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OIT: en fase de recuperación jóvenes retornaron más rápido a laborar

Sin embargo, perspectivas sobre economía mundial no son favorables

La OIT considera que este contexto altamente complejo demanda la implementación y el fortalecimiento de diferentes tipos de políticas. Entre ellas, de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, especialmente de empleos formales. ANDINA/Difusión

La OIT considera que este contexto altamente complejo demanda la implementación y el fortalecimiento de diferentes tipos de políticas. Entre ellas, de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, especialmente de empleos formales. ANDINA/Difusión

07:15 | Lima, feb. 13.

Por Sonia Dominguez

El mundo, América Latina y el Caribe en particular, atraviesa una serie de crisis que se manifiestan, entre otros indicadores, en una significativa disminución en la tasa de crecimiento económico.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región habría crecido 3.7% en el 2022 y este año solo avanzaría 1.3%, lo cual dejaría en claro que las perspectivas sobre el mercado laboral para el presente ejercicio no son favorables.  

“La ralentización del crecimiento impactará negativamente en la velocidad de la creación de nuevos puestos de trabajo”, aseveró recientemente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la presentación de su informe Panorama Laboral.  


En proceso 


Refiere que si bien los niveles de empleo regional habían alcanzado lo registrado en el 2019, todavía no han retornado al mercado de trabajo todas las personas que se retiraron en los momentos más críticos de la pandemia, de acuerdo con un informe publicado hoy en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.  

De acuerdo con el documento, la ralentización del crecimiento podría generar tendencias alcistas en la de desocupación. La proyección para el promedio del 2022 estaría alrededor de 7.2%, con un rango entre 7% y 7.3%.  

Para este 2023 se espera una tasa de desocupación en el rango 7.2% y 7.5%.  

En este contexto resultan de particular relevancia la evolución de la tasa de desocupación, las expectativas sobre la dinámica inflacionaria y la informalidad laboral.  

En este caso, un tema de constante preocupación es la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales como consecuencia del aumento de los precios porque hace crecer el porcentaje de trabajadores pobres.  

Así, el llamado “fenómeno del trabajador pobre”, que significa que las personas pueden vivir en situación de pobreza, incluso teniendo un empleo, se hace más evidente en la región.   

Más aún considerando que los niveles de empleo en varios países han retornado a los valores prepandemia o están cercanos a ellos, pero el agregado de ingresos laborales y familiares reales aún es inferior que en aquel momento, refiere.  


Informalidad 


La situación es crítica si se toma en consideración que la generación de empleo en la fase de recuperación desde la pandemia ha estado liderada por los puestos de trabajo informales

El informe de la OIT refiere que en el tercer trimestre del 2022 la tasa de informalidad fue de alrededor de 50%, cercana al registro del 2019 y, a su vez, del 2012.  

“Es decir, alrededor de uno de cada dos trabajadores en la región es informal”, afirmó la experta regional de la OIT, Roxana Maurizio.  

Refirió que la estabilidad de este registro en un valor extremadamente elevado en cerca de una década revela que la informalidad laboral continúa siendo uno de los desafíos más importantes para los mercados de trabajo de la región. 

Incluso, señaló que algunos países registraron en el 2022 tasas de informalidad más elevadas que en el 2019. En un contexto de fuerte ralentización del crecimiento económico previsto para el 2023 la creación de empleo podría continuar sesgada hacia la generación de puestos informales.  


Políticas laborales 


Considera que este contexto altamente complejo demanda la implementación y el fortalecimiento de diferentes tipos de políticas. Entre ellas, políticas de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, especialmente de empleos formales.  

Además, el contexto inflacionario demanda el reforzamiento de las instituciones laborales, especialmente el salario mínimo y la negociación colectiva.  

El informe de la OIT recalca que el diálogo social adquiere un papel clave para permitir transitar este camino atendiendo las necesidades y posibilidades de trabajadores y empleadores.  

"Ello resulta aún más relevante en un contexto cambiante en la organización del trabajo y donde se requiere avanzar en el cierre de brechas laborales persistentes que permitan potenciar los efectos positivos de la transición digital, la transición demográfica y la transición justa".  

Adicionalmente, se requiere avanzar de manera significativa en el otorgamiento de garantías de ingresos conjuntamente con políticas activas del mercado de trabajo.  

Por su parte, la directora regional del organismo multilateral para América Latina y el Caribe, Claudia Coenjaerts, comentó que los mecanismos de negociación salarial surgen como una necesidad imperiosa en un contexto de alta inflación que demanda además el reforzamiento de las instituciones laborales, sobre todo el salario mínimo y la negociación colectiva.  

“Si queremos avanzar hacia una región con mayor justicia social y menor desigualdad, será necesario adoptar medidas contundentes para generar más y mejores empleos”, dijo. 


Presencia femenina 


Por otro lado, el estudio de la OIT resalta la recuperación del empleo femenino en la región con una intensidad mayor que en el caso de los hombres desde la pandemia (2021-2022). 

Maurizio refirió que luego de experimentar con más intensidad los impactos negativos de la crisis a escala regional, la recuperación del empleo femenino muestra una intensidad mayor a la experimentada por el empleo masculino: mientras que para las mujeres la tasa de ocupación aumentó 24.4% entre el segundo trimestre del 2020 y el tercer trimestre del 2022, para los hombres se reportó un aumento de 18.8%.  

“Esta dinámica favorable hizo que en el tercer trimestre del 2022 la tasa de ocupación de las mujeres superara en 1% la tasa registrada en igual trimestre del 2019, mientras que la tasa de ocupación de los hombres fue la misma en ambos trimestres”, indicó.  

Recalcó que también fue más intensa la recuperación de la oferta laboral de las mujeres en relación con la de los hombres (19% y 12.8%, respectivamente).  

Adicionalmente a la recuperación de los puestos de trabajo en los sectores económicos más fuertemente castigados por la pandemia y con fuerte presencia femenina, la mayor recuperación de la oferta laboral de las mujeres estuvo potencialmente asociada a la gradual relajación de las dificultades para conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares en la medida en que fueron reabriendo los servicios educativos y de cuidado que habían sido profundamente alterados de la mano de las medidas sanitarias para el distanciamiento y reducción de la movilidad de las personas. 


A tres años... 


El informe de la OIT señala que el trabajo desde el domicilio y, en particular el teletrabajo, han sido modalidades de trabajo implementadas o utilizadas con mayor intensidad desde el comienzo de la pandemia.  

“La mayor parte de las actividades que comenzaron a desarrollarse desde el domicilio estuvieron basadas en tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), lo que determinó un importante incremento del teletrabajo”, enfatizó Maurizio durante la reciente presentación del informe Panorama Laboral.  

Agregó que desde la irrupción de la pandemia en la región se verificó un fuerte incremento en la proporción de ocupados trabajando desde sus hogares. “Con mayor intensidad lo fue el alza registrada entre los asalariados”.  

La especialista de la OIT mencionó que luego de los valores máximos registrados entre el segundo y tercer trimestre del 2020 se observa una tendencia decreciente desde la segunda mitad de ese año, asociada con la flexibilización parcial de las medidas de confinamiento y, por lo tanto, con las mayores posibilidades de retornar al trabajo presencial.  

A mediados del 2021 se retomó el ritmo decreciente en la proporción de trabajadores y, en particular de asalariados, trabajando desde sus hogares.   

Los trabajadores formales, de mayores calificaciones, mujeres, en edades centrales y en ocupaciones profesionales, técnicas y gerenciales son los que a casi tres años de la irrupción de la pandemia continúan haciendo un uso más frecuente de esta modalidad. 


Jóvenes 


- Durante la fase de recuperación, los jóvenes regresaron al empleo de manera más rápida que los adultos. Más aún, el saldo neto es más favorable para ellos que para los adultos. 

- La tasa de ocupación regional de los jóvenes en el tercer trimestre del 2022 era 3% superior a la de igual período del 2019, mientras que la de los adultos registraba una caída de algo más de 2%.  

- A pesar de que la tasa de desocupación promedio de los jóvenes fue descendiendo luego de alcanzar un valor máximo de 24.5% a mediados del 2020, continúa siendo muy elevada (15.8%).   

- Incluso algunos países de la región exhiben tasas significativamente más altas que esa, llegando a valores de entre 22% y 31%.  

- La tasa de informalidad regional entre los jóvenes, por su parte, es de alrededor del 60%, significativamente superior al 47% registrado entre los adultos.  

  

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Publicado: 13/2/2023