Los alimentos que consumimos a diario en el Perú son generados, principalmente, por miles de familias campesinas de zonas rurales que contribuyen con su indesmayable trabajo agropecuario a nuestra subsistencia y nutrición saludable. ¿En qué consiste la agricultura familiar y por qué es clave en Perú?, ¿Cuál es su aporte a la biodiversidad?
¿En qué consiste la agricultura familiar?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura familiar incluye todas las actividades agrícolas de base familiar y se relaciona con varios ámbitos del desarrollo rural. La agricultura familiar es una forma de clasificar la producción agrícola, forestal, pesquera, pastoril y acuícola gestionada y operada por una familia y que depende principalmente de la mano de obra familiar, incluyendo tanto a mujeres como a hombres.

Tanto en países en desarrollo como en países desarrollados, la agricultura familiar es la forma predominante de agricultura en la producción de alimentos.

Para la FAO, a nivel de cada país hay varios factores clave para un desarrollo exitoso de la agricultura familiar, como las condiciones agroecológicas y las características territoriales, el entorno normativo, el acceso a los mercados, el acceso a la tierra y a los recursos naturales, el acceso a la tecnología y a los servicios de extensión, el acceso a la financiación, las condiciones demográficas, económicas y socioculturales, o la disponibilidad de educación especializada, entre otros.
Rol clave de la agricultura familiar en Perú
La Política Nacional Agraria del Perú considera a la agricultura familiar como eje y base de todo su sistema agroalimentario, que permite alcanzar el objetivo de lograr una dieta saludable, producida eficientemente, que no produce daño al medio ambiente y es accesible para todos. Asimismo, tiene un importante papel socioeconómico y cultural.

En ese sentido, dicha política resalta el empoderamiento de la mujer rural debido al rol central que desempeña en la seguridad alimentaria y la agricultura familiar. En Perú son más de 3 millones de personas dedicadas a la agricultura familiar, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

También es fundamental el papel que desempeñan las comunidades campesinas y nativas, que conducen grandes extensiones de territorio biodiverso y son depositarias de los conocimientos y tecnologías ancestrales; y enfatiza la promoción de la economía circular en la agricultura.

La Política Nacional Agraria busca la aplicación de fundamentos agroecológicos en la producción agrícola, la innovación agrícola y la tecnología como herramientas esenciales que contribuyan con el incremento de la productividad de los agricultores y las agricultoras.

La agricultura familiar cumple un papel clave en la lucha por la erradicación del hambre y la pobreza, en la seguridad alimentaria y la nutrición de la población, así como para mejorar las condiciones de vida, la gestión de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y lograr el desarrollo sostenible, en particular en las zonas rurales.
Papel crucial durante la pandemia
La pandemia del covid-19 evidenció la gran importancia de la agricultura familiar para la seguridad alimentaria, así como su potencial para la superación de la pobreza, la generación de empleo y la reactivación de la economía en general.

En ese sentido, la Política Nacional Agraria busca impulsar una producción de alimentos orientada a enfrentar el hambre, la anemia y la malnutrición, lo que coadyuvará a la mejora del bienestar de las personas, especialmente, de aquellas en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Ello implica que los sistemas alimentarios estén vinculados a objetivos de sostenibilidad, productividad, nutrición, inclusión, género y resiliencia frente al cambio climático.

Por ello se debe priorizar elevar el nivel de vida de los productores agrarios, el uso sostenible de los recursos, el desarrollo de procesos de inclusión social y económica de la población rural y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y nutricional.
El más claro ejemplo del aporte clave de la agricultura familiar durante la pandemia en Perú fueron los mercados “De la chacra a la olla”, impulsados por el Midagri y cuya presencia en todas las regiones del país permitió a la población adquirir alimentos de primera necesidad a precio de productor, sin intermediarios, lo que benefició directamente a las familias agricultoras y a los consumidores.
Aporte de la agricultura familiar a la biodiversidad
El aporte de la agricultura familiar a la biodiversidad es fundamental porque contribuye a la protección de nuestra riqueza de flora y fauna en el actual contexto de cambio climático.

Gracias a la agricultura familiar es posible la preservación de cientos de variedades de papa nativa que se cultivan en zonas altoandinas, a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar, así como muchas variedades de cereales andinos como la quinua, kiwicha y cañihua, entre otros; frutas como el aguaymanto, el cacao y el café producidos de forma orgánica sin utilizar insumos químicos agresivos, entre otros cultivos oriundos del Perú.

El Proyecto de Agrobiodiversidad que impulsa el Ministerio del Ambiente (Minam) y el Midagri, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reconoce el trabajo de 3,360 familias de productores conservacionistas mediante el mecanismo de Retribución por Servicios de Conservación de la Agrobiodiversidad (RESCA).
(FIN) LZD/MAO