En la localidad de Intuto, región Loreto, a orillas del río Tigre, reside Redelinda Tuituy Aranda, una mujer de 72 años que se ha convertido en la maestra del tamshi y ahora trasmite sus conocimientos a los más jóvenes.
Con profunda dedicación y paciencia, transforma las fibras vegetales que cuelgan o están pegadas a los troncos de los árboles que tienen más de 20 metros de altura, en hermosas escobas, canastos, abanicos, entre otros productos.
Todas las mañanas, la artesana reposa en un bote volteado para contemplar el bello amanecer que ofrece la majestuosa selva peruana, hasta que llegue su esposo con las fibras que utilizará para dar rienda suelta su extraordinario talento. El sonido que emiten las aves y la brisa que acaricia su rostro, permiten que se llene de paz y serenidad para quebrar, doblar y dar forma al tamshi.
Es ahí cuando Redelinda recuerda a sus padres, que llegaron de Ecuador para tener una vida más tranquila y formaron su familia. “Mi mamá tenía mucha habilidad con las fibras, y mi papá no se quedaba atrás. Ambos se complementaban mucho y crecí con ese ejemplo. Por eso, desde muy pequeña aprendí a manejar este insumo, y sigo hasta ahora, que tengo 72 años”, contó doña Tuituy.
Una vez que termina sus productos, los reúne para llevarlos a diversas localidades, como 28 de julio y Alfonso Ugarte. También ambienta su inmueble para recibir a los turistas que desean conocer lo más profundo de la selva nacional. “En un día hago 8 escobas y 3 canastos, son grandes y lo hago con sus detalles en la parte de arriba, dando toques especiales. Las escobas las vendo a 8, mientras las canastas van de 10, 15 y 20 soles”, precisó.
Para llegar a Intuto, se debe partir de Iquitos al puerto de Nauta, donde se tiene que navegar en un rápido (bote a motor), por alrededor de 10 horas. Todo el recorrido es una experiencia inimaginable y mágica, donde la flora y fauna del distrito de Tigre reconforta el alma y revitaliza el espíritu.
“El significado de Intuto es zorro es quichua, una variante del quechua que se habla en algunas zonas de la selva peruana y ecuatoriana. Es muy tranquilo, el tiempo transcurre muy lento. Es lo que atrae a los turistas que recibimos y quieren recorrer otras comunidades de Tigre”, detalló con inocencia.
Transmisión intergeneracional
A sus 72 años, Redelinda se dedica a transmitir sus conocimientos ancestrales a los más jóvenes de su localidad. Dos veces por semana, se dirige al centro educativo Hermanos Palla, donde niñas y niños esperan con ansias de aprender esta habilidad y preservar la cultura e identidad de Intuto.
“Es hermoso enseñar a los más pequeños, porque es el legado que puedo dejar”, reflexionó.
Madre de 19 hijos
Doña Tuituy Aranda es un pilar importante en su hogar, conformado por su esposo y sus 19 hijos. “Tengo varios hijos, entre mujeres y hombres, a los que he tratado de darles todos los valores necesarios para que sean personas de bien. Y eso que ya no puedo contar cuantos nietos debo tener, perdí la cuenta, pero vienen en ocasiones y pasamos bonitos momentos”, relató.
Redelinda se mostró reconfortada por el soporte que le brinda Pensión 65, programa social que le brinda una subvención económica y ha impulsado su emprendimiento, llevándola a ferias que organiza la municipalidad y otras instituciones.
(FIN) NDP/LZD
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