¿Alguna vez has sido 'doxeado'? Este término se ha vuelto muy popular en los últimos meses. Básicamente, se trata de investigar y difundir información privada y específica de una persona a través de las redes sociales. Este tipo de ciberdelincuencia permite ubicar e identificar a un usuario sin su consentimiento previo, con el fin de acosar, avergonzar, amenazar y extorsionar a la víctima a cambio de beneficios económicos o datos relevantes.
“En los últimos años, el doxing se ha convertido en una herramienta de presión social sobre los individuos, una simple discusión o desacuerdo es suficiente para crear una carga emocional sobre el perpetrador y desencadenar una serie de exposiciones de lo que se cree que pueda intimidar y perjudicar a la víctima. Un ID de usuario en Twitter, un perfil público en redes sociales o información pública en la dark web proveniente de hackeos anteriores a empresas son una gran fuente de datos de la cual se puede obtener detalles capaces de afectar gravemente a cualquier persona”, explicó Orlando Perea, gerente general de Noventiq Perú.
A fin de evitar convertirse en una víctima del
doxing, expertos en
ciberseguridad comparten las siguientes recomendaciones:
- Reforzar la atención y el cuidado de lo que se pública en las redes sociales, como ubicación en tiempo real, chats, correo electrónico, número telefónico y, si es posible, mantener el perfil privado.
- Aplicar capas con el mayor número de medidas posibles para reforzar la seguridad de los datos, cambiar las contraseñas y reforzarlas.
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Revisar la configuración, permisos y cambios de condiciones de cada
red social, o aplicación.
- Practicar el egosurfing, es decir, buscar información propia en la web para ver qué tipo de datos están vinculados a tu nombre.
- No facilitar datos financieros cuando se haga una compra online sin antes verificar que el perfil del vendedor es legítimo y seguro.
- Validar que la red Wi-Fi a la que se conecta un dispositivo móvil sea segura.
Tendencia en aumento
Un estudio de
Kaspersky publicado a finales de junio de 2021, reveló que
uno de cada diez usuarios latinoamericanos ha sido objeto del doxing al buscar pareja
online.
Asimismo, el 82% de personas encuestadas en apps de citas como Tinder, Happn, Bumble, entre otras, expresó su temor de ser acosado por alguien a quien ha conocido en línea, una de las consecuencias del doxing. Incluso, un 11% adicional sufrió doxing al conocer personas en línea, pero al no estar familiarizado con el concepto no lo reconocieron como tal.
Otras prácticas comunes y peligrosas derivadas del doxing (como compartir capturas de pantalla de una conversación sin consentimiento, amenazar con información personal hallada en línea, filtrar fotos íntimas o acosar en la vida real) fueron también detectadas en el estudio, siendo víctimas uno de cada diez usuarios.
Sin embargo, el problema más extendido es el ciberacoso: el 17% de los encuestados admite que ha sido acosado en las redes sociales por una persona con la que no hizo match.
“El doxing es algo serio, y puede ser un método tecnológico capaz de arruinar la vida de la víctima. Exponer los datos personales con el fin de desacreditar, perjudicar y extorsionar puede convertirse en un delito común donde gran parte de la población termina afectada. Por eso, la concientización, el debate y su tipificación como delito es lo único apto para proteger a muchos en un futuro cercano. Lo mejor que podemos hacer por ahora es entender que el doxing puede afectar a cualquiera y ser precavidos mientras estamos en línea”, concluye Perea.
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Publicado: 29/1/2023