En el caso del suboficial Elvis Miranda, quien cumple siete meses de prisión preventiva en Piura por abatir a un delincuente, ha sucedido una situación verdaderamente insólita, pues mientras la autoridad está presa el cómplice del malhechor salió en libertad.
Así lo reveló el ministro del Interior, Carlos Morán, quien dijo que todo este hecho es "de Ripley" y pone en evidencia una tremenda contradicción en el manejo de la justicia.
Cuestionó que el fiscal encargado del caso haya calificado de simple "hurto" el asalto perpetrado por tres delincuentes - uno de ellos abatido- cuando en realidad se trata de un
caso de robo agravado.
Agregó que con esa tipificación del delito, uno de los cómplices del delincuente abatido se acogió a la figura de la "terminación anticipada".
Morán anotó que decisiones judiciales de ese tipo generan sensación de impunidad y consideró en ese sentido que se deben endurecer las penas porque no son ilícitos menores, "sino delitos de alto impacto".
Agregó que los fiscales antes de presentar la denuncia policial deberían solicitar informes al Ministerio del Interior, como se hace en los casos de delitos tributarios, cuando se pide información a la Sunat.
Ante la Comisión de Defensa Nacional del Congreso de la República, Morán recordó que el personal policial está facultado a usar su arma de reglamento dentro de los parámetros de la ley, pero que sería conveniente robustecer la protección a los efectivos con iniciativas legislativas.
Morán también abogó por la modificación del Nuevo Código Procesal Penal, que, dijo, constriñe las funci0nes policiales.
"La actuación policial se ve limitada porque, de ocurrir un hecho flagrante, el policía solo puede cumplir las diligencias que el fiscal decida. Ya se perdió la proactividad, la celeridad y la iniciativa, propiciando condiciones de impunidad, y si el policía actúa de 'motu proprio' puede ser denunciado", afirmó.
Se pronunció igualmente a favor de que se revise el Acuerdo de Sala Plena de la Corte Suprema, que establece proporcionalidad para castigar a los agresores de policías.
La agresión a un policía -señaló- tiene que derivar en el impedimento de desarrollar sus actividades para que el agresor de la autoridad sea encarcelado.
Sobre ello, dijo que el caso de Silvana Buscaglia -la mujer que abofeteó a un policía en el aeropuerto- significó un antes y un después en este tema.
"Agredir a una autoridad no se puede graduar de menos a más, porque se le da una bofetada, se le golpea con un objeto contundente o se usa un arma de fuego, y que eso se castigue con comparecencia o pena de cárcel. Agresión es agresión y es contra la autoridad", comentó.
Morán calificó el caso Buscaglia de "nefasto", porque la agresora fue beneficiada con la gracia presidencial del indulto en el gobierno de Ollanta Humala.
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(FIN) ART/ART
GRM
Publicado: 21/1/2019