¿Sabías que la tibia de Miguel Grau descansa, junto a 37 presidentes de la República, intelectuales y personajes vitales de nuestra historia, en el cementerio Presbítero Matías Maestro?
Fundado el 31 de mayo de 1808, el primer cementerio público del Perú se ubica a la altura de la cuadra 17 del jirón Áncash, en Barrios Altos, y alberga, además de la imponente Cripta de los Héroes, las más bellas esculturas y curiosas historias en sus 766 mausoleos y 92 monumentos.
Presidentes y el bronce
La guía Wendy Barchi nos lleva a través de la más bella necrópolis limeña. La escultura en bronce sobre la tumba del presidente Luis M. Sánchez Cerro es imponente, igual como las cinco esculturas en mármol de personajes griegos, esculpidas en tamaño natural, alrededor del mausoleo al gran mariscal Ramón Castilla.
Un impacto similar produce el mausoleo donde descansan los restos del presidente provisorio del Perú, Óscar R. Benavides, no solo por su gran dimensión, sino también por las gigantescas esculturas en bronce colocadas en su fachada.
Freaks locales
Entre los lugares más curiosos de este camposanto está el cuartel destinado para los difuntos con más de 100 kilos de peso o aquel diseñado con nichos para las personas que tenían más de 2 metros de altura.
No deja de llamar la atención la tumba al insigne poeta José Santos Chocano, quien pidió ser enterrado de pie, así como el nicho dedicado a Micaela Villegas, ‘la Perricholi’, pero solo como una curiosidad turística, ya que sus restos descansan realmente en la iglesia de la Recoleta de San Francisco.
Un gran bloque de mármol blanco en forma rectangular descansa sobre la vía principal del cementerio, se ubica a 100 metros del mausoleo a Ramón Castilla.
Sobre la plancha de mármol se lee un extracto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Debajo está el espacio reservado para sepultar los restos del ex secretario general de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar y dos miembros de su familia. El ilustre peruano cumplirá, este mes, 97 años.
Otro valor agregado a esta ‘ciudad de los muertos’, convertida en museo, son los paseos turísticos nocturnos que organiza la Beneficencia de Lima para el público que quiera disfrutar de un periplo lleno de misterio y misticismo.
A nuestros héroes
Destaca en el Presbítero la Cripta de los Héroes, un mausoleo de más de 30 metros de alto donde descansan los restos de 234 defensores que participaron en los combates de Angamos, Iquique, Antofagasta y Callao, así como en las batallas de Tarapacá, Tacna, Arica, San Juan, Chorrillos, Miralores, Huamachuco y San Pablo, episodios de la Guerra con Chile (1879-1883).
Su distribución en tres niveles permite al visitante experimentar un momento de solemnidad en una de las etapas más significativas de la historia bélica que vivió el Perú a ines del siglo XIX, rodeado de insignes héroes como Grau, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte y Andrés Avelino Cáceres.
Arte del mejor
En este camposanto se concentra la genialidad artística de los más reconocidos escultores del siglo XIX, tales como el español Damián Campeny y los franceses Louis Ernet Barrias, Émile Robert y Antonin Mercie (estos dos últimos trabajaron en la Cripta de los Héroes).
Se puede observar, además, el talento de los italianos Ulderico Tenderini, Giovanni Battista Cevasco, Pietro Costa y Rinaldo Rinaldi, todos muy reconocidos en el medio artístico de su época.
Dato:
Las visitas guiadas al museo-cementerio son de lunes a domingo, de 09.00 a 18.00 horas. El costo es de S/. 7 (adultos), S/. 6 (universitarios) y S/. 3 (escolares).
(FIN) LIT/RRC