El presidente José Jerí Oré verificó la destrucción de más de 8,200 armas de fuego que eran utilizadas por la delincuencia.
Estas armas, entre revólveres, pistolas y escopetas, fueron incautadas durante acciones de control y fiscalización a escala nacional, muchas de ellas utilizadas en actividades delictivas que ponían en riesgo la vida y la seguridad de los peruanos.
El proceso de clasificación y traslado de las armas de fuego se ejecutó en coordinación con las jefaturas zonales de la Sucamec, la Policía Nacional y la organización británica Mines Advisory Group (MAG), que proporcionó la maquinaria necesaria, en virtud a un convenio de colaboración suscrito con la Sucamec en setiembre del 2021.
Luego de la verificación y traslado, las armas fueron sometidas a un corte mecanizado con maquinaria industrial.
Se seccionaron partes claves del arma (cañón, mecanismo de disparo y culata) para que no puedan ser reparadas.
Los restos de metal de las armas destruidas serán trasladados a la ciudad de Chimbote, en la región Áncash, donde serán fundidos en hornos de Siderperú para convertirse en materia prima de juegos infantiles y mini gimnasios que serán instalados en los distritos más vulnerables del país.
El proceso de destrucción evita el comercio ilegal de armas, reduce riesgos operativos y delictivos, promueve el reciclaje con impacto social y fortalece la seguridad ciudadana y el control estatal de armas.
La destrucción se llevó a cabo en la sede de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes), en el distrito de Ate.
(FIN) NDP/JCR
GRM
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Publicado: 12/11/2025