El primer panel solar flotante lacustre que abastece de agua a los pastizales que alimentan al ganado camélido de las comunidades que viven en el distrito de Ocuviri, en la provincia puneña de Lampa, ha sido creado con éxito por el joven ingeniero agrónomo oriundo de esa localidad, Juansergio Castro Suni.
Se trata de una plataforma compuesta de 34 paneles fotovoltaicos que permiten el funcionamiento de un motor capaz de abastecer de agua a once reservorios instalados en los alrededores de la laguna Chullpia, ubicada a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar.
Con esta agua almacenada se puede regar, durante todo el año, hasta 30 hectáreas de pastizales que son el alimento de las alpacas y llamas que crían los comuneros de Ocuviri y que constituyen su principal fuente de subsistencia e ingresos económicos.
La necesidad de mejorar las condiciones de vida de la población aprovechando al máximo los recursos naturales disponibles en una localidad que carece de energía eléctrica y que enfrenta con mayor intensidad los estragos de las heladas y sequías acentuadas por el cambio climático, motivó a Juansergio Castro Suni a diseñar esta novedosa plataforma cuya implementación demandó 15 meses de arduo trabajo con la importante ayuda de los habitantes de la comunidad.
“Todo lo que la humanidad ha logrado hasta estos tiempos es gracias a la energía, por eso hay que enforcanos en la energía renovable”, enfatiza Juansergio, egresado de la Facultad de Ciencias Agrarias de la
Universidad Nacional de Altiplano.
Mejora en la calidad de vida
Antes de la puesta en funcionamiento del proyecto ideado por Juansergio, las comunidades de Ocuviri dependían exclusivamente de las lluvias para contar con pastizales que alimenten a su ganado, especialmente alpacas y llamas, pero también de vicuñas, los camélidos silvestres que viven también en este vasto territorio altoandino donde las temperaturas pueden descender hasta más de 10 grados bajo cero.
“No sabíamos qué hacer en la temporada seca. Nuestro ganado empezaba a adelgazar y enfermarse ante la falta de pastizales para alimentarse”, afirma Silvia Caballa, una de las 30 socias de la Asociación Real Chullpia que lidera Juansergio Castro y beneficiarias de su proyecto innovador.
Ella coincide con Juansergio en que la presencia de la laguna Chullpia, que tiene una superficie de casi 500 hectáreas, es fundamental para la comunidad de Ocuviri, limítrofe con la provincia cusqueña de Sicuani, aunque separada por grandes montañas.
Rol protagónico de Chullpia
Además de ser una extraordinaria fuente de agua y peces, un regulador del frío clima y un potencial recurso turístico, la laguna se convirtió en un factor clave para el funcionamiento del proyecto innovador de Juansergio Castro que cambió la vida de los comuneros.
“Chullpia es nuestra fuente de vida. Si no estuviera aquí no podría haber concebido la idea del sistema de riego operado con la energía solar”, sostiene el ingeniero, cuyo proyecto fue reconocido en la exposición internacional Sun World 2019.
Proyecto respaldado por el PNUD y el Minam
Este proyecto fue una de las 32 iniciativas comunitarias que recibieron asistencia técnica y financiamiento del Programa de Pequeñas Donaciones, del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, que implementa el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con el respaldo del Ministerio del Ambiente (Minam).
Dicho programa promueve acciones locales que contribuyan a soluciones ambientales globales, mejoren la calidad de vida de las personas en los Andes y contribuyan al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
(FIN) LZD/MAO