El invierno suele generar una disminución de la energía y el ánimo decaído en algunas personas, sin embargo, cuando los síntomas se intensifican podríamos hablar del trastorno afectivo estacional (TAE), una patología que tiene relación directa con las estaciones astronómicas.
La jefa de consulta externa del Hospital Nacional Víctor Larco Herrera (HVLH) del Ministerio de Salud (Minsa), Judy López, explicó que este trastorno suele generar síntomas depresivos que se presentan a inicios del otoño o del invierno.
Suele ser más frecuente en mujeres entre los 20 y 50 años que viven en zonas no ecuatoriales, donde la presencia de la luz solar disminuye durante estas temporadas.
“La prevalencia del trastorno afectivo estacional en la población es entre el 1 % y el 10 %; es decir, 1 de cada 100 personas podría tenerlo. No existe una causa específica, solo que se encuentra asociado a la luz solar y las características de la personalidad de cada individuo o algún componente genético-hereditario”, explicó la especialista.
Los signos más frecuentes para identificar el TAE son los sentimientos de tristeza, falta de ánimo, de energía, pérdida del optimismo, irritabilidad, pérdida del interés por actividades que antes disfrutaban, problemas para conciliar el sueño o dormir demasiado, pérdida o aumento del apetito.
“Por lo general, estos síntomas no generan alteración en el funcionamiento de la persona, pues pueden seguir cuidando de sí mismos, de los demás y realizar sus actividades cotidianas con normalidad. En estos casos lo que solemos recomendar es que pasen tiempo con su entorno más cercano de amigos y familiares, que no se aíslen, que realicen actividades de disfrute”, añadió López.
En el caso de aislarse, tener ideas de muerte o la pérdida total del apetito, es necesario buscar ayuda profesional. Las personas pueden acudir al establecimiento de salud más cercano a su domicilio o comunicarse a la línea gratuita 113, opción 5.
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Publicado: 10/7/2024