La lucha contra la anemia infantil en el Perú se intensificará este año para lograr la ambiciosa meta de reducirla a 30 % a escala nacional. Para ello, el Ministerio de Salud (Minsa) fortalecerá la articulación con los gobiernos regionales y locales, a fin de que todos los departamentos muestren avances en la disminución de este problema de salud.
Ángel Gonzales Vivanco, director general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa, destacó en diálogo con la Agencia Andina que, en el último año, el Perú logró disminuir en 3.4 puntos porcentuales la prevalencia de anemia en niños menores de 36 meses.
“Producto del trabajo desplegado por el personal del Ministerio de Salud, los gobiernos regionales y locales, así como otros aliados estratégicos del sector público y privado, el Perú logró disminuir a 40.1 % la prevalencia de anemia en este grupo etario, tal como lo muestran los resultados de la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2019”, anotó.
Reducción en regiones
El funcionario resaltó que, en comparación de la medición anterior (Endes 2018), cuando solo la mitad de regiones mostraba avances en disminución de la anemia infantil, ahora son 24 los departamentos (más del 90 %) del país que registraron un descenso en la prevalencia de este mal.
Las regiones que tuvieron una mayor reducción de este indicador fueron Pasco y Amazonas con 8.5 % y 8.1 %, respectivamente. Le siguen San Martín con 5.8 % e Ica con 5.6 %. En Lima Metropolitana, también se produjo una importante disminución de 5.1 %.
“Los gobiernos regionales y los padres de familia han entendido que un niño con anemia es una persona que tiene limitado su potencial para desarrollarse. Padecer anemia origina serias dificultades de aprendizaje y problemas de socialización. Al comprender esta situación, las autoridades subnacionales han adoptado, en algunos casos con exitosas iniciativas complementarias, la cruzada nacional para combatir la anemia hasta su completa erradicación del país”, manifestó.
Las únicas dos regiones que no lograron disminuir la incidencia de anemia infantil y, por el contrario, aumentaron este problema de salud son Puno y Cusco, con 2.2 % y 3.2 %, respectivamente. En estos casos, el Minsa y los gobiernos regionales evaluarán las causas de este rezago y adoptarán las acciones correctivas para revertir esta situación, indicó el representante del Minsa.
Estrategia con prioridades
Gonzáles Vivanco sostuvo que, para lograr el importante avance en la reducción de la prevalencia de anemia infantil, de 43.5 % a 40.1 %, en el país, la estrategia del Minsa priorizó en los últimos 12 meses las acciones de inicio de suplementación con gotas de hierro a partir de los 4 meses de edad y la medición de hemoglobina.
Del mismo modo, se fortaleció el tratamiento de niños con anemia, intensificó las visitas domiciliarias a cargo del personal de salud y actores sociales, que suman alrededor de 23,000 brigadistas a escala nacional, a los menores de 1 año para asegurar que los niños continúen con el tratamiento y reciban mensajes para mejorar su alimentación.
También se desarrollaron campañas de salud que incluyeron sesiones demostrativas de preparación de alimentos nutritivos y, sobre todo, ricos en hierro. Ello, en el marco del “Plan Nacional para la Reducción y Control de la Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú”, aprobado en 2017.
Componentes estratégicos
El director general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa subrayó que los componentes estratégicos para afianzar la tendencia en la reducción de anemia en el Perú son la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, porque ello contribuye decididamente en su desarrollo corporal y el fortalecimiento de su sistema inmunológico.
Otro componente importante es la suplementación con hierro y micronutrientes desde los cuatro meses de edad, lo cual es proporcionado por el Minsa en todos los establecimientos de salud del país. “Los padres de familia deben acudir y exigir que se les brinde esta suplementación de hierro en gotas que están disponibles en todos los centros de salud”, afirmó.
También es clave el tamizaje de los niños a los seis meses de edad, que es totalmente gratuito. En caso de detectar anemia, se les proporciona el tratamiento con medicamentos también de forma gratuita. De no presentar esta condición desfavorable, se brinda la suplementación nutricional sin excepción alguna.
La higiene también es fundamental para prevenir y combatir con éxito la anemia. Por ello es indispensable consumir agua segura, a través de la potabilización, cloración y hervido de ser el caso, así como el correcto lavado de manos antes y después de usar los servicios higiénicos, y el lavado de los alimentos crudos.
Los buenos hábitos de limpieza evitarán el contagio de enfermedades gastrointestinales protagonizadas por parásitos. A la Amazonía, por ejemplo, la mayor prevalencia de parasitosis responde al gusano áscaris lumbricoides, un nemátodo que se instala en el intestino delgado y que se presenta en las condiciones de insalubridad propios de esa región del país. Loreto y Ucayali son las regiones con mayor incidencia de este problema de salud.
A escala nacional, la parasitosis más común es la que genera el oxiuro, que se adquiere por mala higiene de manos y cuerpo, así como por el consumo de alimentos contaminados. Para prevenir estas infecciones es fundamental la limpieza frecuente de manos y la desinfección de alimentos como verduras, carnes y frutas.
En la sierra existe un tipo de parasitosis frecuente llamada fascioliasis y que se transmite por contacto con alimentos contaminados por las heces del ganado. Se trata de una infección parasitaria causada por trematodos del género Fasciola (parásito en forma lanceolada o de punta de lanza), y la especie más frecuente es Fasciola hepática, que daña el hígado. Puno es el departamento con mayor incidencia de este mal.
En la costa la prevalencia de parasitosis es la cisticercocis, protagonizada por el parásito llamado tenia solium, que se transmite por ingerir carne de cerdo contaminada, y la giardiasis, que es una enfermedad diarreica ocasionada por Giardia intestinalis (conocido también como Giardia lamblia), parásito microscópico unicelular que vive en el intestino delgado de las personas en su porción anterior (duodeno) y se transmite en las heces de una persona o animal infectado.
El problema con la parasitosis es que los patógenos consumen alrededor de 10 miligramos de nutrientes por decilitro de sangre, por lo que ayudan a la pérdida de hemoglobina y peso de las personas infectadas. Los niños son los más vulnerables porque cuando padecen parasitosis limitan su desarrollo cognitivo y corporal en general.
Frente a estas enfermedades, el Minsa desarrolla la campaña nacional de desparasitación “Gánale a los parásitos”, proporcionando tratamientos gratuitos con medicamentos que se deben, generalmente, tomar dos veces al año.
Acciones este año
El funcionario aseveró que como parte del mencionado plan para lograr la meta de reducir la anemia al 30% a escala nacional, se intensificará la articulación de esfuerzos con los gobiernos regionales y locales, actores público y privado, así como una mayor participación de la comunidad comprometida con el combate a la anemia y la desnutrición crónica infantil.
Además de seguir trabajando en las acciones claves que se están abordando con la población de 6 a 35 meses de edad, se trabajará en estrategias de prevención de la anemia en la población adolescente y gestantes, que incluye la promoción del consumo de alimentos ricos en hierro para tener un buen nivel de hemoglobina.
Para tal propósito se fomentará la suplementación con pastillas de hierro y ácido fólico a mujeres adolescentes y gestantes, así como el fortalecimiento de la consejería nutricional desde los establecimientos de salud y en el domicilio de las gestantes. También se fortalecerán las campañas de desparasitación, como también el acompañamiento y el monitoreo permanente para el logro de la meta de reducción de la anemia.
Gonzales Vivanco subrayó que el Minsa está diseñando, en coordinación con las regiones, acciones diferenciadas para reducir la prevalencia de la anemia y la desnutrición crónica infantil en las zonas rurales del país, teniendo en cuenta su lejanía respecto de las ciudades, su menor conectividad vial y de servicios del Estado, a fin de que muestren también avances importantes en este objetivo nacional.