Repetir frases o preguntas en una misma conversación durante una reunión familiar o entre amigos puede ser un signo de alarma en los adultos mayores. Pero ¿puede ser el inicio de la enfermedad de Alzheimer? Conoce en esta nota qué dicen los especialistas en salud mental del Ministerio de Salud (Minsa).
La neuróloga Maritza Pintado, de la Dirección de Salud Mental del Minsa, sostuvo que este tipo de comportamiento requiere evaluación médica, para ver si tiene relación con un posible Alzheimer u otros problemas que suelen presentarse en adultos mayores.
La especialista explicó que el cerebro, como cualquier órgano del cuerpo, envejece con los años y eso puede generar ciertos olvidos considerados normales.
Dijo que cuando la repetición de frases, la desorientación o los cambios de conducta interfieren con las actividades cotidianas es necesario acudir a un especialista para descartar un deterioro cognitivo leve o una posible demencia.
“Cuando los adultos mayores repiten las mismas frases, eso es un signo de alarma que amerita una evaluación, pero no necesariamente es Alzheimer. Es posible que puede estar dándose por otros factores, pero de todas maneras hay que hacer la confirmación”, anotó.
Explicó que, al revisar la historia clínica del paciente, el doctor podrá determinar si estos cambios sutiles en el comportamiento o frases repetidas ya se presentaban previamente.
“Tenemos tres fases: funcionamiento normal, deterioro cognitivo leve y demencia. Ojalá pudiéramos detectar a las personas en la fase intermedia del Alzheimer para intervenir a tiempo y retrasar su progresión”, detalló en declaraciones a la agencia Andina.
¿A partir de qué edad?
Pintado indicó que el Alzheimer es más frecuente a partir de los 65 años, aunque existen casos poco comunes de inicio temprano desde los 50.
“La edad no es la causa principal de la enfermedad, pero sí aumenta la frecuencia de la enfermedad en los adultos mayores”, subrayó.
Agregó que, además del Alzheimer, hay otras demencias menos frecuentes como la frontotemporal o la asociada a la enfermedad de Parkinson.
Entre las señales de alerta por Alzheimer mencionó la pérdida de memoria, dificultades para orientarse, alteraciones en el lenguaje, torpeza motora y cambios bruscos de personalidad o conducta.
¿Cómo detectarlo y el papel de la familia?
Sostuvo que la detección temprana de Alzheimer se realiza con evaluaciones clínicas y neuropsicológicas.
Pintado subrayó la importancia del acompañamiento familiar, tanto para ayudar al paciente en sus actividades diarias como para aprender estrategias de comunicación y manejo conductual.
“No solo debemos tratar al paciente; el cuidador también necesita apoyo y capacitación”, remarcó.
Ejercicios y hábitos que ayudan a prevenir
La especialista dijo que, aunque el Alzheimer no tiene cura, hay tratamientos farmacológicos y terapias no farmacológicas que mejoran la calidad de vida y hace más lenta la progresión de la enfermedad.
Pintado recomendó:
-Ejercicio físico regular y baile para estimular la motricidad y coordinación.
-Terapias cognitivas, de lenguaje y ocupacionales.
-Actividades nuevas que reten al cerebro (aprender un instrumento, idiomas, deportes).
-Controlar factores de riesgo como hipertensión, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo y aislamiento social.
“Cualquier actividad que ponga en reto a nuestro cerebro y la disfrutemos es beneficiosa: leer, aprender música, bailar, conversar, mantenerse socialmente activo. El cerebro lo agradece”, concluyó.
Más en Andina:
Publicado: 22/9/2025