Por Luis Zuta DávilaUno de los destinos más cautivantes de la selva central y una de las joyas turísticas de la provincia de Oxapampa y de la región Pasco es Pozuzo, distrito fundado por colonos austro alemanes en el siglo XIX y convertido en un notable ejemplo de integración cultural y aprovechamiento turístico sostenible.
Viajar a Pozuzo es trasladarse a un destino mágico y desbordante en belleza natural, herencia pluricultural, sabrosa gastronomía y una hospitalaria población que motiva a regresar siempre.
Fundación de Pozuzo
Cuenta la historia que, en 1857, aproximadamente 180 ciudadanos austriacos y 120 alemanes abandonaron su tierra natal acompañados de su guía espiritual, el sacerdote José Egg. Con inquebrantable fe cristiana, los casi 300 migrantes europeos cruzaron el océano Atlántico a bordo del navío “Norton” venciendo desafiantes adversidades durante la travesía marítima.
Al llegar al puerto del Callao, el trayecto por territorio peruano no fue muy distinto en cuanto a las penurias que tuvieron que soportar los colonos europeos, sobre todo al cruzar la compleja Cordillera de los Andes hasta que, en 1859, arribaron a la agreste pero fascinante selva central solo 170 colonos sobrevivientes. Allí fundaron Pozuzo, una ciudad que gracias al sacrificado trabajo de sus fundadores y siguientes generaciones se ha convertido en un símbolo de abnegación, prosperidad, esperanza y de encuentro cultural peruano y austro alemán.
El distrito de Pozuzo fue creado el 29 de noviembre de 1918. Cuenta con una superficie total de 1,394.40 kilómetros cuadrados y a una altitud promedio de 823 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra a 78.6 kilómetros al noroeste de la ciudad de Oxapampa y a 520 kilómetros al noreste de la ciudad de Lima.
Su población total es de 8,307 habitantes. Pertenece a la ecorregión de Selva Alta o Rupa Rupa y posee un clima templado, cálido y tropical, con una temperatura promedio de 23°C.
Atractivos turísticos
Entre los atractivos turísticos de Pozuzo, que celebra también el 163° aniversario de la llegada de los primeros colonos austro-alemanes al Perú, destaca el Parque Nacional Yanachaga Chemillén, creado en 1986 y que cuenta con una extensión total de 122 hectáreas en las que además de Pozuzo comparte territorio de los distritos de Huancabamba, Oxapampa, Palcazú y Villa Rica.
Gracias a su gran diversidad biológica, esta área natural protegida es considerada como un “refugio del Pleistoceno”, es decir, un lugar que alberga relictos boscosos, producto de un aislamiento geográfico cuando, en un período de la historia geológica relativamente reciente y que duró varios cientos de miles de años, la mayor parte de las áreas hoy ocupadas por bosques amazónicos fueron ocupadas por ecosistemas herbáceos como consecuencia de severos cambios climáticos. La teoría de los refugios del Pleistoceno explica porque algunos bosques amazónicos presentan una muy alta diversidad biológica.
Desde el punto de vista de la diversidad cultural, entre la población asentada en la zona de amortiguamiento de este parque nacional puede distinguirse tres grandes grupos humanos: los indígenas de la etnia
Yanesha; los colonos
austro-alemanes y los
inmigrantes andinos de la sierra central del país.
Los primeros se encuentran ubicados en el flanco oriental de la cordillera de Yanachaga, en la cuenca del río Palcazú, mientras que los otros dos grupos se localizan mayormente en el flanco occidental de la misma cordillera, en el valle de Oxapampa-Pozuzo.
Recorrer esta puerta de entrada a la
Amazonía es una experiencia única que nos muestra cómo la accidentada geografía peruana, en conjunción con diversos factores, otorga una diversidad biológica única. Para entender cómo la vida silvestre se abre paso en espacios tan reducidos y agrestes, la visita al
Parque Nacional Yanachaga Chemillén es indispensable.
Catarata El Delfín
Esta hermosa caída de agua, de unos 100 metros de altura, se encuentra a una hora y media de caminata desde la localidad de Prusia, barrio pozuzino que cuenta con casas típicas alemanas y una bella iglesia.
Pozas Río Azul de Agua Salada
Estas pozas se ubican en el Bajo Chancarizo, a 10 kilómetros del centro del pueblo y 30 minutos en auto. Sus aguas son de color turquesa y están compuestas de azufre y sal, por lo que se le atribuye propiedades curativas.
Cañón de Huancabamba
Este cañón, formado por la erosión del río Huancabamba, llega a alcanzar los 800 metros de profundidad, y ofrece un espectacular paisaje donde prima una gran diversidad de especies de flora y fauna silvestre.
Museo Schafferer
Museo de dos plantas construido en madera que conserva la historia de los primeros colonos austro-alemanes establecidos en Pozuzo, a través de objetos como fotografías, textos, utensilios diversos.
Cementerio de los Colonos
Espacio de 500 metros cuadrados donde descansan los restos de los primeros colonos austro-alemanes, como José Egg, Francisco Schafferer y Luis Ipfelkofer, quienes llegaron a Pozuzo en 1859 tras una larga travesía iniciada en Europa y que, tras desembarcar en la costa del Perú, se adentraron al corazón de la selva central. Con gran sacrificio colonizaron las tierras de Pozuzo y dejaron como herencia a sus descendientes valores como la laboriosidad, la unión, la perseverancia, la identidad cultural y la convicción.
En la portada del camposanto se lee una frase en alemán que en castellano significa: "Es un pensamiento piadoso y santo orar por los difuntos". Desde 1993 se conmemora cada 25 de julio, el Día del Colono. Después de una misa oficiada en la Iglesia San José por el aniversario de Pozuzo, se realiza una ofrenda floral ante el monumento de José Egg y luego una romería al Cementerio de los Colonos.
Iglesia San José
Es la casa de oración de Pozuzo, construida bajo de la dirección del padre José Egg, con el apoyo del segundo grupo de colonos que llegó a Pozuzo, en 1868. Su culminación se produjo en 1876.
De estilo sencillo, techo a dos aguas, una sola nave y un ábside en su parte posterior, esta iglesia cuenta con estructuras piedra y arcilla, con revoque de cal y arena, material noble y acabados de madera. En su interior hay inscripciones en castellano y alemán.
Puente Emperador Guillermo I
Histórico puente construido sobre el río Huancabamba en 1877. Inicialmente fue llamado Puente Central y favoreció la actividad comercial de los colonos con otros pueblos como Puerto Mayro y la región Huánuco.
Construido inicialmente con lianas, maderas y troncos que constantemente se dañaba por la creciente de los ríos, el puente fue reconstruido en 1995 con apoyo de la Embajada de Alemania y cuenta con bases hechas con material noble y plataforma de madera, techado de tablillas a dos aguas en sus extremos, anclaje de concreto y cables de acero que ofrecen seguridad a las personas que cruzan esta estructura peatonal.
La Municipalidad de Pozuzo, a través de una Resolución de Alcaldía emitida en el año 2002, declaró a este puente como atractivo turístico y desde entonces forma parte del “Circuito turístico Emperador Guillermo I”.
Turismo vivencial
En Pozuzo existen diversos hospedajes que ofrecen distintas actividades de turismo vivencial, lo que permite, por ejemplo, cortar leña, realizar labores agrícolas, ordeñar vacas, montar a caballo, aprender pasos de bailes típicos tiroleses y prusianos, entre otras costumbres.
Pozuzo ofrece un escenario urbano donde resaltan las edificaciones residenciales de diseño austro-alemán y construidas con madera aserrada que se engarza sin utilizar clavos, lo que no afecta la solidez de las estructuras.
Son diversas las festividades celebradas a lo largo del año en Pozuzo, entre las que destacan su Semana Turística, en el mes de julio, en el que coinciden las Fiestas Patrias del Perú y el aniversario de la llegada de los primeros colonos austro-alemanes.
Gastronomía
Los visitantes de Pozuzo pueden degustar exquisitos platos típicos como el Shtrukala, que es un postre que se elabora con masa elástica y mermelada de plátano. Otro plato imperdible es la Sopa de Pelotas, que es un caldo de gallina acompañado de porciones de arroz en forma esférica, de donde proviene su nombre.
También son emblemáticas la Sopa Schittelsuppe, caldo de gallina acompañado de fideos; así como la Sopa de Albóndigas o Knödelsuppe y el caldo de gallina con fideos a base de harina de maíz tostado o Brennsuppe ; las salchichas pozuzinas o Wurst; el guiso de cerdo llamado Briala, el filete de res o cerdo apanado llamado Wiener Schnitzel.
Asimismo, pasta con salsa de carne o Gulasch mil Spätzeln; postres como el pastel de queso, el Strudel de manzana y licores a base de macerados de frutas, miel de abeja y hierbas aromáticas.
En Pozuzo también se producen y degustan cervezas artesanales que hacen honor a la tradición austro-alemana en la producción de esta popular bebida espirituosa.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 19/4/2024