El reciente descubrimiento de una nueva especie ratifica la calidad de Perú como país megadiverso. Un equipo de investigadores tres países halló una especie de venado enano, conocida como pudú, en los bosques de Huancabamba, en la sierra de Piura, y en otras zonas de nuestro país. Conoce la historia de este hallazgo relatada por uno de los protagonistas: Javier Barrio.
El investigador peruano nos detalla el emocionante descubrimiento del Pudella carlae o pudú de la yunga peruana, una nueva especie de pudú. Barrio, investigador quien junto a más colaboradores reveló que la especie conocida como Pudu mephistophiles hasta antes de esta investigación, engloba en realidad a dos especies distintas. Comparte los desafíos, implicaciones y la importancia de este hallazgo para la biodiversidad y conservación en la región.
El proceso que llevó al descubrimiento de Pudella carlae comenzó con un encuentro fortuito con especímenes taxidermizados en un museo escolar en Huánuco, Perú. Estos especímenes provenían de áreas que antes eran selva alta o yungas, pero habitaban en un ecosistema de páramo, lo que despertó la curiosidad de Barrio. Tras notar diferencias significativas en el cráneo y el color de estos pudús en comparación con otras muestras, el investigador se puso en contacto con expertos en genética en Brasil y Chile para confirmar sus sospechas.
“Sospeché que sería una subespecie diferente, me contacté con Eliécer Gutierrez, venezolano que trabaja con genética en una universidad en Brasil: Universidad de Santa María, y con Guillermo D'Elía, genetista uruguayo en universidad en Chile: Universidad Austral, a él le mandé las muestras colectadas y ya está. Entre todo esto y el proceso de escribir, las revisiones y la publicación, como 15 años, obviamente no exclusivamente dedicados a esto, pero es lo que demoró al final”, reveló Barrio en conversación con la Agencia Andina, subrayando los caminos que enfrentó durante la investigación.
El descubrimiento de Pudella carlae no solo añade una nueva especie al catálogo de biodiversidad peruana, sino que también tiene importantes implicaciones para la conservación de áreas naturales protegidas donde habita. Barrio espera que este hallazgo contribuya a una mejor gestión de estas áreas, especialmente en la región norte de Perú, donde se encuentra el hábitat original de esta especie.
“Espero que ayude mucho en gestionar mejor las Áreas Protegidas donde está presente, si además añadimos un Área de Protección Regional que está en proceso en la parte norte de su distribución, desde hace 4 años, área de origen del espécimen tipo de la especie”, resalta.
En cuanto a la comprensión de la evolución y distribución de las especies de pudú en Sudamérica, Barrio señala que este descubrimiento arroja luz sobre la compleja historia evolutiva de los venados sudamericanos, aunque aún queda mucho por investigar, nos dice.
Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente en términos de financiamiento y apoyo institucional para la investigación científica en Perú. Barrio lamenta la disparidad en la producción científica entre Perú y otros países sudamericanos con más recursos dedicados a la investigación.
“El financiamiento para hacer el proceso más corto, duró mucho tiempo. Algunos países de Sudamérica tienen investigadores pagados por el estado: Brasil, Argentina, Milei va a eliminarlo, ya lo dijo, Chile, y Uruguay. Desde Brasil y Argentina se publica en cada uno de ellos, cien veces más artículos científicos que Perú al año”, puntualizó.
El descubrimiento de Pudella carlae no solo es un hito científico, sino también un recordatorio de la importancia de apoyar y financiar la investigación científica en Perú y en toda la región, para proteger y comprender mejor la rica biodiversidad que alberga nuestro planeta.
Barrio compartió información sobre las técnicas utilizadas para identificar esta especie única, así como los desafíos y pasos futuros en la investigación y conservación de esta especie endémica. Barrio explicó que para llevar a cabo los análisis morfológicos, se realizaron mediciones convencionales en cráneos y pieles de los especímenes encontrados. Por otro lado, la parte genética estuvo a cargo de Guillermo D'Elía, quien aplicó técnicas especializadas en análisis genéticos para confirmar la distinción de Pudella carlae como una especie separada.
En cuanto a los siguientes pasos en la investigación, Barrio destacó la necesidad de profundizar en el conocimiento sobre la alimentación y reproducción de Pudella carlae, áreas que aún son poco comprendidas.
Al abordar las amenazas para la supervivencia de esta especie recién descubierta, Barrio mencionó que la principal preocupación es la pérdida de hábitat, seguida por la persecución y caza, tanto por parte de perros cerca de áreas habitadas como por cazadores locales. En respuesta a estas amenazas, Barrio subrayó la importancia de implementar medidas de conservación efectivas dentro de áreas protegidas.
“Es crucial destacar que Pudella carlae es una especie endémica de Perú, lo que resalta aún más la responsabilidad de proteger su hábitat único y asegurar su supervivencia a largo plazo”, aseguró
La Pudella carlae se distribuye geográficamente en la Selva alta de los Andes, al Este del río Marañón, desde la mitad sur del departamento Amazonas hasta el centro-sur del departamento de Junín.
Las áreas naturales protegidas en las que se ha registrado su presencia son: Santuario Nacional Cordillera de Colán (Amazonas), Reserva Comunal Chayu-Nain ( Amazonas), Parque Nacional Río Abiseo (San Martín), Parque Nacional, Yanachaga Chemillén (Pasco), Santuario Nacional Pampa Hermosa (Junín), Bosque de Protección Pui Pui (Junín)
El descubrimiento del pudú no solo representa un logro científico significativo, sino también un recordatorio de la importancia de la conservación de la biodiversidad en el Perú y en todo el mundo.
Investigación
En la investigación participaron científicos de Chile, Brasil y Perú. Ellos hallaron en Perú una nueva especie de pudú un tipo de ciervo, de origen peruano, distinto al Pudu puda chileno y argentino.
El estudio fue publicado en Journal of Mammalogy y en el se precisa que esta nueva especie, identificada como Pudella carlae, "es la primera especie viviente de cérvido descrita en el siglo XXI y la primera del Nuevo Mundo en más de 60 años".
En esta línea, las conclusiones del trabajo también permitieron poder dilucidar que, a diferencia de lo que se creía, la especie Pudu mephistophiles que se encontraba en Perú, Ecuador y Colombia responde realmente a dos tipos de pudúes y no a uno.
El Pudella carlae es de un tamaño intermedio: más grande que el P. mephistophiles y más pequeño que el P. puda. A su vez, cuenta con un pelaje distinto con tonalidades café claro y anaranjadas.
De la misma manera, sus orejas son un poco más ovaladas y no tan puntiagudas como las de las especies ya conocidas.