El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) y el Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales (CIMA) Cordillera Azul premiaron a diez organizaciones locales, en el marco de la segunda edición de la iniciativa "Emprendedores por Naturaleza – Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ)".
La premiación se llevó a cabo en la ciudad de Tarapoto el 11 de diciembre, en la que se reconoció a seis organizaciones de San Martín y Huánuco; y el 13 de diciembre en la ciudad de Pucallpa, en la que cuatro organizaciones de Loreto y Ucayali fueron igualmente reconocidas con sus premios respectivos.
Durante el evento se firmaron
Acuerdos de Conservación entre Sernanp, CIMA y cada organización ganadora, estableciendo un compromiso para implementar un plan de trabajo conjunto, y alcanzar objetivos comunes, previamente planificados. Estos acuerdos tienen una vigencia de tres años, y pueden renovarse en base a los logros obtenidos.
Además, se entregaron los respectivos contratos de donación –y cheques simbólicos– que representan el apoyo económico para el desarrollo de los emprendimientos sostenibles previamente seleccionados.
Con un fondo total de 600,000 soles, los premios financiarán proyectos que integran enfoques de género, interculturalidad y el respeto a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las comunidades nativas y las poblaciones locales. Esta iniciativa es financiada en base a los recursos del Proyecto REDD+ del PNCAZ, como un mecanismo de distribución de beneficios, y que a la fecha ha beneficiado a más de 700 familias e impulsado 15 emprendimientos sostenibles en las cuatro regiones.
Las organizaciones premiadas seleccionadas por sus iniciativas de conservación inclusiva fueron: la Asociación de Turismo Ecológico Saludable Ñuina Kama Jisti de la CN Yamino – Comunidad Nativa Kakataibo Yamino. (Ucayali), la Asociación “Artesanas Shipibas “Jisbe Rabi”– Comunidad Nativa Shipibo - Konibo Chia Tipishca. (Loreto), Comunidad Nativa Shipibo - Konibo Santa Rosa de Pirococha (Loreto), la Asociación de Productores Agrarios del Caserío del Río Cushabatay de la localidad de Nuevo San Martín– Centro Poblado Nuevo San Martín. (Loreto).
Asimismo, la Asociación Bio Agro Forestal Yaku Kawsanapa – Centro Poblado Aguano Muyuna (San Martín), la Asociación de Emprendedoras Warmi Llankakukuna. Centro Poblado Aguano Muyuna. (San Martín), la Asociación de Productores Agrarios Todos Unidos Miraflores – Distrito de Huimbayoc. (San Martín), así como también la Cooperativa Agraria de Servicios Múltiples Cordillera Azul – Distrito de Bellavista. (San Martín), el Comité de Productores Agropecuarios “Valle Verde”– Caserío Flor de Café. (San Martín), y la Asociación de Agricultores para la Conservación de la Microcuenca Pacota – ACOMPA– Distrito de Pólvora. (San Martín).
Al respecto Gustavo Montoya, jefe del PNCAZ, manifestó que esta iniciativa no solo impulsa proyectos sostenibles, sino que refuerza la conexión entre las comunidades locales y su entorno natural. Es una prueba tangible de que la conservación y el desarrollo pueden caminar juntos, dijo.
Por su parte, Benjamín Lau, gerente del Contrato de Administración del PNCAZ – CIMA Cordillera Azul, señaló que reafirmamos nuestro compromiso con la conservación del PNCAZ y con los pueblos indígenas y las comunidades locales, con el objetivo de contribuir a mejorar su calidad de vida. “Esta iniciativa (Emprendedores por Naturaleza) es un claro ejemplo de cómo trabajando juntos, podemos conservar la biodiversidad y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras", puntualizó.
Un llamado a la acción
"Emprendedores por Naturaleza" busca inspirar a las poblaciones locales de la ZA del PNCAZ para que impulsen iniciativas que equilibren la conservación del ambiente con la generación de ingresos sostenibles, asegurando el bienestar de la gente, de la mano con la preservación del patrimonio natural.
Esta iniciativa evidencia pues cómo las alianzas estratégicas entre el Estado, la sociedad civil y la población local contribuyen fuertemente a transformar desafíos en oportunidades para el desarrollo sostenible, a escala local; reflejando –de modo particular– que la conservación –bajo un enfoque inclusivo, y de derechos– no solo beneficia al entorno, sino que también potencia el futuro de las comunidades que en el habitan.
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