros en desarrollar la investigación arqueológica en este sitio tan emblemático y esperamos continuar en una tercera temporada”, expresó al referir que en este proyecto de investigación arqueológica participan cerca de 40 personas entre licenciados, bachilleres y estudiantes de arqueología de diversas universidades nacionales y privadas del Perú.


Precisó que los trabajos de investigación en 2015 fueron financiados por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, casa de estudios de la cual es docente Van Dalen; pero a partir de allí se buscó fondos y se obtuvo financiamiento de parte de Tv Tokio de Japón para continuar con una segunda etapa de excavación y análisis en el periodo junio-noviembre 2022.

Van Dalen destacó también que está en desarrollo un trabajo de puesta en valor de Rupac y se está coordinando con el Ministerio de Cultura para realizar la restauración y continua con las investigaciones en este sitio arqueológico.

Añadió que toda la información detallada sobre estos hallazgos en Rupac será presentada en una ponencia en el Congreso Nacional de Arqueología que organiza el Ministerio de Cultura y que se desarrollará en agosto de este año. 

Atractivo turístico


El arqueólogo subrayó que los trabajos de puesta en valor en Rupac son muy importantes para fortalecer su condición de atractivo turístico que beneficia especialmente a la población de la comunidad campesina de San Salvador de Pampas, en cuyo local comunal se construyó un centro de interpretación.

Patrimonio Cultural de la Nación 


El sitio arqueológico de Rupac fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 25 de junio de 1999, luego de las gestiones lideradas por la presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines de Huaral (AHORA Huaral), Rosa Elena Balcázar, con el valioso apoyo de la comunidad y la autoridad local. 


Del mismo modo, la también denominada “Ciudad de fuego” cuenta con otro reconocimiento del Estado: el Congreso de la República la declaró de interés nacional prioritario en el año 2017. 

¿Cómo llegar a Rupac?


Para visitar esta importante ciudadela preínca desde Lima hay que viajar por tierra hasta la ciudad de Huaral, distante dos horas de Lima. Desde allí se aborda un colectivo con dirección hacia la localidad de San Salvador de Pampas en un recorrido que dura alrededor de tres horas y media. Desde allí se inicia una caminata de 6 kilómetros hacia Rúpac, trayecto que demanda aproximadamente cuatro horas, dependiendo del estado físico de la persona.

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 19/6/2023