El Perú registra importantes avances en la meta de reducir en un 40 % las emisiones de gases de efecto invernadero al 2030, pero aún se requieren de esfuerzos para lograr la meta trazada.
Hace cuatro años el Ministerio del Ambiente (Minam) creó la
Huella de Carbono Perú, una herramienta innovadora y de acción climática del Estado peruano que permite reconocer oficialmente el esfuerzo de las organizaciones públicas y privadas en reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a través de la medición de sus emisiones y el reporte de las acciones para reducirlas y/o neutralizarlas.
La Huella de Carbono Perú se compone de los siguientes instrumentos: Calculadora de Emisiones gratuita para medir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en base a la Norma Internacional NTP ISO 14064-1. La ISO se basa en cinco principios: pertinencia, cobertura, coherencia, exactitud y transparencia.
Otro instrumento es un Sistema de Reconocimiento, a través del cual se puede incrementar y reconocer el grado de ambición de las organizaciones en la gestión de emisiones de GEI. Cuenta también con un Registro de Participantes, en donde públicamente se reconocerá el grado de ambición en la gestión de emisiones de GEI.
Por último, ofrece una Lista de Proyectos nacionales que ofrecen reducciones de emisiones para neutralizar; así como una Relación de Verificadores aptos para comprobar la calidad de las mediciones.
Según el Ministerio de Ambiente (Minam), 327 empresas reportaron sus emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI); y de ese grupo, alrededor del 80 % pertenece al sector privado, destaca un estudio realizado por Beeok, una empresa especializada en la medición del impacto ambiental.
“Hoy en día han surgido nuevas tecnologías y metodologías más precisas para medir y gestionar la
huella de carbono en diversos sectores, lo que permitirá a las empresas, organizaciones y gobiernos tener una mejor comprensión de sus impactos ambientales. Poner esta problemática en tema de conversación e incluirla en las estrategias de las empresas es también un valor agregado que obtienen para su reputación”, aseveró Cristián Bustos, CEO de Beeok.
La huella de carbono representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen las actividades económicas y cotidianas del ser humano. En Perú, se encuentra en el centro de atención a medida que el país se embarca en un esfuerzo significativo para evaluar y abordar su impacto ambiental. La situación actual revela un claro panorama sobre las acciones necesarias a tomar en busca de un país más sostenible.
Frente a ello, el también experto en medioambiente y sostenibilidad, menciona porque es importante conocer cuales son los beneficios de gestionar y controlar esta huella de carbono:
1. Contrarrestar el cambio climático: Perú es un país altamente vulnerable al cambio climático debido a su geografía diversa que incluye montañas, selvas y costas. La emisión excesiva de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), puede acelerar el cambio climático, lo que resulta en efectos negativos como el aumento de las temperaturas, la alteración de los patrones climáticos y el derretimiento de los glaciares andinos.
2. Sostenibilidad económica: Es un país exportador de recursos naturales como minerales, pesca y productos agrícolas. La adopción de prácticas sostenibles y la reducción de la huella de carbono pueden mejorar la sostenibilidad a largo plazo de estas industrias, asegurando que los recursos naturales se utilicen de manera responsable y se proteja el medio ambiente para las generaciones futuras.
3. Compromisos internacionales: Se han firmado varios acuerdos internacionales relacionados con la mitigación del cambio climático, como el Acuerdo de París. Reducir la huella de carbono es fundamental para cumplir con estos compromisos y contribuir de manera significativa a los esfuerzos globales para limitar el calentamiento global a menos de 2 grados celsius por encima de los niveles preindustriales.
“La reducción de la huella de carbono en Perú es crucial para proteger el medio ambiente, preservar la biodiversidad, promover la sostenibilidad económica y cumplir con los compromisos internacionales para abordar el cambio climático”, concluyó Bustos.