Por José VadilloLa Orquesta Sinfónica Municipal de Piura lleva 15 años de labor. Cada semana ofrece conciertos en ciudades, pueblos y caseríos. Una iniciativa legislativa propone incluirlos en la red nacional de orquestas para que sus músicos gocen de los beneficios de ley.
De ‘Marinera y tondero’, de Ernesto López Mindreau, a la ‘Rapsodia Húngara II’, de Liszt; de la marinera ícono ‘San Miguel de Piura’ al ‘Idilio de Sigfrido’, de Wagner. Con un pie en la música clásica y el otro en la latinoamericana y popular peruana, la Orquesta Sinfónica Municipal de Piura (OSMP) suma tres quinquenios de andar. En su anecdotario figuran desde conciertos entre chaparrones del fin del mundo, en Chulucanas y la misma capital piurana, hasta recitales en los principales escenarios de Loja (Ecuador), Trujillo, Chiclayo y Lima.
Historia musical
En la precuela de la OSMP, un grupo de músicos piuranos tocó por una década todas las puertas para crear una orquesta sinfónica para su ciudad. Pero como casi todo pasa por el tamiz político, tuvo que esperar que uno de sus integrantes asuma el rol de teniente alcalde para hacer realidad sus sueños artísticos. Así se logró que la Caja Municipal de Piura se haga cargo del proyecto artístico. El primer berrido musical se dio gracias a su primer director, Manuel Cuadros Barr, quien se bancó el difícil trabajo de formar la orquesta. El resto es historia de amable convivencia entre negras, blancas y corcheas.
Vocación musical
La pianista Inés Tissieres es una de los músicos fundadores de la OSMP. “Varios volvieron luego de salir al extranjero a estudiar, o buscar mejoras salariales en otras orquestas”. Los músicos ensayan de lunes a viernes, de 08:00 a 11:30 horas, en un ambiente del Teatro Municipal de Piura. A ello suman uno o dos conciertos por semana. Cuando Iván Chunga se enteró de la creación de la OSMP, se quemó las pestañas estudiando para integrar la orquesta. Ahora se desempeña como primera trompeta. Chunga como el concertino, el arequipeño Edison Cruz y otros miembros de la OSMP vienen de familias bendecidas por Santa Cecilia. La mayoría ha realizado estudios en el Conservatorio Nacional de Música o en entidades de Europa o Estados Unidos. Hoy están casados, tienen hijos. Algunos dictan clases en la Escuela de Música de Piura, o en pequeñas orquestas semilleros para niños y jóvenes que están surgiendo en lugares como Sullana o Sechura. Lo que desafina la historia es que la OSMP no forma parte de la red nacional de orquestas. –Los músicos necesitan de una estabilidad laboral. En enero y febrero estamos sin sueldo. Pero somos parte del bastión musical más grande de Piura y los piuranos –recuerda Tissieres, quien toca hoy un pequeño órgano porque la clavinova llegó maltrecha al quinceañero del elenco. –Tenemos el auspicio de la Caja Piura, pero no es sueldo legalmente en sí –dice uno.
–No tenemos derechos laborales, vacaciones, seguro. Y nos dedicamos completamente a la música –agrega otro.
Trabajo de difusión
Jorge Luis Morales toma la batuta cuando el director titular, el rumano Vlad Agachi, no está en el país. Morales es también fundador de esta institución. –Somos una orquesta con una trayectoria, y necesitamos apoyo. No solo actuamos en Piura, sino que hacemos una difusión tremenda de cultura en colegios, comedores populares, asilos de ancianos. Uno de los proyectos no cumplidos por la falta de fondos es el registro de un álbum. Dice Morales: El respaldo del Ministerio de Cultura tendría un aliado en la Caja Municipal de Piura, que tiene el compromiso de continuar apostando por este proyecto musical. Si bien la gran mayoría de músicos es de la región, también los hay de Lima, o de países como Venezuela y Rusia. –Para mí es un milagro estar en esta orquesta; de lo contrario, estaría haciendo otra cosa. La venezolana Yale Castillo es la más joven del elenco: hace mes y medio integra la OSMP. De 23 años y casada con un chef, todos los días viaja con su chelo de Chulucanas a Piura para ensayar con sus colegas. Ella es fruto del famoso sistema de orquestas de Venezuela; se graduó del Conservatorio Nacional de Caracas y participó en diferentes ensambles hasta que llegó al Perú en enero y trabajó en diversas cosas. Volvió a soñar con la música cuando vio lo de la OSMP, audicionó y hoy es el principal violonchelo. –En Venezuela la buena formación se debe a los profesores que tenemos, pues estudiaron fuera. La orquesta de Piura tiene un nivel alto. Si tuviese más profesores, sería mucho más grande.
Creación de públicos
–¡Eso de que la ópera no se puede llevar a todas partes es la mentira más grande! –reclama el congresista y tenor Franceso Petrozzi. Conoce la calidad e historia de la OSMP de primera mano: con ella cantó arias de ópera en Chulucanas. “Y la gente, simplemente, enloqueció”. Para Petrozzi, estamos ante una de las mejores orquestas sinfónicas del país. –La OSMP tiene la misma valía, pero no está dentro del sistema nacional de orquestas sinfónicas del Ministerio de Cultura. Estos músicos dependen de una suerte de fundación que les permite vivir con dignidad, pero aspiramos a más, que sean empleados estatales, tal como lo son los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional o los del Cusco o de Arequipa. Lo importante ahora es agitar la batuta y que la colectividad oiga a la OSMP. Así será más fácil elevar su pedido, que no es un adagio sino un allegro.
(FIN) DOP/MAO
Publicado: 19/5/2017