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Pensión 65: conoce al valiente soldado cusqueño de 79 años con la moral al tope

Pedro Halanocca Checcori aún luce orgulloso el uniforme de la patria en el distrito cusqueño de Layo

Pedro Segundo Halanocca Checcori, beneficiario del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, un valiente soldado cusqueño de 79 años con la moral al tope.

Pedro Segundo Halanocca Checcori, beneficiario del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, un valiente soldado cusqueño de 79 años con la moral al tope.

18:01 | Cusco, ago. 27.

Como hurgando en el pasado, de vez en cuando su mirada se pierde en el cielo celeste y nuboso del distrito de Layo, provincia de Canas, en la región Cusco. En disciplinado silencio, Pedro se aferra al capítulo de su vida que más orgullo le genera.

Convertida en una máquina del tiempo, su mente recorre sesenta años en reversa hasta hacerle sentir nuevamente el vigor de la juventud en medio del cuartel. La sensación de estar otra vez en servicio lo embriaga, a sus 79 años, al punto de decir que, si la patria llama, acudiría en su auxilio sin dudarlo.

Pedro Segundo Halanocca Checcori, beneficiario del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), tiene guardado en un lugar especial de su casa el uniforme que vistió entre 1963 y 1964. Cuando el Perú pasaba del primer gobierno democrático de Fernando Belaúnde Terry al gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, el entonces vehemente Pedro decidió entrar voluntariamente al servicio militar en el Ejército del Perú. Un irrefrenable impulso, de esos que solo un amor apasionado suele producir, lo llevó a ponerse el uniforme de la patria, el mismo que en el siglo XXI luce en Layo con sano orgullo en cada 28 de julio y en las celebraciones cívicas.


Lejos de llevarlo por depresiones insomnes, lagunas mentales o impertinentes vahídos, el paso del tiempo ha solidificado sus sentimientos patrióticos y lo ha convertido en el licenciado del Ejército más respetado de su comunidad. La marcialidad con la que desfila en cada efemérides, su pose erguida y segura, la naturalidad con la que viste el viejo uniforme caqui, siempre limpio y bien planchado, y su voz con caballeroso tono de mando lo transforman en un líder nato.

“Soy clase 1963. Serví en la Unidad Territorial de Juliaca. Estuve de ayudante de mecánico en el área de Transportes. Ahora tengo casi 80 años y el orgullo que siento por haber servido a mi patria no se acaba nunca”, señala Pedro, acostumbrado a izar el pabellón nacional en las ceremonias cívico patrióticas del distrito de Layo.

“El Ejército me dio este uniforme y lo tengo guardado hasta ahora. Lo uso en Fiestas Patrias y en ocasiones especiales. Me siento feliz cada vez que me lo pongo, siempre con mi escarapela rojiblanca en el pecho. Muchas veces los turistas se detienen a pedirme una foto en las fechas cívicas, y otros me hacen el saludo militar, que yo siempre respondo. La verdad, la mística que encontré en el Ejército nunca me ha abandonado”, refiere Juan.

¿Rendirse? Jamás

Ingresó al servicio militar cuando tenía 18 años y desde entonces muestra sumo respeto ante los símbolos patrios e inculca ese mismo sentimiento a los más jóvenes de Layo en cada conversación, en su lenguaje gestual, en cada una de sus acciones. El ejemplo vale más que mil palabras, él lo sabe muy bien. 


“Tengo ocho hijos, tres varones y cinco mujeres, y entre 25 y 30 nietos, y a todos trato de inculcarles el amor a la patria. Nuestro país puede atravesar por muchos problemas, pero siempre sale adelante. Los peruanos nunca nos rendimos”, asegura Pedro, quien después de dejar el Ejército retornó a su pueblo, en Layo, y se dedicó a labores agropecuarias a escala familiar.

“Retorné a vivir con mis padres para cuidarlos y trabajar su terreno, y me dediqué a eso siempre, a la agricultura y a la ganadería. Ahora ya estoy mayor y no puedo trabajar como antes, pero ni eso me baja la moral. La subvención de Pensión 65 me ayuda con las necesidades básicas de mi hogar”, explica Pedro, quien vive con su esposa Matilde Condori Pari, de 71 años y también beneficiaria del programa.

“¡Amo a mi Perú y siempre lo amaré!”, asegura Pedro a viva voz.

Pedro Halanocca Checcori izó el pabellón nacional, el 22 de agosto, en la apertura del V Encuentro de Saberes Productivos del distrito de Layo, organizado por Pensión 65 y el gobierno local, y en el que participaron más de 400 sabios adultos mayores de esa localidad y de los distritos de Checca, Langui y Kunturkanki, además de una delegación del distrito de Nuñoa, de la provincia puneña de Melgar.

Saberes Productivos es una intervención de Pensión 65 y los gobiernos locales que realza los conocimientos ancestrales y prácticas tradicionales de los adultos mayores. En todo el país, participan 41,524 personas (23,178 mujeres y 18,346 hombres),.

Pensión 65 tiene 357 personas beneficiarias en el distrito de Layo; 2,486 en la provincia de Canas y 40,475 en toda la región Cusco. A nivel nacional, entrega una subvención bimestral de S/ 250 a 602,043 personas adultas mayores en pobreza extrema.

(FIN) NDP/LZD

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Publicado: 27/8/2022