“El tejido a cintura se ha consolidado como una de las habilidades más tradicionales del distrito de Charat, en el departamento de La Libertad”, sostienen Isolina Gil, de 68 años, y María Alfaro, de 74 años, dos adultas mayores quienes transmiten sus conocimientos a los alumnos de la Institución Educativa César Abraham Vallejo Mendoza, a través de la Intervención Saberes Productivos del programa social Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Llenas de orgullo y pasión, ambas afirman que los jóvenes deben conocer cuáles son “los tesoros culturales” de su localidad para fortalecer su identidad y revalorarlas en la sociedad.

“Nosotras enseñamos con mucho cariño la técnica del tejido a cintura a los estudiantes de 13 años. Eso nos mantiene activas y alegres, porque vemos cómo nos escuchan y lo practican”, añade María, tras explicar la forma de hilar antes de empezar esta actividad ancestral.
Las maestras del tejido realizaron la primera sesión de un total de 15, donde los escolares deberán terminar de confeccionar una gran manta con diseños nativos y colores que tengan un significado para ellos.

Con una mirada determinante, Isolina explicó el procedimiento que imparte a los menores del centro educativo. “Para usar el telar de cintura, debemos atarlo a un pilar y estirarlo hasta pasarlo por debajo de la cadera. La postura es algo muy importante ya que nos permitirá tejer atados a la cuerda”, señala.
De inmediato, María agrega otra forma, que consiste en ovillar la madeja de hilo y torcerlo en dos barretas chicas que se instalan en el piso y una vez que están atadas, se procede con el tejido. Las usuarias afirmaron que estas técnicas permitieron a miles de hogares salir adelante y contribuir con la economía local.
Herencia en Otuzco
Las adultas mayores coincidieron que sus conocimientos son la herencia más importante que pueden dejar a las nuevas generaciones, porque tendrán una manera de generar un emprendimiento a base de una tradición y exhibir el legado que vive en el distrito de Charat, ubicado en la provincia de Otuzco.

Para ello cuentan con el respaldo de la subvención económica que reciben del Estado, a través del Midis, que ahora es de 350 soles, tras el aumento histórico de 100 soles.
“Todo lo que aprendí es gracias a mi abuelita y ahora que yo estoy en esa posición, hice lo mismo con mis hijos y mis nietos. No solo generamos un ingreso adicional a lo que ya tenemos gracias a Pensión 65, sino que también cosechamos recuerdos en los niños y jóvenes”, asevera Isolina, mientras observa con ternura y esperanza cómo los alumnos del primer año de secundaria del colegio emblemático de Charat disfrutan del amor a los detalles que logran en cada manta gracias al tejido a cintura.
Recuerdos en comunidad
Las adultas mayores comentaron que sus recuerdos de infancia están en las calles del distrito de Charat, donde aprendieron el tejido a cintura, cómo teñir los hilos de manera artesanal y la forma de ovillarlos para obtener, en base a esfuerzo y paciencia, grandes mantas, frazadas y chalinas.

“Aprendimos esta actividad desde niñas, lo practicábamos de noche y día en cualquier calle o paisaje hermoso de nuestra tranquila comunidad”, concluyen Isolina y María.
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