Dos delincuentes armados con fusiles asesinaron la noche del martes 2 de diciembre al profesor Rubén Coaquira Apaza y a su esposa Ninfa Huayhua en su tienda comercial de la avenida Tampopata, en el distrito de San Pedro de Putina Punco, provincia de Sandia, región Puno. El ataque ocurrió alrededor de las 19:15 horas y dejó a dos menores de edad en la orfandad.
La pareja era muy querida en la zona por su labor educativa y su trabajo en el comercio local, por lo que los familiares y los vecinos de la localidad, piden ante las autoridades policiales que investiguen con celeridad y detengan a los responsables de este crimen.
Testigos relataron que los
criminales, encapuchados y armados, ingresaron al negocio y dispararon directamente contra los esposos y tras el ataque, los presuntos asaltantes hicieron varios disparos al aire para sembrar el pánico y huyeron en una motocicleta lineal hacia el sector de San Juan del Oro. Los vecinos, aterrados, se refugiaron en sus viviendas mientras escuchaban los tiros.
Rubén Coaquira era docente de la institución educativa superior JEC “Simón Bolívar”. Tanto él como su esposa eran reconocidos por su compromiso con la educación y el desarrollo de su comunidad y su muerte ha generado profunda consternación entre los pobladores, quienes exigen justicia y mayor seguridad en la zona.
La
Policía ya inició las investigaciones para dar con el paradero de los responsables. Hasta el momento, no se ha informado sobre detenciones ni avances significativos en el caso. Las autoridades no han confirmado si el móvil del crimen fue un robo o si existieron otras motivaciones.
Vecinos y colegas del profesor Coaquira han expresado su indignación y dolor por el hecho. Muchos recuerdan a la pareja como personas trabajadoras, solidarias y siempre dispuestas a ayudar a los demás y su pérdida ha dejado un vacío en la comunidad educativa y en el barrio donde vivían.
La violencia en la región ha aumentado en los últimos meses, según reportes locales y este nuevo caso de asesinato ha encendido las alarmas sobre la falta de seguridad y la presencia de grupos delictivos armados en zonas rurales.
Mientras tanto, los dos hijos menores de la pareja quedan bajo el cuidado de familiares cercanos y la comunidad ya ha iniciado campañas de apoyo para cubrir los gastos del sepelio y brindar ayuda a los niños.