11:10 | Lima, nov. 14 (ANDINA).
Es la planta más dulce del planeta. La stevia, o estevia, fue descubierta en Paraguay en 1882, pero recién en los últimos cinco años las grandes empresas del mundo decidieron no solo promover su cultivo en prodigiosas tierras como el Perú, sino también utilizarla en la fabricación de bebidas gaseosas, chocolates, yogures y más productos, aprovechando la gran rentabilidad en todo su proceso productivo.
Esta milenaria planta se cosecha hasta seis veces al año en el Perú. Empleada de manera natural es 30 veces más dulce que el azúcar, pero procesada (refinada) rinde 300 veces aún más dulce.
De acuerdo con el ingeniero Sergio Rojas Montoya, profesor emérito de la Universidad Nacional Agraria La Molina, gracias a esta maravillosa planta, que ya se cultiva mayormente en nuestra Selva, miles de peruanos con diabetes no tendrán que privarse de consumir dulces, pues presenta una propiedad reguladora de los niveles de azúcar en la sangre.
“Este edulcorante natural extraído de las hojas como steviósido y rebaudiósido (cristales que después son procesados como el azúcar) es ideal para las personas con obesidad y aquellos que se someten a dietas, porque no aporta calorías al organismo. Además, es un poderoso antioxidante que neutraliza los radicales libres que causan varias enfermedades, destruye bacterias como la Escherichia coli y Salmonella, y desintoxica de la histamina que origina problemas de alergia.”
La stevia, que crece hasta un metro de altura y es considerada como el edulcorante orgánico del siglo XXI, es también rica en magnesio, importante para luchar contra la osteoporosis y una valiosa fuente de antioxidante (cinco veces superior al té chino o japonés) recomendada para retardar el envejecimiento y prevenir el cáncer.
Denominaciones
De allí que muchas firmas comerciales pretendan relacionar sus productos con nombres como “Camino puro”, “Camino verdadero” o “No contaminado”.
“La stevia es más dulce que la sacarosa. A los diabéticos y obesos se les recomienda incluirla en las bebidas, alimentos y medicinas como sustituto de los edulcorantes químicos, que son ofensivos para la salud.”
La stevia comenzó a cultivarse en nuestra Amazonía con cepas paraguayas, chinas y japonesas. Se calcula que hay cerca de 50 hectáreas de cultivo en San Martín, Amazonas, Cajamarca y Arequipa.
En la actualidad, su pequeña producción (aproximadamente 350 toneladas anuales) es absorbida por el mercado nacional. Ocho marcas utilizan sus hojas secas para venderlas como filtrantes, otros como harina que sirve a la industria panificadora y hay quienes la hierven y la expenden al público como extracto líquido.
Para 2012, cuando una empresa suiza instale la primera refinería, el Perú comenzará a trabajar a escala industrial y de exportación de steviósidos. “Solo una de las cientos de empresas de Japón quiso comprar 30 toneladas de hojas secas de stevia en el Perú, pero nuestra producción todavía no puede responder esa demanda”, indica Rojas Montoya.
Recuerda que en noviembre de 2008, tras la visita de investigadores suizos, inversionistas de ese país compraron un terreno en la Región San Martín y en octubre lograron obtener cuatro hectáreas de stevias. Para diciembre, ellos esperan llegar a 10 hectáreas y para 2010 dos mil hectáreas de esa planta.
“Suiza quiere hacer del Perú el más grande productor de stevia del Grupo Andino”, sostiene el autor del único libro existente en el mundo sobre esta planta.
Rentabilidad
Otra ventaja para producir stevia en el Perú es su clima. La Amazonía es apta para el cultivo, mucho más que en Paraguay, Brasil y Argentina, razón por la que rinde más por cosecha que en esos países (mayor productividad): hasta siete toneladas de hoja seca por hectárea frente a 1.5, 3 y 4 toneladas en otras regiones sudamericanas.
“La stevia puede activar la economía y la industria, especialmente en los países en desarrollo; crear puestos de trabajo y mejores ingresos para las familias campesinas.”
Alternativa
Para Rojas Montoya, la rentabilidad de esta herbácea debe motivar a los agricultores que ilegalmente están involucrados en la siembra de coca. “El negocio de la hoja de stevia es más rentable que los cultivos ilícitos y varios otros cultivos alternativos, crece donde hay campos de coca y caña de azúcar.”
“Es más rentable que el aspartame, edulcorante químico que afortunadamente está en retirada en el mercado mundial. El dulzor del steviósido es 33% más barato en relación con el azúcar y reduce los costos de producción.”
Como ejemplo, muestra que una conocida bebida gaseosa nacional de tres litros con steviósido se compra hoy a 3.8 nuevos soles, en cambio otra con azúcar se vende a 6.50 nuevos soles. Otra ventaja es que la stevia es un cultivo limpio; por tanto, no contamina el medio ambiente.
Mundial
Japón fue el primer país que industrializó la stevia en la década de 1970. Sus autoridades aprobaron su uso como sustituto del azúcar y de las sacarinas así como para el tratamiento de la diabetes. Así, se utiliza como edulcorante de mesa, ingrediente en panaderías y para la elaboración de yogures y bebidas gaseosas. Grandes embotelladoras ya la incluyen en bebidas dietéticas.
En 1995, Estados Unidos lo utilizó como suplemento alimenticio y abrió el mercado hacia América. En el Perú, se expende al público en bebidas gaseosas desde 2005, pero con steviósidos importados.
Brasil tiene aproximadamente mil 200 hectáreas de stevia; Paraguay, dos mil y China, 25 mil hectáreas (85% del total cultivado en el planeta). Japón, con 32 fábricas procesadoras y extractoras de steviósido, es la nación que más consume el dulce de la stevia. China en cambio tiene 9; Paraguay, 6 y Brasil 2.
(FIN) RGG/RRC
Publicado: 14/11/2009