El cultivo de la poesía es una constante en el arte, y aunque las musas que la inspiran son distintas, siempre es un aliciente encontrar que elementos abstractos y a la vez presentes, como la soledad, se convierten en un "leitmotiv" para guiar la pluma, tal como ocurre en el poemario "Contrabajo y huesos", del periodista Aarón Ormeño.
Su afán es alejarse del convencionalismo del amor o desamor como motivación para escribir en verso libre sobre la cotidiana condición de soledad del género humano, aquel ser que, aunque se encuentre rodeado de gente, está más solo que nunca.
"El poemario trata de la soledad, de esa soledad angustiosa que siempre es triste, cuando sientes que todo te sale mal; y la otra soledad que es más positiva, más calma, cuando estás solo y tranquilo y empiezas a considerar muchas cosas de ti, y te das cuenta de tus cosas buenas y malas", refiere el autor.
Ormeño no es un improvisado en la creación artística. Anteriormente su video titulado "El baile" fue seleccionado para su proyección en el festival Cinemapoesía, celebrado en Lima, donde participaron producciones de Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, entre otros países latinoamericanos.
También es cantautor. Le ha bastado la inspiración de la madrugada, una guitarra clásica y una armónica para crear delicadas melodías que ha difundido, cual juglar moderno, en la gran aldea de internet, a través de portales de audio como Soundcloud.
Esta es la primera publicación de Ormeño, quien considera a la poesía un elemento omnipresente en toda creación artística. De hecho, proyecta la difusión del texto en "performances" públicos, con una producción que incluya recitación, puesta en escena, musicalización, etc.
"Contrabajo y huesos", según nos confiesa, no es un intento reciente de escribir poesía, sino el conjunto de poemas creados en el lapso de diez años, y cuya suma nos revela a un autor sensible que ha enfrentado las vicisitudes de la vida con estoicismo, reflexión y hasta con cierto sentido del humor, sobre todo tras el nacimiento de su hija.
Además, confía en que la poesía siempre estará presente en el imaginario artístico de Lima, su ciudad de cielo encapotado, donde los inspirados aedos están en los lugares menos imaginados.
"Calculo que mensualmente se publican unos tres libros de poesía en Lima, sé que también hay en Arequipa. E incluso cuando vas a un bar todos son poetas, hay una treintena de ellos debajo de cada botella", comenta divertido.
(FIN) JPC/JPC
GRM
Publicado: 9/7/2014