Más de 450 artistas puneños, hombres y mujeres, participaron de la escenificación de la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, emergiendo de las frías aguas del lago Titicaca. Con este acto, realizado en el marco de los 356 años de la fundación de la Ciudad Lacustre, se rindió homenaje a la historia y cultura de Puno.
Antes de iniciar el recorrido desde las islas flotantes de los Uros, la pareja mítica y su séquito realizaron una ceremonia sagrada de ofrenda a "mama qhota" (madre lago). La ceremonia, liderada por un sabio andino, buscó conectar con la cosmovisión ancestral que honra a los elementos naturales, al igual que lo hacían sus antepasados.
La pareja y sus acompañantes navegaron el lago en grandes balsas de totora conocidas como Katamaranis. Alrededor de las 10 de la mañana, desembarcaron en el Puerto Muelle de Puno, donde cientos de pobladores se congregaron para recibirlos y participar en el homenaje.
Luego de una breve ceremonia en el muelle, la pareja, vestida con trajes tradicionales, avanzó por la avenida Titicaca hasta el estadio del colegio Gran Unidad Escolar San Carlos. Allí, ante un público entusiasta, se escenificó la fundación del Imperio Inca, resaltando el legado cultural e identitario de los primeros incas.
Este año, el historiador Marcelino Apaza Levice, originario de la provincia de Azángaro, interpretó a Manco Cápac, mientras que Mama Ocllo fue representada por Julieta Maquera Llanque, abogada de la provincia de El Collao-Ilave, quien destacó por su participación en esta tradicional representación.
Durante la ceremonia central en el estadio, Apaza pronosticó un año agrícola favorable para Puno, observando los signos recogidos en la ofrenda a la madre tierra, Pachamama. La presencia de lluvias durante la travesía en el lago fue interpretada como un buen augurio para la siembra y la cosecha de productos de pan llevar.
Apaza animó a los agricultores de la región a sembrar con esmero, siguiendo las prácticas de respeto a la cosmovisión andina. Explicó que estas costumbres, como las ofrendas a la Pachamama y la reverencia al sol, buscan asegurar una cosecha próspera.
Por su parte, Julieta Maquera Llanque, actriz que dio vida a Mama Ocllo, expresó su optimismo para el sector agropecuario, destacando que las ofrendas realizadas en la isla de los Uros son un buen augurio para la temporada agrícola en curso y será siembras últimas.
Presentación de conjuntos folclóricos
Luego de la escenificación de la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, siete conjuntos folclóricos de sikuris y danzas originarias ofrecieron una vibrante presentación en el estadio de dicho colegio, como parte de la culminación de esta importante celebración cultural.
Uno de los momentos más destacados fue la clasificación del conjunto Sikuris 27 de junio Nueva Era, que obtuvo un puntaje de 91.85, asegurando su participación en el concurso de trajes de luces en honor a la octava de la Virgen de la Candelaria 2025, una de las festividades más emblemáticas de la región.
Entre los conjuntos clasificados en la categoría de danzas originarias, la Sociedad de Expresión Cultural Mercedes Achachi de Vilquechico alcanzó un puntaje de 90.36, destacándose por su interpretación de las tradiciones andinas y su fidelidad a la herencia cultural.
Asimismo, la Asociación Zampoñistas Proyecto Puno, con una puntuación de 88.63, y la Danza Autóctona Choquelas de la Comunidad de Calacoto, en el distrito de Copani, Yunguyo, que obtuvo 89.60, lograron su pase a esta importante competencia cultural.
También sobresalió la Asociación Sociedad Sikuris Peña Blanca de Santa Lucía, que alcanzó 91.05 puntos, demostrando la fuerza y el simbolismo de esta danza ancestral que resuena profundamente en las festividades puneñas.
Finalmente, el conjunto Zampoñistas Cultural Arco Blanco se sumó a los clasificados con un puntaje de 81.60, completando así el grupo de representantes de Puno que estarán presentes en las celebraciones de la Virgen de la Candelaria.
La participación de estos conjuntos en la escenificación y su clasificación para futuras festividades reflejan el valor de la tradición andina en la identidad cultural de Puno, manteniendo vivas las expresiones artísticas que se transmiten de generación en generación.