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Pensión 65: conoce a Antonio Saco Escate, el sanador de los pobres de Pisco

Desde los 25 años se dedica al oficio de huesero, curando huesos rotos, descontracturas y también quita el susto

Curar huesos rotos o torcidos, descontracturar el cuerpo, pasar el huevo para quitar el susto, preparar infusiones con plantas medicinales para quitar el dolor del estómago, son algunas de las cosas que Carlos Antonio Saco Escate hace desde hace 50 años, cuando se convirtió en el sanador del distrito de Túpac Amaru Inca, en la provincia de Pisco, departamento de Ica.

Curar huesos rotos o torcidos, descontracturar el cuerpo, pasar el huevo para quitar el susto, preparar infusiones con plantas medicinales para quitar el dolor del estómago, son algunas de las cosas que Carlos Antonio Saco Escate hace desde hace 50 años, cuando se convirtió en el sanador del distrito de Túpac Amaru Inca, en la provincia de Pisco, departamento de Ica.

16:00 | Pisco, oct. 15.

Curar huesos rotos o torcidos, descontracturar el cuerpo, pasar el huevo para quitar el susto, preparar infusiones con plantas medicinales para quitar el dolor del estómago, son algunas de las cosas que Carlos Antonio Saco Escate hace desde hace 50 años, cuando se convirtió en el sanador del distrito de Túpac Amaru Inca, en la provincia de Pisco, departamento de Ica.

Cuenta este hombre de 75 años que la mayoría de sus pacientes son sus vecinos, pero también lo buscan desde Pisco e incluso desde Lima, pues su fama se extendió en la región y en otros lados. 


Don Carlos, quien es usuario del Programa Pensión 65 desde el año 2014, fue un joven alegre, al que le gustaba cantar y bailar en los carnavales. No se perdía ninguna fiesta del pueblo. “Tuve muchas novias, pero nunca me casé, pues no llegó la indicada”, señala risueño. 

Este adulto mayor que tiene el don de la curación y la bondad dice que su trabajo lo realiza con mucha fe, una religiosidad que le inculcaron de niño, cuando fue sacristán. Por eso en su casa tiene estatuillas e imágenes de muchos santos a los que les reza día y noche por igual “para que no se resientan”.

Dice que el oficio de curador y rezador lo aprendió desde adolescente, cuando acompañaba a su tío Agustín a echar agua bendita a los fieles en la iglesia y a rezar. De su tío también aprendió a hacer masajes para el dolor de la columna y el estrés. Su tío notó que tenía el don y le enseñó todos sus saberes y secretos. 


Sus padres, asevera, le enseñaron a ser solidario y honesto. De ellos heredó la vocación de ayudar. Desde muy joven, junto a sus 10 hermanos, tuvo que trabajar en el campo para colaborar con su hogar. Ambas actividades las desempeñó paralelamente durante toda su vida. Y aunque no tuvo hijos, siempre estuvo y está rodeado del amor de sus sobrinos y ahijados. “Ellos son como mis hijos. Me cuidan y me ayudan”, refiere sonriendo. 

Antes de la pandemia don Carlos participaba de la intervención Saberes Productivos de Pensión 65 y acudía a los colegios a compartir sus conocimientos. 

Sanador las 24 horas

Para este sanador de Pisco, lo más satisfactorio es cuando le gente le agradece y cuando tienen fe en su trabajo. “A veces no puedo dormir pensando en cómo estará la persona que atendí. Lo más satisfactorio es verlos contentos, aliviados del estrés, del miedo y de sus dolencias… “


“Me buscan de Pisco, de Ica, y hasta de Lima, siempre la gente más pobre. Yo no tengo tarifa, no pongo precio a mi servicio. Me pagan su voluntad, pues si cobro por la sanación no da resultado, no funciona. Algunos me dan dinero, otros me pagan con papas, gallinas, patos, abarrotes y hasta zapatillas”, cuenta. 

Y aunque su vida transcurre tranquila en Túpac Amaru Inca, este hombre bueno tiene una preocupación que a veces le quita el sueño: que los más jóvenes no quieran aprender su saber y que sus conocimientos se pierdan. “Estoy orgulloso de mi cultura, de mis antepasados, esa es mi vida, la vida de mi pueblo”. 

Receta para curar el susto 

El huevo se pasa por todo el cuerpo, empezando por la cabeza; luego se parte y se echa en un vaso con agua hasta la mitad. Si lo que está en el vaso toma la forma como de unos alfileres hacia arriba, es susto. En esos casos, para que sane la persona, deben realizarse tres rezos, hasta que no se forme nada en el huevo. 


Si la yema y la clara se van hacia el fondo del vaso, el estómago está sucio; para sanar esto se debe tomar aceite en ayunas y bastante agua. Si notamos la forma como de una rendija blanca, es dolor de cabeza; se cura pasando tres veces el huevo. Si se forman como tetitas, es golpe: Si se forman círculos como ojos grandes, es mal de ojo; tres rezos para que pase…”.

Saberes productivos

Saberes Productivos es una intervención diseñada por Pensión 65 para contribuir al bienestar de los adultos mayores a partir de la revaloración de sus saberes.

850 gobiernos locales reactivaron la Intervención Saberes Productivos con la participación de 48,722 beneficiarios de Pensión 65. De ellos 21,464 son hombres y 27,258 son mujeres.

(FIN) NDP/LZD

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Publicado: 15/10/2022