Mirian Espada López, de 33 años, vive en el anexo Piedra Blanca en la sierra de Huaura. Es madre de cuatro hijos y conoce muy bien los quehaceres de la casa con énfasis en los postres típicos. Ella es usuaria del programa Juntos del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) desde 2019.
Ella menciona que no contaba con el dinero suficiente para emprender su negocio, pero cuando ingresó al programa empezó a ahorrar parte de los abonos que recibía por llevar a sus hijos a los centros de salud y al colegio.
Mirian es una mujer muy jovial, sonríe y comenta con sinceridad los difíciles momentos que tuvo que vivir a causa de la pandemia y la cuarentena. “Juntos fue un gran soporte para mi familia”, comentó. Es así que, ante la necesidad de generar ingresos extras para el hogar, decide preparar frejol colado en mayor cantidad.
Primero fueron sus vecinos del anexo Piedra Blanca quienes probaron este dulce popular, la aceptación fue de tal magnitud que poco a poco la fueron recomendando. “Bastaba con que los clientes probaran una cucharadita y de inmediato pedían más. No lo podía creer”, dijo.
Muchas veces se aprenden cosas maravillosas en casa, más aún en Perú donde la variedad de nuestra cocina popular nos hace redescubrir cada receta para compartirla con todos. “Mi mamá nos hacía el frijol colado para Semana Santa y mis hermanos y yo nos los devorábamos. Yo aprendí la receta de mi mamá y ahora lo preparo para mi familia y vendo al público también”, afirma con orgullo Mirian y no es para menos, gracias a la venta de este dulce típico está iniciando su primer emprendimiento.
Con una preparación sencilla, pero llena de amor hacia su madre, Mirian se ha hecho conocida en las ferias de emprendimientos. “Estoy muy contenta con mi pequeño negocio. Agradezco al programa Juntos, por incentivarnos a emprender para generar nuestros propios ahorros ante cualquier emergencia”, comentó.
Son los feriados largos y los fines de semana donde los pedidos nunca faltan, sin embargo, es Semana Santa la temporada donde Mirian prepara más dulces, pues los pobladores de la zona así lo requieren. Ya no se limita solo al frijol colado, ahora también prepara ranfañote y mazamorra de calabaza.
Así como Mirian, existen varias familias que con el apoyo de Juntos inician pequeños emprendimientos, buscando una mayor productividad que les permita en el mediano y largo plazo superar las carencias propias de la pobreza.
El hogar donde vive Miriam es uno de los 653 que el programa Juntos apoya en la provincia de Huaura, y los usuarios que están en situación de pobreza y pobreza extrema, reciben el abono que entrega este programa social.
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