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¡Pitahaya de altura! Investigadores ayacuchanos logran su adaptación a los valles andinos

Proyecto de investigación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga

Una investigación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga de Ayacucho logró la aclimatación de la fruta amazónica pitahaya a la altura de la sierra, donde puede cultivarse sin dificultad y convertirse así en una excelente opción productiva para los agricultores de los valles interandinos.

Una investigación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga de Ayacucho logró la aclimatación de la fruta amazónica pitahaya a la altura de la sierra, donde puede cultivarse sin dificultad y convertirse así en una excelente opción productiva para los agricultores de los valles interandinos.

04:00 | Ayacucho, may. 13.

Una investigación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga de Ayacucho logró la aclimatación de la fruta amazónica pitahaya a la altura de la sierra, donde puede cultivarse sin dificultad y convertirse así en una excelente opción productiva para los agricultores de los valles interandinos.

Así lo demuestra el proyecto de investigación “Evaluación de la aclimatación del cultivo de la pitahaya en las condiciones agroecológicas del Centro Experimental Wayllapampa”, a cargo del tesista Hever García Cayampi, de la Escuela Profesional de Agronomía, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.


El investigador sostuvo que uno de los objetivos del estudio, iniciado hace casi tres años, es evaluar el crecimiento y desarrollo de la planta en su variedad de cáscara color fucsia. Para ello, se ensayó su plantación en un sector del Centro Experimental Wayllapampa, que tiene una superficie total de 457 hectáreas y que se encuentra a alrededor de 40 minutos de la ciudad de Huamanga.


“El cultivo se está aclimatando y dando frutos en los valles interandinos, a una altura de 2,500 metros sobre el nivel del mar. “Muchas de las plantas han alcanzado una altura de 1.5 metros y notamos un crecimiento vigoroso”, afirmó.  


Añadió que el segundo objetivo es calcular el costo de producción de la pitahaya en los valles interandinos de la región Ayacucho.

Superalimento


A la par con su probada adaptación a diferentes condiciones agroecológicas de la selva y ahora en la sierra, la pitahaya es un fruto considerado un prodigioso superalimento gracias a sus importantes propiedades nutricionales que favorecen el buen funcionamiento del organismo y fortalecen el sistema inmune frente a diversas enfermedades.


Conocida por los llamativos colores amarillo o rojiza de su cáscara, la pitahaya tiene forma ovalada y su cáscara presenta protuberancias con puntas de color verde y amarillo, por lo que se le conoce también como la “fruta del dragón”. Su tamaño va desde los 8 hasta los 12 centímetros de largo y su peso varía de 150 a 450 gramos. 


Su pulpa es blanquecina o fucsia con numerosas y pequeñas semillas negras que, en conjunto, brindan un sabor dulce y cítrico muy refrescante. 

Propiedades nutricionales


Se trata de un fruto que tiene muy bajo aporte calórico, por su baja concentración de carbohidratos, pero tiene un alto contenido de vitamina C, ideal para prevenir enfermedades respiratorias como la gripe y los resfriados, además de mejorar la absorción del hierro de los alimentos por lo que ayuda a combatir la anemia.


Contiene minerales como el calcio, hierro y fósforo. Asimismo, es una gran fuente de antioxidantes y vitaminas del complejo B como la Tiamina (B1), Riboflavina (B2) y Niacina (B3), que son vitales para la producción de glóbulos rojos. 

El consumo regular de la pitahaya reduce la proliferación de radicales libres en nuestro organismo, que son los responsables de la aparición de tumores cancerígenos y otras enfermedades graves. Además, estos nutrientes son muy importantes en el periodo de crecimiento, embarazo, lactancia materna, actividad física intensa y para sobrellevar tratamientos oncológicos.

Otra importante propiedad de la pitahaya es que protege al hígado impidiendo que lo dañen diversos tipos de toxinas. Asimismo, sus semillas son ricas en Omega 3, ideal para combatir algunas enfermedades autoinmunes y prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer relacionados con los cambios hormonales, como el de mama, colon y próstata. 

Formas de consumo


La pitahaya se consume al natural, en jugos, cócteles y se emplea en decoraciones gastronómicas por su gran atractivo visual. Por su gran versatilidad se utiliza como insumo de helados, yogur, mermeladas, postres, gelatinas y refrescos.


Las hojas de la pitahaya también cuentan con nutrientes importantes para nuestra salud y al consumirlas en infusión ayuda a combatir la migraña y el insomnio.

Evaluación de resultados


El tesista Hever García Cayampi cuenta con la asesoría del ingeniero agrónomo Francisco Condeña y tras los casi tres años de trabajo de investigación, se está evaluando los resultados en el ámbito de la adaptación o aclimatación a las condiciones agroecológicas de los valles interandinos.

Objetivos a futuro


El científico ayacuchano indicó que, a partir de esta primera investigación sobre la pitahaya, queda pendiente estudiar otros aspectos como el rendimiento por hectárea del cultivo, las mejores técnicas de riego, la sanidad vegetal para conocer su vulnerabilidad ante plagas y enfermedades, entre otros.


“Hemos abierto la puerta a otras investigaciones y para ello contamos con el Centro Experimental Wayllapampa de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Este fruto tiene un gran potencial, porque se aclimata a la sierra y la costa y puede ser una alternativa para los agricultores de nuestro país”, aseveró finalmente.

Potencial industrial


La prodigiosa pitahaya tiene un alto potencial para su aprovechamiento en la industria alimentaria (pulpa congelada, jugos, jarabes, licores y salsas), así como colorante natural. También se puede aprovechar las flores y tallo en la industria cosmética (esencias aromáticas, jabones, champú) y farmacológica (medicamentos), así como forraje para alimento balanceado animal.

Dónde se cultiva


La pitahaya se cultiva actualmente en departamentos de la selva como Amazonas y San Martín, aunque se ha introducido con éxito en otras regiones del país como Piura, Lambayeque y Junín (provincia de Chanchamayo). 


Con la investigación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga se confirma que la pitahaya puede cultivarse sin inconvenientes en los valles interandinos de Ayacucho y de otras regiones con similar altitud y condiciones agroecológicas.


Actualmente, la producción se destina básicamente al mercado nacional, pero encuentra potenciales mercados en países europeos como Francia y Holanda, así también en el mercado asiático y en Estados Unidos.

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 13/5/2021