Tras la derrota del partido de repechaje por el pase al mundial de Catar, muchos peruanos destilan gran frustración y no pocos buscan culpables. Expertos en salud mental destacan la enorme capacidad de los peruanos para renacer de las crisis y levantarse de momentos duros, como el vivido el 13 de junio ante la escuadra australiana.
“En la vida uno siempre aprende. Uno puede echarse a llorar por las cosas que nos salieran mal o puede evaluar y reconocer qué fue lo que salió mal para no volver a equivocarme. Nuestro don es que siempre podemos recomenzar”, detalló Giovani Rivera, miembro titular de la Asociación Psiquiátrica Peruana, en entrevista con la Agencia Andina.
Reconoce que, aunque los peruanos somos muy futboleros y el partido de ayer ante Australia nos sacó del mundial “no hay que perder la perspectiva de que se trata de un juego. Los partidos se pierden o se ganan y el mundo no termina si el partido se pierde”.
Para el psiquiatra, hay una idea errada sobre logros en la vida.
“Siempre pensamos que todo se trata de una meta, del sitio a dónde queremos llegar. La vida no es una meta, la vida es la ruta. Si fuera una meta, llegamos allí y se acabó el mundo, se acabó todo y no es verdad”, reflexionó.
En ese sentido -anotó-, todos los intentos, ensayos, derrotas son parte de la meta, peldaños que ayudan a construirla. Se requiere madurez, organización, trabajo y tener en cuenta que siempre es posible levantarse y volver a comenzar.
Voltear la página
Para el psicólogo social Jorge Yamamoto, el peruano es tenaz por naturaleza, lo tiene en su ADN.
“El Perú está acostumbrado al huaico. Si pierde va a ser una pena, pero igual va a pasar la página. Vamos a salir adelante”, sostuvo a la agencia Andina.
Consideró que el futbol es un deporte de emociones intensas y cuanto más alta es la expectativa, más alta puede ser a la alegría. Pero si hay una caída, más dura será la pena.
“Lamentablemente, estamos muy acostumbradnos a ser buenos perdedores, pero no a resignarnos, asimilar del dolor, a aprender de él, pero es lo que se tiene que hacer”.
La derrota frente a la escuadra australiana es una gran oportunidad para enseñarle a los hijos a salir delante, entendiendo que estar abatido o quedarse solo en esa emoción no sirve de nada.
“Es importante aterrizar lo que sentimos en nuestra conducta familiar, cívica, social, laboral. Después del mundial de 1978 hubo una época de oscurantismo en el futbol, una época de la que hemos resucitado y ahora hemos tenido un altibajo, pero no es el fin”.
Yamamoto reflexiona que, si bien el futbol es un deporte que desata pasiones, “momentos de juegos artificiales”; la verdadera luz que debe importarnos es la vida cotidiana, donde “los peruanos estamos muy preparados para pasarla duro”.
“En diversos estudios realizados en años anteriores, aparece un rasgo muy particular entre los peruanos: el del cholo recio, el cual puede aplicarse a todos. Esa persona que aguanta el castigo, que sabe adaptarse a la situación de pobreza, pero sale adelante”.
El investigador consideró que quienes tienen hijos deben aprovechar este mal momento deportivo para hablar con ellos sobre la importancia de manejar nuestras dificultades y frustraciones.
“Quienes crecen con afecto, cariño y estructura, son los que enfrentarán mejor las dificultades y serán mejores personas. Esta es una interesante oportunidad para enseñarle a mirar las cosas con realismo”.
No basta el talento
Para el experto el talento no es suficiente para triunfar en la vida, es fundamental dimensionar el valor del trabajo, la disciplina y la constancia.
“Países como China han emprendido un proyecto de más de una década para entrar a la final de futbol y lo están haciendo no solo con buenas intenciones o feriados. Han contratado centenares de entrenadores y han implementado semilleros en todo el territorio. Hay una estrategia”.
Destaca que los peruanos nos caracterizamos por el sentido de la unión, una semilla sembrada, lamentablemente, en un terreno paupérrimo, con mucha piedra, que hace peligrar su desarrollo.
“Ahora mismo se busca quién fue el culpable de la derrota. Mientras en países en vías de desarrollo la población se pregunta ¿quién fue?, en país desarrollados la pregunta es ¿qué paso?
Aunque se aprecie siempre la humildad, decir renuncio no es la solución. Hay mucho por analizar, corregir y apoyar.
“Todos los jugadores son profesionales, todos, algunos con más o menos experiencia. En mi humilde opinión faltó un mayor entrenamiento psicológico, para que todo ese profesionalismo se viera en medio de una extrema tensión. El factor psicológico es algo que debe trabajarse para el éxito en el campo deportivo, para un examen, como para la vida misma”.
Pidió tener cuidado con los cínicos que están lejos de la perfección, pero que son los primeros en señalar la paja en el ojo ajeno y esconder el tronco que tienen en frente.
“Ahora hay que voltear la página, mirar al futuro y pensar que el verdadero mundial lo hacemos nosotros cada día: estudiando sin trampa, trabajando limpiamente y forjando un mejor Perú con nuestra conducta cotidiana, sin coimear. El mundial es el símbolo, pero lo verdadero e importante es la vida cotidiana de todos”, afirmó.
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(FIN)KGR /LIT
JRA
Publicado: 14/6/2022